... el jueves aún no comienza...
Gerard escuchó unos ruidos en la planta baja, saliendo de su escondite de mantas de Spider-Man. Para escuchar los gritos de su hermano a alguien más.
Bajó las escaleras de forma silenciosa y lo vio ahi. No notó cuando su pulso se aceleró o cuando sus ojos comenzaron a picar. Sólo lo observo correr hacia el y abrazarlo como si fuera a desaparecer. Repitiendo que lo perdonará, que no lo dejará.
Y sí, es una maldita historia de amor, pero eso no le quita su encanto.