13. Cambiar Mi Sangre

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-¡¿Ves lo que provocas?!- me gritó Brad mientras se metía un pedazo de papel higiénico a la nariz.

-¡Yo no fui el que empezó a decir mierdas, maldito homosexual!

-¡Tú eres el maldito homosexual!

-¡YO NO ERA EL QUE DECÍA QUE TUVO SEXO CONMIGO!

-¡DIJE QUE TE COGÍ! ¡NO QUE TUVIMOS SEXO!

-¡IGUAL, ES GAY! ¡ERES UN MARICA!- le grité y escupí en en el suelo. Me recordaba a Paul.

-¿¡AH, SÍ?! ¡VEN Y DÍMELO EN LA CARA, MALPARIDO!

-¡VOY A TERMINAR DE ROMPERTE ESA MIERDA DE NARIZ!

-¡HAZLO!

-¡BIEN!

Estaba a punto de tirarme encima de él y golpearlo, pero entonces la puerta de la oficina se abrió y entró la directora enojada. Nos miró seriamente a cada uno y después se sentó en el escritorio.

-Sus padres están avisados sobre lo que sucedió.

-¿Qué? Pero...

-¡Brad, silencio!

Él se sentó y calló, me miró y vi que tenía un poco de miedo y confunción.

-¡No puedo permitir que esto siga pasando en mi colegio! ¡Mucho menos entre ustedes dos!

-¡Él fue el que...!

-¡Silencio, Tim! ¡Tú ni siquiera deberías estar aquí!

-¡Usted dijo que si necesitaba hablar sobre algo, viniera con usted! ¡Y aquí estoy!

-Bien,- se cruzó de brazos y se recostó es su asiento acolchado -¿qué pasa?

Me levanté de mi silla y fui donde ella. -Los exámenes finales empiezan mañana y yo estoy expulsado. No tengo la materia completa ni puedo hacerlos. Me graduó el próximo año y no podré si no hago las pruebas. Exijo mi derecho de hacerlos.

-Bien...- se inclinó en la mesa y junto sus manos. -Brad, acercarte.- la miré con una ceja levantada y luego Brad. -Tim, el reglamento de la escuela me dice que todos los estudiantes expulsados no pueden hacer las pruebas si están la semana de ser aplicados. Sin embargo...

-¡Gracias!- dije emocionado.

-No dije que pudieras hacerlas.

-¿Eh?

-Le ayudarás a Brad y la nota que él saque, será la tuya también.

-¡¿QUÉ?!- gritamos los dos al mismo tiempo.

-¡No puede hacer eso!- dije.

-Puedo. Y ya lo hice. Soy la directora.

-Pero...- decía Brad.

-Está decidido.- se levantó y caminó a la puerta. -Queda perdonado y olvidado lo que pasó hace un momento en los vestidores.

-Pero...

-Los exámenes empiezan mañana a las 8.30, pero ustedes, o mejor dicho Brad, los hará el martes 21 a la misma hora. Tienen dos semanas.- salió del aula y yo sólo quería sujetarla y golpearla.

¡¿Cómo podía ser posible?!

¡¿AYUDARLE A BRAD?!

¡¿MI NOTA DEPENDE DE ÉL?!

¡Esto es increíble!

-Oye, yo...

-Cállate.- le corté.

SEÑOR PSICOLOGÍADonde viven las historias. Descúbrelo ahora