Capitulo 17

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Narra Martín

Juan se estaba tardando bastante en el cuarto así que, luego de disculparme con mi madre, subí a la habitación y toqué la puerta sin recibir respuesta del otro lado, esperé unos instantes para luego volver a tocar la puerta, nuevamente no recibí respuesta por su parte. Decidí entrar al cuarto, al hacerlo me encontré con él cubriéndose el rostro, rápidamente me acerqué a él.

-¿Qué sucede, Juan?-le pregunté poniéndome en cuclillas frente a él, Juan no apartó sus manos de su rostro, pero aun así sabía perfectamente que no se encontraba bien. Me acerqué a él y lo abracé, él colocó su cara en mi hombro soltando un suspiro.

-Sol me llamó, quiere que regrese con ella-me separé rápidamente de él y miré fijamente su rostro; no de nuevo, no quiero perderlo apenas logré volver con él-no pongas esa cara-puso sus manos en mis mejillas y acarició una con su pulgar-sé lo que estás pensando y no lo haré-soltó un suspiro.

-¿Qué harás entonces?-pregunté con el semblante serio, él desvió la mirada de mi rostro.

-Quiero que vengas conmigo, no quiero enfrentarme a ella solo-asentí, su rostro se relajó un poco, haciendo que su expresión de preocupación se relajase poco a poco.

-Ahora cálmate, ¿sí? Mañana iremos a buscar tus cosas a la casa de Sol-tomé sus manos-ahora volvamos con mi madre, ella tiene muchas ganas de hablar contigo. Además, eso ayudará a que te distraigas-él asintió, le di un corto beso, para luego salir de la habitación y volver con mi madre.

Pasamos casi todo el día con mi madre, Juan parecía estar entretenido hablando con ella, así que traté de retener a mi madre hasta que se hizo de noche, cuando ella decidió irse. Una vez que nos quedamos solos, Juan se ocupaba de lavar los platos que habíamos usados en el almuerzo mientras que yo me ocupaba de ordenar el comedor y la sala. cuando terminé me dirigí a donde estaba él.

-¿Estás mejor?-le pregunté abrazándolo por la espalda, él no contestó, simplemente continuó con lo que hacía-Juan-lo nombré colocando mi mentón en su hombro, él detuvo lo que estaba haciendo y soltó un suspiro.

-Gracias, Martín-se separó un poco de mí, se giró para mirarme y rodeó mi cuello con sus brazos-si no fuera por ti y tu madre seguramente seguiría lloriqueando por los rincones-me mostró una pequeña sonrisa.

-No tienes que agradecerme, ya sabes que lo único que quiero es que estés bien-pude notar que, luego de decir aquello, en sus mejillas comenzaba a aparecer un pequeño sonrojo, sonreí al verlo así; sigue siendo tan vergonzoso como cuando éramos niños, cosa que, aún hoy, me parece realmente tierno-eres realmente lindo cuando te sonrojas-dije tomando su rostro entre mis manos, para luego darle un corto beso en los labios.

Me quedé observándolo como idiota hasta que sentí como se aferraba a mi cintura y colocaba su cabeza contra mi pecho uniéndonos en un abrazo. Es extraño que Juan esté tan cariñoso, pero sé que es por lo que pasó con Sol antes, así que, por más extraño que me parezca que esté así, voy a estar con él para cuidarlo y tratar de animarlo. Lo rodeé con mis brazos correspondiendo a aquel abrazo, tratando de confortarlo al menos un poco.

Luego de pasarnos unos minutos en silencio abrazados, decidimos ir a mi cuarto a ver cualquier programa que encontremos en el televisor, cualquier cosa con la cual Juan se distrajera un poco; no quiero que esté pensando tanto en que mañana se enfrentará con la chica que lo engañó en su cara, sé que no es lo mejor ni para él ni para nadie.

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-Martín, levántate-escuché su voz mientras me sacudía levemente-¿irás conmigo?-asentí aún dormido-entonces levántate de una vez-me giré dándole la espalda; aún tengo sueño, anoche me he quedado despierto hasta tarde pensando en cómo debía distraer a Juan una vez pase todo, sé de sobra que se quedará pensando todo el día en ella-¡Martín!-me llamó subiendo considerablemente la voz, yo me senté rápidamente en la cama volteando a verlo-era hora de que decidieras despertarte-me regañó tirándome una camisa a la cara junto con un jean, tomé las prendas y, con toda la pereza del mundo, me levanté para luego dirigirme al baño. Luego de ducharme y alistarme, salí, Juan estaba sentado en la cama mirando su celular, seguramente está hablando con Sol, o al menos eso parece por la cara que tiene en este momento.

Más allá de la amistad [2da Temporada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora