Flashlight

Capítulo 35

CORA 

Finalmente me hospedé en el Washington Plaza Hotel, donde pensaba quedarme junto a Matt, pero eso creo que no pasará. Cómo ya era de noche, después de acomodar mis cosas me dirigí al bar, dónde pedí una simple piña colada. Revisé mi celular, tenía dos llamadas perdidas de Matt, las llamadas y mensajes de nuestros padres habían parado hace unos días. Fui a mi galería dónde las fotos de nuestra gran aventura que hasta ahora ha resultado un desastre estaban, viendo las fotos parecía que todo iba de maravilla, realmente nos veíamos felices. No pude evitar que se me escapará una sonrisa.

Me pregunto ¿dónde estará Matt? ¿Pensará venir también a este hotel? No le había dicho que quería quedarme aquí así que lo dudo mucho. A decir verdad estoy preocupada y me siento estúpida, no actué de la manera correcta y Matt estuvo en todo su derecho de decirme algo. No lo culparé por no ir detrás de mí, pero me hubiera gustado que lo hubiera hecho, y también me hubiera gustado no irme en primer lugar.

Regresé a mi habitación una hora después de tomarme mi piña colada y dar un paseo alrededor del hotel. Cuando regresé, recargado sobre la puerta se encontraba Matt, que me miró con sus ojos brillantes.

— ¿Cómo supiste que estaba aquí?

— No lo supe. Me hospedé hace un rato y te vi en el bar, así que te quise dar una pequeña sorpresa que tal vez sea desagradable para ti en estos momentos.

— ¿Pensamos igual verdad? Y de hecho, es una sorpresa agradable.

— ¿Enserio? ¿Ya no estás molesta?

— No tengo derecho a estarlo, fui una tonta y merecía que me dijeras todo eso, me hizo abrir los ojos. 

— No quise decir nada de eso.

— No te preocupes, solamente dijiste la verdad.

— En vez de decirte todo eso, debí ayudarte a actuar de la manera correcta, no debí criticarte.

— No quiero que me odies.

— ¿Por qué piensas que te odio?

— Soy insoportable, antes me lo decías.

— Pero jamás lo decía enserio. Ven acá — dijo abriendo sus brazos e inmediatamente me acerqué y dejé que me abrazara. Las lágrimas cayeron poco a poco, y los sollozos comenzaban a escucharse —. No llores — dijo Matt acariciando mi cabello —. Debemos estar felices, ahora estamos juntos de nuevo, hemos encontrado nuestro camino de regreso cómo siempre y podremos continuar con nuestra gran aventura — lo miré con una leve sonrisa mientras me limpiaba las lágrimas.

— Siempre encontraremos nuestro camino de regreso — fue lo último que dije antes de unir mis labios con los suyos.