Strangers

[20]

Lauren's Pov

Dejé todo y fui hasta casa corriendo, subí a la moto y me marché a casa de Camila. Tenía que verla, seguramente no me hablaría pero tenía que intentarlo.

Aparqué la moto y fui a paso rápido, llamé a la puerta y me abrió la que supuse que sería la madre de Camila. 

-¿Está Halc... El señor Cabello?

- Si ¿Lauren?

- La misma.- No podía mirar a la mujer, con la mirada buscaba por la casa a Camila, no sabía cómo acercarme a ella.

-Pasa. Alejandro te espera en su despacho. Por aquí.- Me guío hasta un puerta grande de madera que se abrió y pude ver los lujos que decoraban aquella habitación. No se como no me podía haber fijado en todo eso las dos anteriores veces que estuve aquí.

-¿Te gusta? Esto es lo que te podrían dar las apuestas pero no sabes acercarte a las personas que te convienen.

-¿Tú me convienes?- Solté una risa irónica y me senté en uno de los sillones frente a su mesa de escritorio donde al otro lado estaba él con un sobre de dinero.

- Te conviene quien te haga ganar dinero.- Me acercó el sobre que yo acepté y guardé en mi chaqueta. Me daba repulsión ese hombre pero tenía algo planeado.

-¿Dónde estaba?

-¿Camila?

-Claro.

No sabía que decir porque en realidad no sé quién se había hecho pasar por mi o quién me había hecho eso. Así que inventé.

-Me dijeron que solía ir bastante a caminar a un parque que queda bastante lejos de aquí así que fui y la encontré. No era muy difícil sólo tuve que mover algunos hilos.

-Perfecto. ¿Sabes si alguien la estuvo escondiendo en su casa? Ella no me quiere decir nada.- Lauren al escuchar eso pensó en si fue capaz de pegarle a Camila con el fin de sacarle información. Por cada pensamiento de esos, sus ganas por verla incrementaban.

-No. Por lo que tengo entendido vivía sola, dormía en pequeños moteles de cuatro duros.

-Vengonzoso. Me dan ganas de...

-¡No!- Lo señalé y me puse sería, igual demasiado pero me daba igual.- ¿Ya está contigo no? Pues ahora cuídala.

- ¿Me estás diciendo como educar a mi hija?

- Estoy diciendo que si no quieres que se te vuelva a escapar, tienes que cuidarla y tratarla bien.

-Jauregui... tienes agallas. Nadie nunca se atrevió a ser tan clara conmigo.- Me levanté y le extendí mi mano que apretó con mucha fuerza. Tenía que actuar rapido, el tiempo se me acababa.

-¿Podría hablar con su hija?

-¡Vaya! ¿Y por qué?

- Porque por la información que me diste, vi que tu hija se llevaba con uno que me debe dinero. Sólo quiero saber dónde vive.

-Jajajaja así me gusta. Veo que estás aprendiendo. Al final nos vamos a llevar bien y todo.- "Ni de puta coña me hago yo amiga tuya" Pensé.- ¡¡¡Sinu!!! Acompaña a la muchacha a ver a nuestra hija.

La mujer apareció en cuestión de segundos y me llevó a un cuarto perfectamente decorado.

-Ten paciencia. Igual no te quiere hablar. No está pasando un buen momento ¿Sabes?- La madre me dio una sonrisa triste y me dejó en aquella habitación. Era enorme y a un lado, frente a un gran ventanal, había una cama donde estaba Camila tumbada.