... no me importa si el lunes es negro...
Todo se fue a la mierda cuando Disintegration comenzó a escucharse desde la habitación del pelirrojo. Mientras este tenía la cabeza enterrada en la almohada (que ya estaba humeda por sus lágrimas) mientras Robert Smith cantaba.
«... remembering you standing quiet in the rain as I ran to your heart to be near and we kissed as the sky fell in...»
El lunes ya no era azul. Era negro, como sus pensamientos sobre que su enano se había cansado de el y que lo había abandonado.