Capitulo 21

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Narra Martín

Han pasado una semana desde que Juan y yo arreglamos las cosas, hemos vuelto a convivir en mi departamento y, salvo las insistentes llamadas de Sol, hemos estado tranquilos. Dado que en un par de días es noche buena, hemos aprovechado esta tranquilidad para organizar lo que haríamos ese día.

-¿Qué haremos si Sol insiste ese día? Digo, no quiero arruinarle navidad a tu madre-dijo cuando me acerqué a él, Juan se asomó por el balcón mirando hacia la calle que encontraba bajo nosotros-tu madre a esperado siete años para tenerte una navidad con ella, me sentiría mal si la loca de mi ex se aparece y arruina todo-tomé su mano y la acaricié con el pulgar, su mirada se dirigió a mi al hacer esto.

-Tú tranquilo, ¿sí? Aún quedan algunos días, podemos arreglar eso-apretó un poco mi mano con una pequeña sonrisa en el rostro, besé su mejilla consiguiendo que su sonrisa se ampliase.

-Está bien-me abrazó colocando su cabeza en mi pecho-gracias por aguantar esto. Prometo que hablaré con ella y le haré entender que solo quiero estar contigo-dicho esto, me besó, al cual correspondí al instante. ¿Cómo he podido pasar tantos días sin poder probar sus labios? Podría afirmar y reafirmar que no podría vivir sin el sabor de sus besos. Tomé su cintura acercándolo más a mi cuerpo intensificando el beso. Cosa que solo logré por unos segundos, dado que, de repente, el celular de Juan comenzó a sonar, al instante nos separamos, mirándonos con miradas de resignación; sabemos perfectamente quien es y por qué llama sin necesidad de ver el vendito aparato, pero, aún así, Juan sigue mirando la pantalla, para luego suspirar y soltar un "es Sol". Aquello se había vuelto nuestra rutina hace un par de días y, sinceramente, comenzaba a molestarme bastante, a tal punto que contestaría solo para decirle que ella no es la dueña de Juan, que él ya ha decidido con quien quiere quedarse, pero he contenido las ganas de hacerlo todo este tiempo, prefiero que él sea quien le diga las cosas de frente y sin miedo-lo siento, esta chica realmente es persistente-soltó un suspiro pesado sentándose en uno de los sillones individuales que tenemos en el balcón-estoy realmente harto de que nos arruine el tiempo que estamos juntos-bufó luego de decir esto, me acerqué y, poniéndome de cuclillas frente a él, tomé sus manos.

-Tranquilo, ¿sí? A mi también me molesta que nos interrumpa, pero solo tenemos que esperar a que estés listo para enfrentarla. Me aguantaré el tiempo que necesites para tomar valor para hablar con ella-besé su mejilla, recibiendo de su parte una pequeña sonríe y luego un abrazo. A pesar de que me moleste esta situación, tengo que permanecer calmado y contenerlo, sé perfectamente que esto es el doble de difícil para él.

Nos quedamos en el balcón hablando y disfrutando de la brisa de verano hasta que calló la noche. Juan parecía haber dejado de lado aquello que le molestaba, puesto que se veía más alegre, reía por todo y hacía bromas como siempre. Cuando se hizo más tarde, decidimos entrar y seguir nuestra conversación dentro.

Las horas pasaron dando paso a la madrugada, Juan ya se había quedado dormido hacía un par de horas mientras mirábamos una película. Yo, por mi parte, me dediqué a contemplar lo tranquilo que está en este momento; me gustaría verlo así siempre, me gustaría que nada lo preocupase y estuviera tan apacible como ahora.

Acaricié su cabello sintiendo como se acomodaba colocando su cabeza en mis piernas, sonreí como idiota al verlo. Decidí levantarme con cuidado para no despertarlo, lo tomé en brazos y, aún con sumo cuidado, lo llevé hasta el cuarto que compartíamos, para luego acostarlo en la cama, luego de acostarlo, me acosté a su lado y lo contemplé unos minutos más hasta que el sueño me venció.

Desperté sintiendo un leve roce en mi mejilla, sabía que se trataba de Juan así que decidí solo acomodarme; anoche me quedé varías horas mirándolo, aún tengo sueño y no tengo muchas ganas de levantarme. Me acomodé acercando más a mi su cuerpo, mientras Juan se dedicaba a jugar con mi rostro, delineando delicadamente en contorno de este, haciendo que, de vez en cuando, sintiera algunas cosquillas.

Más allá de la amistad [2da Temporada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora