Un atractivo jovencito de cabello alborotado platica por celular con su anciano maestro.
¡Gracias maestro, gracias¡ decía Gokú.
No agradezcas muchacho la verdad te haces extrañar mucho en el gimnasio, como una vez te dije eres el mejor de mis discípulos y mi sucesor en este deporte, yo lo considero así, por ello me alegra que hayas tomado la decisión de volver de seguro aprendiste mucho en tu estancia en la Capital Oeste y por ello quiero proponerte algo, decía el anciano maestro a través de la línea telefónica.
Dígame maestro, decía Gokú intrigado.
Ya que estás de regreso quiero pedirte un gran favor, decía el anciano.
¿Qué favor maestro?, decía Gokú aumentando su intriga.
Hijo, desde antes de que te fueras a la Capital Oeste venía pensando esto pero con tu partida tuve que resignarse a olvidarme de esta idea pero ahora que estás de vuelta quiero pedírtela. La verdad ya me siento un poco cansado para seguir enseñando en el gimnasio a tantos grupos, ya no soy un jovencito y pues creo que necesito alguien de mucha confianza y que sea muy talentoso para que sea mi mano de derecha, mi asistente, el nuevo maestro de mi gimnasio, creo que tú puedes hacerlo, eres el mejor de todos mis discípulos todos reconocen tu talento en el gimnasio y te admiran además de seguro en tu estancia en el gimnasio de la Capital Oeste aprendiste muchas técnicas nuevas que podrás compartirlas con tus compañeros, por tu trabajo te daré un pago, no lo harás gratis hijo además nos representarías en todos los torneos a donde el gimnasio sea invitado y dejarías un cupo de alumno para alguno de tus compañeros, decía el anciano a través de la línea telefónica.
Ello me parece una gran idea maestro, claro que acepto apoyarlo, acepto el reto de ser su asistente, el nuevo maestro del gimnasio, decía Gokú feliz mientras pensaba: El ser el nuevo maestro me permitirá estar más cerca de Milk, así me será más sencillo reconquistarla.
Pues me alegro que aceptes mi propuesta hijo, dijo el anciano.
¿Y cuándo empezaría maestro?, dijo Gokú emocionado.
Tendría que explicarte algunas cosas del gimnasio ya que tú te quedaras a cargo de él mientras yo me tomo unas semanitas de descanso, creo que una semana recién empezaras tu trabajo de maestro, decía el anciano.
Una semana, dijo Gokú.
Si hijo, ¿o es qué quieres empezar antes?, decía el anciano.
Por mí empiezo mañana mismo, decía Gokú.
Ja ja ja ja, hay hijo tú siempre tan entusiasta cuando se trata de las artes marciales. ¿Crees poder aprender todo lo que te explique en dos días?; dijo el anciano.
Si maestro, yo aprenderé todo lo que usted me enseñe en dos días pero ya quiero volver al gimnasio, decía Gokú.
Está bien, mañana en la tarde te espero en el gimnasio para darte algunas pautas, mañana no tendré grupo por la tarde entonces podré darte toda la información que necesites del gimnasio sin que nadie nos interrumpa, tú la lees si tienes alguna dificultad me lo consultas pasado mañana, si veo que ya todo lo tienes claro desde el miércoles empiezas, mientras tanto yo iré informando a los grupos que me ausentare por algunas semanas del gimnasio pero que este queda en buenas manos, decía el anciano.
Está bien maestro, así quedamos, decía Gokú feliz.
Al día siguiente:
Un joven de cabello largo miraba a su hermano que desayunaba junto a él con el rostro completamente iluminado.
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"Jugando a ganar" (Segunda Temporada)
RomanceUn nuevo juego de amor empieza, Gokú ha reflexionado de su error y ahora quiere recuperar al amor de su vida pero Vegueta no está dispuesto a perder a la persona que el considera su destino por ello tratara de hacer todo lo que está en sus manos par...