Narra Martín
Me desperté sintiendo algo moverse entre mis brazos, abrí los ojos con pesadez, parpadeé un par de veces puesto que la luz que entraba por la ventana me cegaba un poco. Cuando pude ver con un poco más de claridad, noté que Juan se encontraba acurrucado entre mis brazos, sonreí al verlo dormir tan apacible contra mi pecho. Acaricié su cabello con suavidad para que no se despertara. Al cabo de unos minutos, me levanté con sumo cuidado, me dirigí al baño para ducharme y luego volví a la habitación a preparar mi bolso para entrenar luego. No pasaron ni dos minutos que sentí unos brazos rodearme la cintura por atrás.
-¿A qué hora te levantaste?-escuché su voz adormilada-¿por qué no haces eso después?-se separó un poco de mi dándome a entender que quería que lo mirara y así hice, me giré y miré su rostro con una pequeña sonrisa; Juan se veía bastante adormilado-ven acuéstate un rato conmigo-tomó mi mano y me llevó hasta la cama, lo tomé de la cintura, lo acosté, para luego acostarme a su lado, él se acurrucó contra mi pecho como lo había hecho antes-he estado pensando...-dijo de repente tomándome por sorpresa-¿por qué...?-dejó inconclusa la pregunta, esperé unos instantes a que terminara la pregunta, pero no lo hizo.
-¿Por qué qué?-pregunté bajando la mirada intentando ver su rostro que se me dificultaba ver a causa de su flequillo.
-¿L-lo intentamos de nuevo?-me dirigió la mirada tímidamente, sus mejillas se encontraban sonrojadas; realmente se ve lindo en este momento.
-¿Estás seguro de querer intentarlo de nuevo?-pregunté volviendo a centrarme en la conversación-digo, no es que no quiera-dije rápidamente al ver la mueca que se había formado en su rostro-has visto a Sol siéndote infiel y sé que aún te enoja un poco el hecho de que me he ido por siete años-él apartó la mirada de mi rostro soltando un suspiro-Juan, sabes que lo que más quiero es que volvamos a ser pareja, pero quiero que estés seguro de esto; que estés seguro de querer intentarlo una vez más-acaricié su mejilla con mi pulgar. Nos quedamos en silencio unos minutos, él miraba a su alrededor mientras que yo em dedicaba a observarlo y a acariciar su mejilla.
-No lo pensaré más-se volvió hacia mí una vez más-estoy seguro de esto-tomó mi mano y acercó su rostro al mio-quiero volver a intentarlo, sé que no tendré a nadie más como tu si llego a desperdiciar esta oportunidad-dicho esto, acortó los pocos centímetros que nos separaban y me besó, correspondí al instante sintiéndome como la primer vez que lo besé; sus besos se sienten distintos, ahora sus besos no saben a despecho, sino que saben a cariño. Ahora sé que esto va en serio nuevamente. Poco después nos separamos, nos quedamos mirándonos sonriéndonos como si fuéramos apenas un par de niños dando nuestro primer beso.
Un par de minutos después, ambos nos levantamos de la cama, me dediqué a terminar de guardar mis cosas mientras que Juan se alistaba para ir a ayudar a Felipe en el trabajo. Cuando terminé, me dediqué a mirar mi celular; no tenía mucho que hacer en este momento.
-Martín, ¿puedo tomar algo de tu ropa? Solo he dejado un par de mudas de ropa interior aquí y necesito ropa limpia-asentí girándome para indicarle dónde podía sacar la ropa que necesitaba, per, ni bien lo vi, en lo único que pude centrarme es en apreciar su cuerpo, ya que solo lo cubría una toalla atada en su cintura; ahora es cuando realmente se nota el paso del tiempo, evidentemente no conservaría el cuerpo de un niño para toda la vida, pero su cuerpo ha cambiado mucho más de lo que me imaginé que cambiaría, la pubertad no solo ha hecho que sea realmente atractivo-¡Martín!-gritó haciendo que volviera a prestarle atención-¿puedes darme algo de ropa? Me congelo estando así-asentí acercándome rápidamente a la cómoda, busqué algo de ropa que no le fuera tan grande, teniendo en cuenta que él sigue siendo más pequeño y delgado que yo. Cuando encontré algo, se lo di y él volvió al baño para cambiarse dejándome solo en el cuarto.
-Quiero volver a ver su cuerpo-pensé sentándome en la cama; no había tenido interés en su cuerpo hasta ahora, lo único que quería antes era que volviera conmigo, pero no había reparado en lo físico.
-¿Sucede algo? Estas bastante distraído ahora-escuché la voz de Juan junto a mi oído, no me había dado cuenta del momento en el que se había sentado detrás mio, cruzó uno de sus brazos por mi cintura y colocó su mentón en mi hombro.
