10: Parte uno.

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"tratar de llevarse bien"

Habían pasado tan solo tres días desde que ese pequeño demonio estaba viviendo en su casa, porque sí, JooHyun tenía el mejor plan del mundo que jamás había llegado a comentar con él pero si con la señira de la casa, era un plan muy calculado, tanto que sin problema alguno, su madre había aceptado sin dudar y ahora, tenía un compañero de habitación demasiado extraño.

KyungSoo podría tenet la forma de un humano en su totalidad, pero era aparente que no lo era, sus movimientos eran lentos y torpes, a veces se le olvidaba respirar, su piel era demasiado pálida y había algo de lo que nada más que él parecía darse cuenta, pero KyungSoo no comía más alla que cereal y agua, manteniendo una dieta tan extraña que él dejaba pasar, pues después de todo, no todos los días se vivía con una persona recién encarnada.

Justo como esa tarde, JongIn tenía que tratar de comprender y adaptarse a esa extraña vida con el chico recién nacido, pues aparentemente ni siquiera había llegado a la época de los noventas y no conocía más allá que los teléfonos y la radio; era un chico extraño, él cual no podía juzgar.

Esa tarde del martes, cuando llegaba de su clase de danza, vio a KyungSoo acostado en su cama, viendo lo que era un álbum de fotos donde toda su infancia y algo de su adolescencia pasada había sido guardada por su madre; realmente le importaba poco que viera sus fotos, pero todo se empezó a volver incómodo cuando le hablo.

— Me gusta este sueter que llevas aquí, es muy lindo.

KyungSoo vestía desde hace tres días la misma ropa, unos pantalones cortos demasiado flojos y una camisa el doble de su tamaño; a diferencia de JongIn el pequeño demonio era eso, pequeño, no parecía pasar del metro setenta, en realidad para el gusto de JongIn, era pequeño y gordito.

— Creo que aun lo tengo.— murmura en respuesta, sentándose a su costado mientras deja sus pertenencias en el suelo; debía ducharse pero tal vez debía tambien de tratar de llevarse bien con él.

La cabeza del demonio sube y baja en respuesta, en un movimiento lento mientras cambia de página y ahora selecciona unos pantalones, algo flojos pero bonitos que había usado en secundaria, en ese entonces le gustaba usar ropa comoda por lo que sus pantalones eran a veces mas grandes que él, pero eso le hacía sentirse comodo.

JongIn, si saber porqué, puso su mano en la cabeza del contrario, frotando sus cabellos antes de dirigirse a su closet y sacar una gran caja donde su madre solía guardar algunas prendas, con ello ese sueter de rayas que le había gustado salió y unos cuantos pantalones más que sin duda le lucirian bien. JongIn no estaba más que siendo una buena persona, lo cual era asombroso para alguien que solía quedarse callado ante una injusticia, pero ahora hasta había ofrecido su mano para llevarlo a la ducha.

El contrario había aceptado sin replicar, después de todo no olía mal, pero empezaba a creer en la necesidad de adaptarse a su vida humana.

— ¿Entonces solo presiono aquí?

— Sí, no es difícil... Solo haces eso y ya, dejaré toallas, ropa interior y una pijama en el tocador, sales cuando estes listo y ya.

Sabía que después de todo, su sentido razonable le decía que estaba hablando con un ser del inframundo, que extrañamente su amiga había traído a la vida, pero que ahora, después de todo, no parecía lucir como un mal sujeto. Tal vez, después de todo, los demonios no eran tan malos.

— Gracias, JongIn.

Invocando a Satanás. [kaisoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora