120.- vacations #2

2.6K 185 31
                                    

Nuestros labios se sincronizaron tan rápido que me sentí en casa otra vez, mentiría si no hubiera dicho que no lo extrañaba, porque si lo hacía y demasiado. Rick paso sus brazos alrededor de mi cintura y me elevo un poco del suelo, mis manos se apoyaron en sus hombros y con un ágil movimiento enrolle mis piernas alrededor de su cintura.

—Te extrañe demasiado —Murmuré.

—Yo igual —Respondió separándose un poco.

Ambos nos miramos brevemente antes de volver a unir nuestros labios, camino conmigo a través de la oficina para poder apoyarnos en una de las mesas que había. Entre ambos tratamos de empujar las cosas que había sobre esta para tener más espacio entre nosotros.

Solté un suspiro ahogado cuando sus besos comenzaron a descender concentrándose en mi cuello. Su agarre se volvió más suave ya que sus manos se encontraban explorando mi cuerpo sobre la tela que nos separaba. Pude oír como Rick soltaba un gemido ahogado en la cavidad de mi cuello. Mis manos buscaron los botones de su camisa para comenzar a abrirlos. Rick se acomodó mejor entre mis piernas y saco mi remera de manera rápida.

— ¿Sabes? Sigues siendo tan hermosa como siempre —Murmuró.

Saqué su camisa y la lancé al suelo, suspiré y me concentre en pasar mis manos –algo temblorosas- por su cuerpo. Sus manos en cambio se encontraban concentradas en abrir en pantalón y poder sacármelo, reí y lo ayude.

—Creo que también deberías sacártelo, digo para estar a la par —Dije.

—Si tú lo dices — Él rió y abrió en botón de sus pantalones.

—Así se hace sheriff.

Rick sonrió y se acercó a besarme otra vez, pero con más calma. Mis labios se abrieron dando paso a su lengua y así subiendo –otra vez- la intensidad del beso. Sus manos viajaron a mi espalda para poder dar con el broche de brasier.

— ¿Pero qué...? —Se separó con duda. Reí.

—Se abre por delante campeón.

—Estas cosas siempre arruinan el momento —Murmuró.

Antes de que pudiera volver su trabajo con el brasier, se separó nuevamente para dirigirse a la puerta de manera rápida y cerrarla con llave.

—No quiero que nadie nos encuentre así. Seria incómodo.

—Puedes dejar de separarte —Me quejé—, y me puedes hacer el amor de una maldita vez.

Rick rió y se acercó con una sonrisa, sus manos volvieron a mi brasier y por fin después de vagos intentos lo abrió. Paso una mano por mi piel desnuda y un estremecimiento recorrió mi piel. Baje sus bóxers con mis manos y por fin después de tres años volvimos a sentirnos piel con piel.

—Tres malditos años _________.

Sonreí y me acerque más, Rick me tomo entre sus brazos y entro en mi lentamente, nuestra respiración se entrecorto por la excitación del momento. Mis manos viajaron a su espalda para poder clavar mis uñas en su espalda, estaba segura que eso dejaría marcas como las leves mordidas que Rick dejo en mi cuello y clavículas. Ambos paramos un momento para poder acostumbrarnos a él otro, luego de unos segundos de gemidos ahogados, los movimientos comenzaron casi por inercia.

Los gemidos que Rick soltaba los trataba de esconder escondiendo su cara en la cavidad entre mi cuello y hombros o tratábamos de ahogarlos uniendo nuestros labios de manera breve.

Las suaves embestidas pasaron a tomar un ritmo más acelerado con el pasar de los minutos mientras que los gemidos se iban haciendo un poco más fuerte y ya no hacíamos mucho por esconderlos.

—Rick, nos pueden escuchar...

—Pues que lo hagan.

Mordí mi labio y mi acomode un poco mejor haciendo que Rick soltara un gemido un poco más fuerte. Las embestidas siguieron hasta que llegue al apreciado orgasmo.

—Espera un poco —Rick hablo algo entrecortado.

Segundos después él también se encontraba llegando al clímax, apoyo su frente en mi hombro mientras ambos tratábamos de regular nuestra respiración. Rick se alejó y paso una mano para agarrar algo que se encontraba a mis espaldas, sin previo aviso él me comenzó a limpiar para luego él también hacerlo.

—Sigues siendo un caballero Grimes.

—Siempre —Él sonrió.

Se agacho y comenzó a agarrar nuestra ropa para poder vestirnos, ambos comenzamos hacerlo en silencio dándonos solo rápidas miradas.

—Entonces... ¿te quedarás sólo tres meses? —Asentí.

—Es el tiempo que tengo de vacaciones.

— ¿Y después te irás? —Volví a asentir—, entonces harás lo mismo que antes.

—Te dije que me iría Rick... —Termine de vestirme y lo miré—, tú fuiste él que no quiso seguir con lo nuestro.

—Claro que no lo querría si nos separan miles de kilómetros.

—No dejaré mis sueños por estupideces Rick, menos por ti —Fruncí el entrecejo. Él abrió los ojos sorprendido.

— ¿Menos por mí? ¿Entonces soy una estupidez?

—No quise decir eso Rick —Suspiré.

—Pero lo dijiste —Murmuró—, igual que dijiste que volverías y tuve que esperar tres años por eso.

—Lo siento, pero en King County no podré cumplir mis sueños.

—Te amo, pero... —Tomó una respiración profunda y me observo—, ya no te puedo seguir esperando. Tal vez antes cuando éramos dos adolescentes idiotas que solo queríamos divertirnos, pero ahora ya no, tú tienes tus sueños y yo los míos —Su voz se quebró—, y veo que no se complementan, y que ninguno ve en el futuro al otro.

Mordí mi labio para evitar llorar y baje la mirada.

—Lo siento —Murmuré. Y me volteé para salir de la oficina. 

(*  *  *) 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

(*  *  *) 

Yep, tiene smut pero no final feliz.

Rick Grimes »One-Shots ↪EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora