Capitulo 8

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Narra Juan

Siento mi cara arder, tengo a Martín tan jodidamente cerca mio, tengo dos paredes a mis lados y una a mis espaldas, estoy acorralado. Él acortó la distancia que hay entre nosotros, sus labios rozan los míos y su aliento choca contra mi mejilla. Esto está mal, no debo dejarlo, pero mi cuerpo no reacciona.

-¡Mierda! Tengo que apartarlo-pensé en cuanto me besó, pero no lo hice, para lo único que mi cuerpo se movió fue para colocar mis manos en su pecho-esto está mal, está muy mal-me repetía una y otra vez, pero no podía detener el beso, no podía apartarme de él. Poco después de unos minutos, nos separamos, él me miró con expresión de arrepentimiento en el rostro.

-N-no me mires así-desvié la mirada avergonzado por lo temblorosa que salió mi voz-y-ya lo has hecho, y-ya me has besado-acarició mi mejilla tratando, imagino, de que lo mire, pero no lo logró, me daba mucha vergüenza mirarlo.

-Lo siento, sé que no debo hacerlo, pe...-lo interrumpí antes de que siguiera arrepintiéndose.

-N-no te disculpes luego de que lo hiciste-solté un pequeño suspiro-y-ya no importa-él me tomó del mentón, esta vez, consiguiendo que lo mire.

-Sé que no me quieres ya, sé que estás enamorado de otra persona-soltó un suspiro-lamento haberte besado, tal vez hubiera sido mejor que no haya vuelto-se apartó de mí, pero, ni bien lo hizo, lo abracé. No estoy seguro de lo que estoy haciendo, no sé que hora será, tal vez mi novia vuelva pronto; ¡¿qué más da?! Ya dejé que me bese veces.

-N-no me importa que lo hayas hecho-coloqué mi mentón en su pecho para mirarlo-lo hecho, hecho está, no creo que sea un error que hayas vuelto. Tampoco quiero que lo pienses, no quiero que te vuelvas a ir y desaparecer como lo hiciste-contuve las lágrimas que comenzaban a acumularse en mis ojos-quiero que sigas estando en mi vida-escondí mi rostro en su pecho sintiendo mis mejillas arder por lo que acababa de decir. Sentir cómo posaba su mano en mi cabeza y acariciaba mi cabello. A pesar de los años que han pasado, él seguía siendo más alto que yo, por bastante, así que, no se me hacía difícil colocar mi cabeza en su pecho, tal como Sol hace conmigo. Tampoco se le hace muy difícil a Martín cubrirme con solo abrazarme.

-Si así lo quieres, me quedaré contigo por mucho tiempo-sonreí sin poder evitarlo al escuchar aquellas palabras-bien, será mejor que me vaya, tu novia debe de estar por regresar-dijo separándose de mí, asentí dirigiéndole la mirada, él me besó en la mejilla, para luego salir del edificio. Volví a mi departamento con la mente revuelta, no tenía muy en claro si era por culpa del beso o por lo que se me había ocurrido decirle. Salí al balcón y miré hacia la calle, me dediqué a observar a las personas y los autos pasar, trataba de distraerme, pero me era imposible.

-¿Te gusta ver la gente pasar?-me sobresalté al sentir su voz junto con sus brazos rodearme la cintura-¿te aburrías sin mí?-preguntó mi novia girándome para verla; rogué que no se diera cuenta de que algo me pasaba, rogué que pensara que todo estaba bien, aunque, evidentemente, no lo estaba.

-Sí, me estaba aburriendo sin ti-la tomé de la cintura acercándola a mí, ella me dedicó una sonrisa cruzando sus brazos por mi cuello, me acerqué a su rostro, plantándole un beso, el cual correspondió al instante.

-¿Por qué no se siente igual? ¿Por qué no sabe cómo cuando beso a Martín?-pensé separándome de ella bruscamente, más de lo que era necesario para que no me preguntase si sucede algo. Antes de que me dijera algo, besé su mejilla y me dirigí al cuarto dónde tenía mi computadora y guardaba mis videojuegos, me encerré allí, me senté frente a mi computadora y me quedé mirando la pantalla apagada por un rato. No puedo pensar claramente, estoy un tanto aturdido por lo que ha pasado.

Más allá de la amistad [2da Temporada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora