Desconcertada y perdida en la línea del tiempo, desperté en un hospital, unida a una máquina y a un catéter, y este estaba conectado a dos bolsas, una con un contenido rojizo y espeso, parecido a la sangre, y otro de un color claro y transparente, parecido al agua.
Después de unos minutos de haber despertado, una señora de aspecto agradable entra a la habitación y me pregunta:
-Hola jovencita. ¿Cómo te sientes?
- ... ¿Dónde estoy?... ¿Quién es usted?... ¿Dónde está mi hermana?... ¿Y mi madre?...
La señora da una pequeña sonrisa mirando hacia el suelo y luego me dice:
-No podría decirte donde está tu madre, o tu hermana, pero lo que sí sé es que debes recuperarte.
Con estas palabras, la señora revisa la máquina a la que estoy conectada, arregla los líquidos y se retira de la habitación.
Débil y confundida, caigo de nuevo en un sueño profundo.
***
Horas más tarde, despierto, ya de noche. Ya no estaba conectada a esa extraña máquina o aquellos líquidos.
Me levanté de la cama y empecé a dar pequeños pasos alrededor de la habitación. Después, volví y me senté en la cama, y mi concentración se perdió entre mis pensamientos. Trataba de recordar todo lo que pude antes de llegar ahí. Desgraciadamente, no pude encontrar nada. Estaba a punto de volverme a sumergir en mis sueños, cuando afuera de la habitación se oye un grito.
Rápidamente, me asomo a la venta, atreves de las cortinas, que daba en dirección al pasillo. Ahí pude ver a la señora del aspecto amable otra vez. Con ella, estaba un niño, más o menos de siete años, quien cargaba en brazos, dormido.
Después, entraron a una habitación justo alado de la mía y luego, unas luces verdes invadieron el pasillo y parte de mi habitación. Se empezaron a escuchar gritos agudos y una respiración acelerada.
Minutos después, la señora salió. Y lo que vi me aterrorizo. Siguiéndola, estaba aquel niño de más o menos de siete años, pero ya no estaba dormido. Estaba lleno de sangre. La señora voltea hacia él y le da un bofetón y con este cae al piso. Pero aquel niño no se inmutó. Ni lloró. Ni replicó. Solo se puso de pie y continuó siguiéndola.
Miré con terror a la señora, que seguía caminando hasta el final del pasillo como si no estuviera pasando nada. Mis latidos se intensificaron y estaba a punto de gritar cuando...una voz joven me susurró:
-¡No!...no grites.
Miré a un lado y ahí, parado junto a la camilla, se encontraba un chico que parecía de mi misma edad. Tenía cabello de color oscuro, una piel de arena, vestía una chaqueta de cuero, una camiseta negra y unos pantalones verdes oscuros. Pero lo que más me llamaba la atención era sus ojos de un color amarillo miel.
Luego, sacándome de trance, me dice:
-¿Te pasa algo?
-¡No!... ¿Quién eres?¿Que haces en mi habitación?
-Estaba tratando de escapar, pero me encontraron y tuve que esconderme. Lo primero que encontré fue esta habitación.Me escondí debajo de tu cama mientras dormías, por eso no mo escuchaste entrar. Soy Steve...pero me puedes llamar "Stivi"...nunca grites...la última persona que grito, nunca la volvieron a ver-Luego, cambiando de tema de conversación, me pregunta: -...¿Me dirías tu nombre?
-Lo siento...no lo recuerdo-le dije con intención de mentirle. Era un completo extraño y no me sentía confiada en decirle ni mi nombre. Después, cambie el tema con otra pregunta.-¿Me podrías decir dónde estoy?
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El Apocalipsis: El Diario de una Adolescente
Teen FictionEl Apocalipsis: El Diario de una adolescente se trata de una historia llena de emociones donde la protagonista se verá envuelta en una aventura, por culpa de extraños sucesos que sobrepasan los límites de lo "natural", por proteger a su hermana y en...