4: Parte uno.

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"amigos"

Los días sabado por la tarde, JongIn realmente no tenía nada que hacer más que estudiar, a veces leía u otras veces terminaba sacando una pequeña coreografía para despues subirla a internet y esperar a ser visto por algún famoso casa talentos que sin duda le daría trabajo haciendo lo que mas amaba hacer. Pero pensar en eso era soñar en grande, así que solo esperaba a que algo mágico pasará.

A pesar de que sabía que este sábado no iba a ser igual, pues una chica rubia había entrado a su habitación después de saludar a su madre y dejar un tazón se palomitas en uno de los muebles de su habitación. JooHyun había llegado antes de la hora estimada, aunque igual no le molestaba.

— Tengo una reunión con mi club de lectura así que traje unas pequeñas cosas para comunicarnos con tu amigo.—  la chica solo anunció dejando su mochila a un lado de su mesa de noche antes de terminar subiéndose a su cama y lanzarlo a un lado con la menor delicadeza posible.

JongIn podía observar que JooHyun era una chica bastante simple, pero eso lo dejaba de hacerle pensar que era misteriosa y sin duda había algo que le estaba ocultando, pero después de todo no preguntaría, JooHyun solo era la chica que había contratado para desaparecer al demonio de su habitación.

— ¿Esto es peligroso?

Su voz salió baja, viendo como la menor acomodada el tablero de madera sobra la cama en una forma en que el pequeño triángulo no se moviera para nada, todo con suma delicadeza, lo cual le hacía sentir de una extraña forma nervioso.

— No lo es, pero la gente sigue teniendo la absurda teoría de que atraes cosas malas, cuando no es así. Alguna vez, estos seres fueron como tu o como yo, vivos y felices...— los dedos de la joven acariciaron la madera de una forma melancólica antes de que esta aprendiera una vela e hiciera que las luces se apagaran.

JongIn hizo los mismos pasos que el domingo pasado había hecho; colocó su dedo sobre ese triángulo de madera y aguantó la respiración tan solo cinco minutos antes de murmurar esa icónica frase: Hay alguien ahí.

Podría haberse reído nuevamente como lo hizo aquella noche lluviosa, pero no lo hizo, al contrario, guardo silencio y su respiración se sostuvo en su estomago por al rededor de cinco minutos más antes de que la rubia volviera a repetir su frase y ahora sin duda alguna y demasiado preparado, el puntero se movió hasta la dulce e inofensiva palabra Sí.

— Uhm, ¿quieres ser nuestro amigo?

El puntero se sostuvo en su lugar, antes de que JongIn volviera a soltar un suspiró y se quisiera echar hacía atrás, pero se contuvo y solo chillo.

— ¿Te cae bien JongIn?

Sin esperar nada, absolutamente nada, el mismo puntero que estaba en esa dulce palabra , se cambió hasta la contraria en el extremo siguiente marcando un claro No, sin duda alguna, JongIn solo fruncio el ceño en desacuerdo.

Invocando a Satanás. [kaisoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora