Capitulo 16

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Narra Juan

Estoy nervioso, no he estado en esta situación con un chico desde que Martín se fue, esto me pone tenso aun sabiendo que él sabe cómo tratarme. Ha pasado tanto tiempo que seguramente dolerá tanto como la primera vez que tuvimos sexo.

-Cuando quieras que me detenga, lo haré. No quiero que la pases mal-asentí sabiendo que no me detendré una vez que empiece, que no podré decirle que pare cuando comience a tocarme. Martín se puso sobre mí y comenzó a besar mi cuello, haciendo que suelte leves gemidos. Mordisqueó y marcó mi cuello a su antojo hasta que comenzó a sentirse raro para ambos, cuando eso pasó, me quitó la camiseta y pasó a hacer lo mismo que antes en mi pecho y abdomen. Un escalofrío recorrió mi cuerpo cuando se centró en lamer uno de mis pezones; nunca antes había hecho esto, era una sensación rara, pero placentera a la vez, así que, a pesar de los escalofríos que me causaba, lo dejé continuar-parece que te gusta que haga esto-lo miré y él sonrió-no has parado de gemir desde que comencé y aún no he tocado tu punto más sensible-mi cara comenzó a arder y esta vez no era por la calentura, sino por la vergüenza que me causaba lo que acababa de decir, él volvió a esbozar una sonrisa-eres tan lindo cuando te sonrojas-dicho esto me besó, volviendo a tocar mi torso, bajando sus manos lentamente hasta mi pantalón dónde detuvo sus manos; a pesar de que llevaba un pantalón de gimnasia, este realmente me apretaba. Solté un gemido cuando sentí su mano pasar sobre el bulto en mi pantalón, en su rostro se formó una sonrisa socarrona al escucharme.

Como si se tratase de una tortura, él pasaba su mano lentamente por la erección que comenzaba a dolerme bastante bajo la tela. Se mantuvo torturándome hasta que por fin bajó las prendas que tanto estorbaban.

-Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que hicimos esto-comentó, yo solo asentí-¿estás seguro de querer hacerlo conmigo luego de tanto tiempo?-volví a asentir; lo ha preguntado tantas veces ya que si me arrepiento es por su culpa-está bien...-dijo un tanto vacilante, para luego levantarse, se acercó a la mesita de luz y buscó algo. Imaginé que es lo que estaba buscando, pero me desorienté completamente cuando sacó una pequeña botella transparente junto con un pequeño paquete plateado. Cerré los ojos unos segundos y respiré profundo cuando se posicionó entre mis piernas, se puso el preservativo y luego abrió la pequeña botella, vertiendo su contenido en su mano. Un poco titubeante, pasó su mano por mi entrada haciendo que me estremezca al sentir el líquido. Comenzó a prepararme, primero metiendo un dedo con cuidado y luego metiendo otro cuando al fin me había acostumbrado al primero; se nota que ha aprendido sobre cómo hacer esto, no como la primera vez que estuvimos en esta situación.

Cuando al fin estaba preparado, él sacó sus dedos de mi interior, tomó mis piernas por la parte posterior y las colocó en sus hombros; por la poca elongación y flexibilidad que tengo esta posición no es la más cómoda. No pude reparar mucho en la posición, ya que, de repente, sentí un dolor punzante en las caderas, haciendo que suelte un gemido de dolor. A pesar de que me ha preparado, no pudo evitar que yo sintiera dolor como la primera vez.

-¿Estás bien?-preguntó, yo me limité a asentir; sí, siento dolor, pero no haré que pare ahora-comenzaré a moverme, ¿está bien?-volví a asentir, sintiéndolo, acto seguido, moverse en mi interior, haciéndome soltar gemidos.

Al principio, sus embestidas eran lentas, pero no tardó mucho en aumentar el ritmo y la fuerza, haciendo que nuestros gemidos sean lo único que se escuchara retumbar en la habitación. Al cabo de un rato bajó mis piernas de sus hombros y me tomó de la cintura.

-M-Martín...-lo nombré entre gemidos cuando sentí que sus embestidas iban más profundo en mi interior. Llevó su mano a mi miembro masturbándome siguiendo el ritmo de las embestidas haciéndome jadear.

Más allá de la amistad [2da Temporada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora