Invocando a Satanás. [kaisoo]

11: Parte uno.

"el pasado y una casa de madera"

Una vez, JongIn se rompió el dedo meñique de su pie al haber dado una vuelta sobre puntas mal posicionada, porque no estaba en un piso correcto y ni siquiera había calentado, con ello, solo llevaba dos días de haber tomado por primera vez ballet, así que el dolor que sufrió fue tanto que por la vergüenza de haber soltando el chillido más femenino posible, tuvo que cambiarse de academia para evitar las burlas de sus compañeras.

Justo esa historia le recordaba el día de hoy, cuando encontró a KyungSoo tomando sus caminas, oliendolas y gritando mientras se las lanzaba a su cara para justificar sus actos extraños contra sus pertenencias. KyungSoo solo gritaba una y otra vez con que él no había visto nada, pero claro que lo vio, incluso la joven JooHyun que había llegado para llevarse a ambos jóvenes en busqueda de pruebas.

— No preguntaré que es lo que han estado haciendo, pero necesito investigar más datos sobre el pasado de KyungSoo.— la chica murmuró desde el asiento del copiloto, mostrando los periódicos viejos que había logrado encontrar en internet.

A veces, JongIn quería tener la capacidad y concentración de la rubia para poder conseguir todo a primera hora sin problema alguno, más allá de los gastos que esta hacía para conseguir cada una de esas extrañas cosas.

— ¿Quieres decir que sabre qué fue de mi?

JooHyun asiente, dándole un trozo de un periódico viejo al pequeño demonio; ante la mirada de reojo que el menor de los Kim pudo darle antes de girar por la avenida principal hacía la comisaría, vio detalladamente algo que sin duda el conocía a la perfección.

Era una casa de madera que describió SeHun hace un largo tiempo, estaba tan desgastada y daba miedo, no era ni mucho mas grande que su propia habitación y decir que se encontraba camino al bosque detrás de la colina donde se encontraba su casa, era de esperarse que se encontrará en tal situación pues ya más de hace media década ese bosque había sido clausurado para hacer uno de los tantos parques nacionales de la ciudad, pero en cambio, fue cerrado y jamas abierto, excepto por Oh SeHun, quien solía correr por ahí algunas mañanas.

JongIn detuvo el auto cuando JooHyun se lo pidió, ya que sus indicaciones habían sido cortas y claras: "No salgan, yo haré todo." No era como si al moreno le interesara romper sus reglas, después de todo, el pequeño demonio parecía tener algo más interesante que hacer en vez de asaltar la comisaría en busqueda de archivos viejos y abandonados de hace mas de treinta años atrás.

— ¿Qué sucede, Soo?

Al preguntar, solo podía ver ese rostro nervioso, mordiendo su pálido labio que parecía que en cualquier segundo lo iba a romper; la inhumanidad de KyungSoo se estaba volviendo cada vez mas notoria al pasar de los días y temía tanto que esto fuera a notarse que solo le daba sudaderas grandes para poder cubrir hasta sus dedos, no era que temiera mucho por él en sí, pero no creía que fuera justo que todos lo miraran de forma extraña, después de todo, JongIn había conversado ya un bastante rato con él y no era tan malo como creía en realidad.

— Conozco este lugar... De una forma, siento que estuve ahí.