El Mundo Externo Y Yo.

Cap. 11 Crónicas de un NO aceptado amorío

-Pasen. -Dijo aquel hombre sentado en un sofá de la sala.

-Hola padre. - Saludo Nick.  -¿Como estas? ¿Que ocurrió con Samantha?

-No lo sé.  -Respondió observándome con interés.  -Yo solo la saque de sus problemas y ella sigue aun en su cuarto. –Dijo levantando los hombros. -Disculpa y ¿Quien es tu amiga?

-Ella es Carolina Zamora.  -Respondió Nick, quien aun me tenia de la mano.  -Vive a dos casas de aquí.

 - ¡Valla!, Eso no lo sabía. Es un gusto conocerte niña. – Hablo hacia mi con una leve sonrisa en su rostro.

 - El mío igual señor. - Respondí amablemente.

 - Bueno, volviendo al tema. - Dijo el señor. - Nicholas, vamos a hablar con tu hermana, y seriamente, ya me canse de este tipo de problemas.

-Si padre, pero no vallas a gritar, sabes cómo se pone ella.  -Le dijo Nick.  A lo cual su padre respondió con un gesto de exasperación y se dirigieron ambos hasta la habitación de la joven.

 -Espérame aquí, no tardo – Hablo Nick hacia mí, regalándome un beso en la mejilla.  -Si quieres come algo o mira televisión – Finalizo mientras subia las escaleras. –Siéntete como en casa.

Simplemente me limite a mirarlo, ¿Que se supone que haría en una casa ajena? Comencé a explorar un poco aquel “palacio” en el cual había entrado.  Explore la cocina y con algo de timidez saque un jugo de allí. Me dirigí de nuevo a la sala y me deje caer en uno de los sofás.

Entre tanto Nick y su padre iban a conciliar con Samantha.

-¡Samantha abre la puerta! – Dijo su padre afuera de la habitación. 

-Ábrela tu, yo estoy ocupada. – Contesto Samantha abruptamente.

En seguida su padre la abrió y entro a su habitación con Nick tras de él.

- ¿Ahora que paso? - Pregunto ella acostada en su cama, cambiando de canal de televisión con su control remoto.

-¿Te parece poco que DE NUEVO tenga que salir del trabajo a salvarte de la policía y tus problemas? –Hablo algo incrédulo aquel hombre.

-Solo fue un pequeño inconveniente, nada más. - Respondió ella tranquilamente.

-Sam, no fue solo un pequeño inconveniente. - Dijo Nick con su característica dulzura. - Esto ya se esta saliendo de control, ¡Es la tercera vez en lo que va del mes!.

- ¿Y? Yo veré lo que hago o no con mis problemas. –Contesto sin darle importancia a los consejos de su hermano.

- ¡¿Quieres terminar en la cárcel?! – Grito exasperado su padre.  – ¡Estuviste en un reformatorio! Y saliste de allí con ciertos compromisos. –Continúo apuntando su dedo hacia ella.

-Ese reformatorio me cambio. –Acepto ella. –Pero no eres nadie para juzgarme. ¡No has sufrido todo lo que sufrí! –Grito al final.

-Ya basta. –Hablo Nick levemente. Quien ya comenzaba a exasperarse. -¡Ya basta! –Reacciono al final.

A lo cual, los que se encontraban en la habitación, habían quedado congelados.

-¡Me desesperan con sus ataques! ¡Ya no más! –Grito este tomándose del cabello a causa de la desesperación.

-No  son ataques. –Respondió Samantha reflexionando un poco.

-Tienes razón. –Reflexiono el padre de Nick. –Lo siento, pero no quiero que mi nena termine en prisión.

-Papi tu sabes que no lo hare. –Hablo más calmada.

-Eso espero. –Finalizo el hombre abrazándola paternalmente.