-No es nada-musité sintiéndome un poco incómodo; por culpa de mis pensamientos mi cuerpo había comenzado a reaccionar-¿te ha ido bien la ropa?-estoy intentando por todos los medios distraerme de los pensamientos que comienzan a azotar mi cabeza, pero se me está haciendo un poco difícil.
-Sí, gracias-se separó de mí y se sentó a mi lado-supongo que luego del trabajo iré a buscar mi ropa, no puedo pedirte ropa prestada todos los días, aunque me gusta ponerme tu ropa-lo miré, él me dedicó una pequeña sonrisa, le devolví la sonrisa, para luego darle un corto beso en los labios, él volvió a esbozar una sonrisa-bien, ya debo irme-se levantó, me besó en la mejilla y se fue; otra vez estoy solo con mis pensamientos, peor aún, ahora estoy solo con la reacción en mi cuerpo por culpa de mis pensamientos.
-Debo controlar mi mente-susurré pasando mi mano por mi cara, solté un suspiro levantándome de la cama-lo mejor es que me distraiga con algo-y así hice, me dirigí a la sala y prendí la consola; eso bastaría para distraerme de mis molestos pensamientos.
Pasé bastante rato jugando videojuegos, cuando me quise dar cuenta, ya tenía que ir al entrenamiento así que apagué la consola, tomé mis cosas y salí en dirección al gimnasio. Cuando llegué me encontré con Daniel, mi compañero de equipo, quien me saludó con una sonrisa en el rostro.
-Hola-dijo manteniendo la sonrisa en su rostro-te has tardado hoy, normalmente eres el primero en llegar-me encogí de hombros; sí suelo ser más puntual, pero hoy estoy bastante distraído con lo de Juan y no he saldo con tiempo de casa. Daniel hizo un ademán con la mano para que lo siguiera y luego se adentró en el gimnasio, entré detrás de él.
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Cuando llegué, tiré mi bolso en el sillón y me dirigí a mi cuarto, al entrar me encontré con Juan cambiando la ropa que le había prestado por la que, imagino, había traído de su departamento. ¡Mierda! Otra vez estoy en esta situación, otra vez me quedé observando su cuerpo hasta que lo cubrió con las prendas. Tragué saliva y entré al cuarto cerrando la puerta tras mi espalda, él me miró al percatarse de mi presencia.
-Ya has vuelto-me sonrió-¿por qué no te acuestas? Debes de estar cansado-negué con la cabeza.
-No estoy cansado-respondí, él me examinó con la mirada.
-¿Seguro?-asentí-bien, entonces... ¿te apetece ver una película?-volví a asentir, él me mostró una pequeña sonrisa, para luego acercarse a la estantería para elegir una película, por mi parte, me cambié de ropa y luego me acosté, poco después, él se acostó a mi lado. Lo tomé de la cintura acercándolo a mí.
No pude concentrarme en la película, solo podía pensar en lo cerca que tenía a Juan de mi cuerpo. De repente, mi mente volvió a molestarme como en la mañana, esta vez no podré controlar mis pensamientos estando así de cerca de él. Me acosté boca arriba tratando de alejarme un poco de él, pero no sirvió de mucho, puesto que él volvió a abrazarse a mí. solté un pequeño suspiro, cerré los ojos y traté, inútilmente, de calmar mi mente; supongo que esto, tarde o temprano, tenía que suceder.
-Juan-lo llamé haciendo que me mirara, en cuanto lo hizo, lo besé, él correspondió rápidamente al beso. No tardó mucho en intensificarse el beso, en pocos minutos ya me encontraba pasado mis manos por debajo de la camiseta que llevaba, tocando cada parte de su torso.
-E-espera, Martín-dijo apartándose de mí boca, lo miré, su rostro estaba completamente rojo y tenía una expresión que vacilaba entre la vergüenza y el miedo; han pasado años, él ha estado con una chica, sé que puede que no esté seguro o que simplemente no quiera hacer esto ahora-n-no estoy seguro-asentí con resignación, alejándome un poco de él, pero apenas me moví medio centímetro, él pasó sus brazos alrededor de mí cuello acercándome nuevamente-no estoy seguro-repitió-, pero sé que tratarás por todos los medios no lastimarme-me quedé mirándolo unos segundos sin creerme lo que acababa de decirme; ¿me dejará hacerlo aunque no esté seguro? ¿Debo continuar con esto o no?
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Muy buenas~ aquí vuelvo con el nuevo capítulo más rápido de lo que tenía planeado. Espero que les guste tanto como a mí me gustó escribirlo. Se les agradecen los votos y comentarios.
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Más allá de la amistad [2da Temporada]
Teen FictionLuego de lograr superar los obstáculos que se le presentaron a Juan y Martín, y lograr comenzar una relación, un nuevo obstáculo aparece en sus vidas. Luego de siete años de estar separados por la ambición de Martín, las cosas deberán comenzar de nu...