El Apocalipsis: El Diario de una Adolescente

Capítulo 7- El Comienzo de una Vida Nueva

Viernes 21 de octubre

A la mañana siguiente, al salir el sol, le conté a mi hermana lo que había sucedido mientras ella dormía. Muy confundida y enojada me preguntó:

-Y... ¿por qué tenemos que ir?

-Porque la vida de muchas personas inocentes está en juego, especialmente la vida de nuestra Tierra. Si no lo ayudamos, nuestro mundo será destruido y todos moriremos.

Luego, ella me mira a los ojos y su mirada me dice... "¡Hagámoslo!".

Nos adentramos al frondoso bosque. Los pájaros cantaban y la humedad de los árboles se podía sentir en la piel. Solo caminamos unos minutos cuando llegamos a una carretera. Al otro lado se encontraba una tienda de gasolinera abandonada. 

-Quizás ahí podremos encontrar algo de plástico-. dijo 2.4

Lo miré con ojos de decisión y después cruzamos la carretera.

Al entrar, dándole patadas a la puerta, le dije:

-Rebusca por ahí para ver si encontramos algo de plástico. Yo buscaré en las estanterías de la bodega.

Y después dirigiéndome a Alia, le digo:

-Escóndete detrás de aquel refrigerador y no te muevas. Avísanos si vez a alguien.

Empecé a buscar por todas las estanterías y cajones. Las de la bodega y las de afuera. Estaban llenas de comidas, bebidas y materiales útiles, pero nada de lo que andábamos buscando. Al parecer estábamos muy distraídos buscando porque no nos dimos cuenta de lo que estaba pasando afuera:

-¡Ahh!...se escucha un grito.- ¡Ayuda!

2.4 y yo nos miramos entre sí y luego me percaté:

-...¡Alia!...

Corrimos hacia la entrada. Allí pudimos presenciar lo que no queríamos ver. Un alíen grande y repulsivo estaba parado junto a la puerta, sosteniendo a Alia con sus fuertes y babosos tentáculos y levantándola por los aires.

-¡¿Qué es eso?!-grité

-¡Son Xorxs!... ¡Mi ejército los usa como rastreadores!-gritó 2.4

Miré con ojos de furia al "Xorx" mientras le decía:

-¡Oye tú!... ¡Deja a mi hermana en paz!

Con estas palabras, el Xorx baja a Alia al suelo y ella corre a esconderse en la bodega. Luego, el Xorx pega un grito estremecedor y grave y con este, le da un golpe a 2.4 con uno de sus tentáculos, que lo manda a volar por los aires y caer encima del mostrador de vidrio.

Después, lanza uno de sus tentáculos hacia mí, pero ágilmente lo esquivo y corro a esconderme atrás de él.

El Xorx quedó confundido, por no saber de mi paradero. Mientras yo estaba en su espalda, pude notar que cargaba una especie de pistola, cargada, en una correa atada a su cintura. Agarré aquella pistola velozmente y le doy un disparo justo por detrás. El Xorx explota. El lugar queda cubierto de su viscosa sangre verde y con él, nosotros.

Mi conciencia se quedó congelada, mirando la viscosa verde que corría por todo mi cuerpo, pero luego volví a la realidad.

Corrí hacia donde estaba 2.4.

-¿Estas bien?...-le decía agitándolo por los hombros.- ¡Despierta!

Al ver que no despertaba, tomé medidas más drásticas...

-¡Plaff!-lo cacheteé. De una vez reaccionó.

-¡Au! ¡Que fue eso!

-Una cacheteada...no despertabas...