Capítulo 4: "En la guerra y en el amor todo se vale"

365 34 13
                                    

Un joven de cabello de flama miraba desafiante a un sorprendido joven de cabello alborotado.

Casarse, dijo Gokú con nostalgia.

Si ella y yo nos casaremos y no finjas desconocimiento porque yo se muy bien que mi Milk te invito a nuestra fiesta de compromiso, dijo Vegueta con molestia.

Si, tienes razón, si lo sabía, dijo Gokú con calma.

Entonces ya estás advertido ni se te ocurra valerte de tu condición de maestro para intentar seducirla porque si te atreves a hacerlo yo mismo te destruiré con mis propias manos y no me importa que me expulsen de este gimnasio, dijo Vegueta con firmeza.

Que poco confías en Milk, dijo Gokú.

¿Qué has dicho?, Vegueta con rabia.

Que, que poca confianza le tienes a Milk y al amor que te profesa pero te comprendo, tú eres experto en seducir chicas y bajárselas a sus novios, ¿no?, por ello crees que todos somos como tú, dijo Gokú con ironía.

¿Qué has dicho insecto infeliz?, dijo Vegueta acercándose al joven de cabello alborotado a tomarlo del gi.

Suéltame, yo aquí soy el maestro y tú el discípulo así no lo quieras me debes un respeto, dijo Gokú soltándose del agarre del joven de cabello alborotado.

Ya te salio tú verdadera cara, no que aquí soy uno más de ustedes, llámenme Gokú, decía con ironía Vegueta.

Así es yo soy uno más de ustedes para las personas que me consideran un compañero un amigo pero ese no es tu caso, ¿o me equivoco?; dijo Gokú con firmeza.

No, no te equivocas estúpido chiquillo, tú eres mi rival, siempre lo has sido y más desde que pusiste tus ojos en Milk, dijo Vegueta con rabia.

Ya que estamos hablando de nuestros sentimientos, creo que debemos hacerlo en otro lugar, acompáñame a la oficina, algún alumno podría entrar y no es bueno que todos se enteren de nuestras diferencias y de nuestros sentimientos, yo soy una persona sincera y por lo mismo te diré con franqueza cuales son mis verdaderas intenciones al haber regresado al gimnasio, dijo Gokú con calma.

Está bien, dijo Vegueta mientras caminaba con molestia tras el joven de cabello alborotado hacia una oficina.

Mientras tanto:

En un pequeño local un par de jovencitas bebían unos refrescos mientras platicaban.

¡Que sorpresa nos llevamos todos¡ Gokú nuestro maestro, decía Dieciocho sonriendo.

Si fue algo que nadie esperaba, dijo Milk sonriendo.

Parece que estos meses lo han vuelto más apuesto, ¿no lo crees?, decía la rubia sonriendo.

Si, dijo Milk sonrojándose.

¿Por qué te sonrojas, a poco el volverlo a ver te trajo recuerdos?, dijo la rubia intrigada.

Dieciocho, como dices esas cosas, yo estoy comprometida, me casare en unos meses, decía pelinegra con reproche.

Pero eso no tiene nada que ver, yo a veces recuerdo a mi ex, dijo como si nada la rubia.

Pues yo no, para mí Gokú es solo un amigo, un gran amigo, lo nuestro acabo reconozco que se ha vuelto más bello pero eso no quiere decir que haya despertado cosas en mí, él y yo solo somos buenos amigos, dijo Milk con calma.

Que bueno oírte decirte ello porque Vegueta parecía celoso, dijo la rubia sonriendo.

Si el pobre se puso celoso pero no tiene porque estarlo yo le di mi palabra y me casare con él ya una vez le falle no pienso volver a fallarle una vez más además yo era la pieza que faltaba en el tablero de ajedrez de su destino y encaje perfectamente en el, dijo Milk.

"Jugando a ganar" (Segunda Temporada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora