Capítulo 5: "Los problemas continúan"

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Un joven cabello de flama que tenía un gigantesco canasto de rosas rojas y una caja de chocolates en una de sus manos se encontraba fuera de la casa de la pelinegra esperando la salida de está.

Luego de algunos minutos de espera una bella pelinegra salía de su casa y miro sorprendida a su prometido.

¡Vegueta¡ dijo Milk sonriendo.

Son para ti hermosa, dijo Vegueta al tiempo que acercaba su rostro para darle un apasionado beso a al pelinegra.

¡Gracias¡ dijo Milk intrigada al separase de él mientras recibía las rosas y los chocolates.

Yo te ayudo a dejarlas dentro, dijo Vegueta tomando el canasto de rosas.

Está bien, pero dime a que se debe los regalos, dijo Milk sonriendo.

A nada amor a partir de ahora todos los días te daré un regalo para que sepas lo mucho que te amo, dijo Vegueta mientras sonría.

Me basta con tu amor Vegueta, dijo Milk sonriendo.

Pues de igual modo quiero dártelos pequeña, dijo Vegueta sonriendo mientras colocaba las rosas sobre una mesa.

Ahora si podemos irnos, dijo Milk.

¿No hay nadie en tu casa?, dijo Vegueta sonriendo.

No papá está en el trabajo y la servidumbre esta de descanso, dijo Milk con calma.

Bueno, ¡vamos que una tarde increíble nos espera¡ dijo Vegueta tomando la mano de la pelinegra.

Mientras tanto:

Un atractivo joven de cabello alborotado entraba a su casa con su pequeño maletín en la mano.

¿Y qué tal te fue hijo en tú día?, dijo un adorable anciano.

Bien abuelito, por suerte todos los grupos aceptaron entrenar por las mañanas pero de igual modo tuve que hablar con el encargado de la vigilancia del gimnasio pues por las tardes cualquier chico puede ir a entrenar sin mi presencia y el tiene que dejarlos entrar, dijo Gokú.

Claro hijo, aún no almuerzas, ¿verdad?, dijo el anciano.

Ya lo hice abuelito, ¿y mis padres?; dijo Gokú.

Salieron de compras, dijo el anciano al tiempo que un joven de cabellera larga entraba a la sala.

Hermanito, ya llegaste, tienes que contarme como te fue hoy, decía Raditz acercándose a darle unas palmadas en la espalda al joven de cabello alborotado.

Pues vamos a mi habitación, necesito un consejo, dijo Gokú con nostalgia.

¡Vamos hermanito¡ dijo Raditz sonriendo mientras el abuelo los miraba partir con una amplia sonrisa.

Mientras tanto:

Vegueta y Milk caminaban de la mano mirando unas tiendas de joyas.

Esta, dijo Vegueta.

¿Qué andas buscando Vegueta?, dijo Milk intrigada.

Algo que nos una más como pareja, decía Vegueta.

¿Algo que nos una más como pareja?; dijo Milk intrigada.

Si, algo que cada vez que lo miremos haga que sintamos que el otro esta junto a nosotros, decía Vegueta con calma.

Pero eso no es necesario siempre nos vemos en el gimnasio o salimos por las tardes, en realidad las únicas horas que estamos separados es por las noches, dijo Milk sonriendo.

"Jugando a ganar" (Segunda Temporada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora