Capitulo 18

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Narra Juan

Me sentía algo triste, desanimado. A pesar de haber hecho o que quería, sigue siendo algo doloroso haber terminado con ella, no porque vaya a extrañarla, sino por todo lo que hemos pasado juntos. Miré a Martín, él estaba durmiendo plácidamente, puesto que eran las cuatro de la mañana.

-Lamento estar así-susurré acariciando su mejilla, para luego besarla-prometo que olvidaré todo lo de ella pronto-volví a susurra soltando un suspiro. Me acomodé en su pecho abrazándome más a él, respiré profundo inspirando su aroma. Cerré los ojos aún sintiendo a mi cabeza siendo atormentada con los miles de recuerdos que tengo con Sol, los cuales ignoré lo más que pude hasta quedarme dormido.

Desperté cuando sentí a Martín levantarse, abrí los ojos con mucha somnolencia, tomé mi celular y miré la hora con algo de dificultad, eran apenas las nueve de la mañana, tiré el celular nuevamente en la mesa de luz y volví a desplomarme en la cama, escuché una pequeña risa al hacerlo, pero no me volví hacia Martín.

-Prepararé el desayuno, tu duerme un poco más-me dio un pequeño beso en la frente-veo que estás bastante cansado-revolvió suavemente mi cabello y se dispuso a irse, pero antes de que lo haga, extendí mis brazos y rodeé su cuello haciendo que se acercara nuevamente-¿qué sucede?-no contesté, simplemente lo besé. Poco después me separé de él y observé su rostro, él me dedicó una pequeña sonrisa mientras se sentaba al borde de la cama junto a mi-¿te sientes mejor?-preguntó acariciándome la mejilla, yo solo asentí desviando la mirada.

-Ahora lo estoy-solté un pequeño suspiro-me he quedado hasta tarde por estar pensando en ella-evité tanto como pude el mirarlo a la cara, sé que no le es muy grato que le diga algo así. Él me tomó del mentón e hizo que lo mirara.

-No pongas esa cara, Juan, no te preocupes por como me pueda sentir yo-acarició mi mejilla-lo importante es que tú estés bien, lo único que quiero es que superes esto, y si te lleva un año en superarlo voy a aguantarlo-sonreí como idiota al escuchar aquello. No le contesté, me limité a abrazarlo colocando mi cabeza en su pecho, él me acarició el cabello. Permanecimos así un par de minutos, yo cerré los ojos y me acomodé más en su pecho-¿te encuentras bien?-dijo Martín de repente, yo solo asentí sin mirarlo-¿seguro?-volvió a preguntar, esta vez si me volví a mirarlo; sé que se preocupa cuando no le muestro mi rostro, cree que le oculto como me siento en realidad.

-Sí, no te preocupes-le mostré una pequeña sonrisa, para luego darle un corto beso, él volvió a sonreírme.

Luego de aquello, me dirigí al baño a higienizarme, mientras que Martín se dirigía a la cocina para preparar el desayuno. Cuando estuve listo, bajé y me recosté contra el marco de la puerta de la cocina, él parecía no haberse percatado de mi presencia, así que me dediqué a observarlo en silencio. Ha cambiado mucho en este tiempo, casi no se ve como aquel niño que conocí hace siete años; en ese entonces era algo más inmaduro e infantil, pero siempre lograba mantenerme bajo raya cuando me enfadaba con alguien. Sonreí al recordar esto último.

-¿Qué pasa? ¿Por qué sonríes tanto?-pegué un pequeño salto en mi lugar desviando rápidamente la mirada hacia él; me encontraba tan ensimismado que no me había dado cuenta de cuando se volvió a mirarme.

-No es nada-le respondí rápidamente-¿quieres que te ayude en algo?-cambié rápidamente de tema, él negó con la cabeza y llevó hasta el comedor lo que había preparado.

Una vez que terminamos de desayunar, decidí salir a caminar; necesito olvidar a Sol y lo necesito ahora, no puedo dejar que esto estropeé mi nueva relación con Martín, no después de todo lo que pasamos y luego de que él haya perdonado todo lo que le he dicho.

Más allá de la amistad [2da Temporada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora