Capítulo 21.

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Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer, la historia es mía.

Me tardé un poquito, lo sé, pero a cambio el capítulo es mucho más largo que el anterior.

Música para el capítulo:

Two Evils - Bastille (OBLIGATORIO QUE LA ESCUCHEN EN LA PARTE DEL BAILE. Es asombrosa.)

Me abandonaste

Todos pueden ver la soledad dentro de mí,

¿por qué tenías que irte?

Te necesito tanto.

Love Don't Live Here - Bastille

Capítulo 21:

El Cabernet es amargo y áspero contra mi garganta. Sé que debería dejar de beberlo desde que todo el camino en la limusina tuve champaña, pero al menos así puedo atribuir el sonrojo de mis mejillas a la potencia del vino.

Jacob dijo que la reunión sería una subasta de piezas únicas de joyería y de arte, pero se me ocurre que tal vez se equivocó y en realidad esto es una exposición. Y la obra a examinar soy yo.

Desde que bajamos del auto las cabezas se giraron en nuestra dirección. Me dije a mí misma que era debido a la extravagancia de la limusina o a que los invitados sabían que el dueño de la propiedad había llegado, pero todo fue evidente en cuanto noté que ellos me recorrían de pies a cabeza, deteniéndose en los brazos entrelazados de Jacob y míos.

Él ya me lo había advertido; que muchos de los presentes conocen a Ángela. Pude manejarlo en la cena hace un par de noches y pasar por alto la rivalidad de Mirna, pero no estoy segura de poder hacer lo mismo con más de cincuenta personas.

Vuelvo a beber de mi copa, manteniendo la sonrisa tranquila en mi rostro y me concentro en la decoración del lugar.

Hay arreglos de flores secas sobre pedestales de hierro forjado en los flancos del salón y una estructura de madera en el centro que sostiene tres barriles de vino. La mesa de bocadillos tiene como protagonista principal a un cuerno de la abundancia hecho de caramelo, relleno de uvas de todos los tipos, servido sobre una placa de piedra caliza y canastas de mimbre con quesos enormes y trufas de chocolate oscuro y dulce. Si me relajo lo suficiente, casi puedo disfrutar del espectáculo visual que supone el banquete servido con tanta elegancia frente a mí.

La iluminación consiste en un majestuoso candelabro de cobre con focos de luz amarilla en forma de capullos de rosa y farolas pequeñas de cristal carmesí que penden de las trabes de madera en el techo. Todo es un puro estilo toscano que ha sido coordinado con excelente gusto.

—Hicieron un buen trabajo, ¿verdad? —la mano de Jacob se desliza de mi espalda a mi cintura y me sobresalto. Vaya, había logrado desconectarme por un momento de la situación.

—Como en las revistas de decoración —respondo.

—Quizás deberías beber más despacio. Estás muy sonrojada.

Suprimo el impulso de rodar mis ojos. Aún estoy molesta con él por la actitud que adoptó en el auto.

—Tienes razón —respondo—. Supuse que debía probar cada clase de vino, me falta mucha experiencia.

—Ah, de experiencia se trata entonces. Ven, te presentaré a un par de personas.

Me lleva hasta un grupo que charla animadamente y puedo reconocer algunos rostros de la última vez que estuve aquí.

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⏰ Última actualización: Oct 16, 2017 ⏰

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