9. Mi Cabeza Está Bajo el Agua

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-¿Cómo es tu relación con tus amigos?

Me encogí de hombro y aparté la vista. -Bien, supongo.

-¿Has peleado con ellos últimamente?

-No.

-¿Has salido con ellos en estas vacaciones?

-No.

-¿Te has quedado es casa?

-Sí.

-¿Cómo...?

-¿Puedo irme ya?

-No, aún nos quedan 25 minutos, Tim.- maldije mentalmente y me deje deslizar por la silla hasta quedar recostado en ella. -¿Qué tienes?

-Nada, solo me quiero ir ya.

-¿Por qué?

De acuerdo, yo realmente estaba en el borde.

Me levanté de la silla y me senté inclinadamente mirándolo fijamente. -¡"¿Por qué?"! ¡Porque ya no aguanto ver tu cara! ¡Me estresas!

Parpadeó un par de veces mientras examinaba mi cara. -¿Qué bicho te picó?

-¡¿A mí?! ¡Tú deberías hacerte esa pregunta! ¡Desde que pasó eso estás serio, amargado, qué pasó contigo? ¡¿Vas a actuar como si nada pasó?!

Suspiró y se inclinó en la silla. -Te dije desde el principio que yo me tomo mi trabajo muy enserio.

Gruñí. Tal vez yo estoy haciendo un escándalo por nada. Tal vez parezca toda una adolescente en sus días, pero la verdad este último tiempo a sido horrible. Uno de los más horrible. ¿Saben lo que es perder a tus únicos VERDADEROS AMIGOS de toda la puta vida? Y de paso que maten a lo único que realmente te amó sin importar todo lo que fueras e hicieras.

-Disculpa.- me levanté lentamente de la silla y caminé a la puerta.

-¿A dónde vas?- preguntó Dasher un poco asustado.

Yo solo me moví más rápido a la puerta y la abrí, empezaba a ver turbio y tenía muchas ganas de llorar.

-Necesito... ir al baño.

Me dolió decir eso, fue unas de las últimas oraciones que oí de Carlos aquella vez. Abrí la puerta y corrí al baño al final del pasillo.
Algunas enfermedades y secretarias me miraban mientras pasaba rápido, otros pacientes me miraban como si estuviera más loco que ellos.

Cuando llegué al baño cerré la puerta con llave y me senté en el suelo a sollozar. Todo empezó esta mañana. No había sido necesario ver el calendario o el celular para saber que día era, tan sólo el amanecer y el viento agrio lo anunciaba.

Número uno: Hoy, hace dos años, a las 2:35am Carlos se suicidó por la presión de vivir un día en casa de su papá y otro en la de su mamá, y en una casa-hogar cristiana, de mentes abiertas, porque sus padres no aceptaron que fuera gay.

Los malditos de la escuela se burlaban de él, no solo porque fuera gay, sino también por ser latino. Eran unos grandes estúpidos.

Hacían bromas de mal gusto, le roban su tarea y dinero y lo golpeaban, él sólo nos tenía a Kyle y a mí. Y sabíamos sus problemas. En realidad su problema era bastante malo, cuando peleaba con su papá, iba donde su mamá, y viceversa. No le gustan la casa hogar, yo lo visitaban cuando iba ahí y siempre lloraba por lo despreciado que se sentía.

Sus papás se divorciaron y él no tenía un lugar donde vivir fijo, así que muchas veces al mes cuando él no aguantaba ningún lugar, iba a este lugar. Lo hubiera invitado a vivir o quedase conmigo, pero no quería que Paul le hiciera algo. Nunca me lo perdonaría yo mismo.

SEÑOR PSICOLOGÍADonde viven las historias. Descúbrelo ahora