El Mundo Externo Y Yo.

Cap. 20 El cool de mi novio y el incidente secreto

Abrí los ojos, recordando lo bella que había sido aquella velada romántica de anoche. Rosas y un susurro de su voz preguntando a mi oído “¿Quieres ser mi novia?”

Así es, anoten, porque Jake y yo somos novios O F I C I A L E S. Y de una vez le advierto a cualquier mujer que se le quiera acercar, es solo mío.

La entrada de la mujer de cabello blanco me saco de mis mundos fantásticos para sacarme toda la información.

-Y bien, ¿Ya es el cool de tu novio? –Pregunto mi abue algo emocionada.

-SI –Grite en un ataque de emoción.

-Cuéntame.

-Espera. Llama a la loca de mi amiga, no pienso repetir la historia dos veces.

Luego de que ella viniera deje de una buena vez la incertidumbre y les hice saber lo ocurrido la noche anterior.

-Bueno, salimos. –Comencé a relatar y me sentía en las nubes…

Jake y yo llegamos a un restaurante campestre, era de noche y todo estaba iluminado por faroles, había una mesa con un mantel blanco y como centro de mesa un ramo con bellas rosas color violeta. ¿Cómo obtuvo las rosas? No sé, pero me encantaron. La cena ya estaba servida y yo no paraba de sonreír de lo sorprendida que estaba.

-¿Te gusta? –Pregunto el hombre más detallista del mundo.

-Lo amo. –Le dije.

Esta cita era muy diferente a las otras y yo intuía que algo grande se venía, esto no iba a ser todo.

Luego de la maravillosa cena y con el acompañamiento de la resplandeciente luna se levantó, saco las rosas del florero y se dirigió hacia mí.

-¿Quieres ser mi novia? –Susurro a mi oído mientras me entregaba esas bellas flores.

-Ay pero que bello. –Dijeron al mismo tiempo. Yo continúe…

Ante esta pregunta yo respondí acercándome a sus labios y atrapándolos en un tierno beso, suave y dulce como el chocolate.

-Espero eso responda a tu pregunta. –Le dije luego de separarme de ese hechizo.

El solo sonrió y luego volví volando entre las nubes.

Al finalizar el relato ambas sonrieron y mi abue se retiró para continuar con sus deberes.

-Bueno niña enamorada, yo me voy igualmente. –Finalizo Sam luego de hablar emocionadamente sobre aquel acontecimiento.

-Espera, tengo que preguntarte… ¿Qué hay de tu amorío con Robert?

-¿Robert? Eso ya es historia… Recuerdas que te dije que no queríamos nada serio, bueno el encontró algo serio con una chica y se fue. –La frescura con la que lo decía me desconcertaba a veces, es mi amiga y la quiero pero no puede ser tan relajada. –Ahora estoy saliendo con Logan.

-Logan… ¡LOGAN!

-¿Qué te pasa?

-Me presto su auto y aun no se lo he regresado. –Caí en cuenta rápidamente, el pretendiente de Sammy la heladera, me había hecho un favor y yo aún ni le llamaba.

-Esta noche vendrá para ir a las carreras que hay a las afueras de la ciudad, si quieres en eso pasamos y le das su auto.

-¿Carreras? ¿Y no me llevan? –Pregunte como  una nena.

-Dile a tu novio. –Obvio.

-Ah sí, verdad. –Recordé incrédulamente y le llame.

…

Luego de convencer a mi amado de ir a las carreras, llegamos. Autos por todos lados, música y alcohol para el que quisiera.

-¿Lista para un reto? –Se dirigió hacia mí el galán de Logan.

-Siempre. –Acepte y me subí a al auto para competir, de mi queridísimo Jake.

-Ten cuidado. –Me dijo mientras me acariciaba. –Si algo pasa ya sabes a donde llegar.

Se despidió con un besito y la carrera comenzó.

He de admitir que Logan es un loco para las carreras, no le importa llegar al límite, ser perseguido por la policía y mucho menos terminar en una clínica o en una estación de policía. Hoy el muy juguetón estaba algo demente así que decidí seguirle la cuerda por pura locura.

En un momento de adrenalina cerré los ojos sintiéndome libre de este mundo por un momento, momento en el que acabo con un frenado en seco y una expresión y sensación de terror por todo mi cuerpo.

Me encontraba frente a frente con el carro de Logan, este había girado inesperadamente por una mala maniobra y su única manera de reacción fue el freno que nos dejó a los dos fríos.

Afortunadamente nada grave había ocurrido, estábamos los dos en medio de la nada paralizados del susto y no dejábamos de mirarnos con expresión de terror.

Luego de cinco minutos de shock ambos bajamos del auto, nos paramos frente a frente.

-¿Estas bien? –Pude por fin articular, con una voz leve y temblorosa.

-Casi muero… -El seguía en shock y lo único que hizo fue darme un abrazo que me tomo por sorpresa.

Yo correspondí a su abrazo consolándole.

Al final decidimos regresar pero nos fuimos en mi auto, yo conducía y el superaba su shock en el asiento del copiloto. Su auto fue luego recogido por alguien a quien Logan le dijo que se había quedado varado.

Al regresar todos se sorprendieron al ver la velocidad en la que venía y al ver que íbamos los dos en un auto. Él se bajó y yo corrí a darle un fuerte abrazo a mi hermoso Jake.

-¿Qué ocurrió? –Preguntaron extrañados, Jake y Sam.

-Nada, mi auto se varó. –Corto Logan. Yo simplemente lo mire e instantáneamente adivine lo que estaba pensando.

-¿Segura? –Me hablo Jake. A lo que yo respondí asintiendo falsamente.