Capitulo 13

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Narra Martín

Miré a Juan, quien se encontraba sentado a mi lado con la cabeza apoyada en mi hombro, sonreí por enésima vez al verlo tan cómodo conmigo. Nos encontrábamos en la sala mirando una película, la cual dejé de prestarle atención en la mitad, justo en el preciso momento en el que Juan recostó su cabeza en mi hombro.

-Oye, Martín-levantó la vista hacia mi-¿qué tal si nos acostamos? Supongo que estaremos más cómodos así-no esperó a que contestara, simplemente me tomó de los hombros y me acostó, para luego acostarse a mi lado colocando su cabeza sobre mi pecho, rodeé su cintura con mi brazo pegándolo más a mi cuerpo. Se me hizo imposible volver a concentrarme en la película, solo podía pensar en la cercanía de su cuerpo con el mio. Respiré profundo sintiendo su perfume y cerré los ojos; realmente me gusta tenerlo nuevamente de esta manera, he extrañado mucho estar así con él.

-Quisiera que esto durara para siempre-¿lo he dicho o lo he pensado? Abrí los ojos y miré a Juan, él me miraba sorprendido, pero pronto se dibujó una sonrisa en su rostro, mi cara comenzó a arder; no estoy acostumbrado a decir cosas así-lo siento, no quise decir algo así, es solo que...-

-No te disculpes, Martín-me interrumpió-pienso lo mismo que tú, pero ambos sabemos que esto no puede durar tanto-suspiró-sabes que esto no es más que un desquite por lo que sucedió con ella-desvió la mirada-quiero que te quede claro, Martín, no quiero que te ilusiones de más-inevitablemente solté un suspiro de resignación mezclado con decepción, el cual hizo que Juan me mirara-de verdad lo siento, Martín-se sentó en el sillón dándome la espalda.

-No te preocupes-forcé la mejor sonrisa que pude; sabía perfectamente porque era todo esto, porque me correspondía a los besos, incluso porque me besaba él, pero escuchar decirlo, escuchar que me lo confirme es como recibir un baldazo de agua fría. Es como si hubiera recibido un golpe. Me levanté y me dirigí al baño, solté un suspiro sintiendo un nudo en la garganta. Ya no soy un niño como para llorar por una desilusión, pero, aun sabiendo aquello, las lágrimas comenzaron a resbalar por mis mejillas, las cuales sequé con el dorso de mi mano, me mojé la cara y luego me miré al espejo cerciorándome de que no se me noté la decepción en el rostro. Salí después de unos minutos y volví a la sala, Juan ya no estaba sentado en el sillón, pero no se me hizo difícil saber que estaba en el balcón dado que podía ver su silueta a través de la cortina cerrada. Supongo que necesita algo de tiempo para él mismo.

Pocos minutos después volvió conmigo, no parecía estar cómodo aquí ahora, parecía querer irse nuevamente a su casa, solté un suspiro, para luego desviar la vista de él.

-Te ha caído mal lo que he dicho, ¿verdad?-volví a suspirar; ¡mierda!, se ha dado cuenta de eso-lo siento, de verdad, Martín-esta vez el que suspiró fue él-no volveré a tener ese tipo de trato contigo. Es mejor que solo te trate como amigo para no lastimarte-lo miré rápidamente. No quiero que me vuelva a tratar como un amigo, por fin había logrado que me correspondiera los besos y ahora se está echando para atrás. Abrí la boca para contestarle algo, pero finalmente me quedé callado.

-Está bien-fue lo único que pude decir, él me dedicó una pequeña sonrisa de lástima.

-No pongas esa cara, Martín, sé que encontrarás a alguien más-no quiero a alguien más, te quiero a ti-seguro encontrarás a alguien que te quiera y te cuide-tú puedes hacer eso, pero no quieres hacerlo. Me quedé callado, simplemente me tragué mis palabras y asentí ante lo que me decía sintiendo un nudo en la garganta.

Pasé el resto del día fingiendo estar bien, riéndome cada vez que debía y tratando de aparentar que lo que ha dicho no me afectó en lo absoluto. Si quiere que sea su amigo, lo seré y trataré de reprimir todo lo que siento él.

Más allá de la amistad [2da Temporada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora