Capítulo 32

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MATT 

— Espero que está vez el presidente no nos persiga o algo por el estilo — Cora rio ante mi comentario.

— Sería el colmo.

— Ojalá no tengamos problemas esta vez.

— No creo que tengamos tan mala suerte — y justo en ese momento, un ruido se escuchó en la camioneta. Me coloqué al costado de la carretera hasta que el auto no pudo más. Cora y yo nos miramos.

— Acabas de invocar la mala suerte, Cora.

— A mí no me culpes — bajamos el auto y abrí el cofre, haciendo que saliera humo y comenzáramos a toser.

— Creo que es el motor, esta camioneta es vieja y se está calentando mucho el motor.

— ¿Y qué vamos a hacer? De acuerdo a Google Maps estamos a 15 minutos de Washington.

— Apenas va a amanecer — dije mirando el cielo, comenzamos a viajar masomenos desde la media noche —. No creo que el servicio de emergencias en carretera esté en servicio ahora.

— Podemos esperar a que el motor se enfríe y al llegar a Washington ir a que lo revisen.

— Buena idea — subimos a la parte trasera de la camioneta, donde colocamos cobijas y nos acostamos, no queríamos dormir exactamente, pero en pocos segundos ya estábamos en un sueño profundo.

El ruido de la camioneta moviéndose nos despertó, Cora y yo nos miramos desconcertados, parecía que seguíamos dormidos, y cuando nos dimos cuenta, alguien estaba conduciendo el auto. 

— ¡Oiga! ¡Tiene gente acá atrás! — gritó Cora, pero el hombre que se encontraba adentro tenía la música a todo volumen —. Voy a entrar.

— ¿Te das cuenta que estamos en movimiento, verdad?

— ¿Te das cuenta que realmente no me importa? — Cora se sostuvo y con cuidado entró por la ventana del copiloto, sorprendiendo al hombre —. Hola, creo que se ha equivocado de camioneta — dijo Cora fulminando al hombre con la mirada, quien seguía un poco sorprendido.




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