—¿como amaneciste preciosa?—Saluda José mientras entro a la cocina.
Me acerco rápidamente a el y lo abrazo fuerte, inmediatamente se tensa, sabe que algo no anda bien; José es mi primo, como un hermano, me conoce bien; sabe cuando estoy bien o cuando algo me preocupa, desde que éramos unos niños siempre me ha cuidado.
—¿Que paso Jace?—Pregunta un poco preocupado.
No respondo solo me quedo parada, abrazándolo, sintiéndome refugiada en él. Escucho pasos acercarse, me separó de José; Leo y Willy están entrando a la cocina.
—Buenos días—saludan. Hago un gesto con mano en modo de saludo pero solo me dirijo a Willy no me apetece ni mirar a Leo.
Hace dos semanas que he estado evitando a Leo y él por su parte ha hecho lo mismo, de cierta forma me molesta que actúe así como si yo fuera la que se hubiese pasado de la raya, como si yo hubiese hecho algo mal.
José me atrae hacia él, me levanta y me sienta en la isla de la cocina como siempre hago o por lo menos hacía antes de que me dispararan en el brazo.
—¿Estas así por Jev? ¿te duele el brazo? Podemos ir al doctor a que te pongan el yeso de nuevo—Pregunta intentando buscar una respuesta.
—No. Jev no me preocupa y no quiero volver a tener esa cosa blanca en mi brazo.
Hace dos días me quitaron el yeso y se siente genial no tener tu brazo metido en esa cosa.
Realmente Jev no me preocupa ya sé lo que voy hacer con él, hace mucho tiempo debí hacerlo así nos hubiésemos ahorrado tanto sufrimiento.
—Entonces…
—Anoche volví a tener pesadillas.
No dice nada solo se queda en silencio. Hace un año que no tenía pesadillas con ayuda de la psicóloga había superado eso.
Me abraza pero el tono de llamada del teléfono de José nos separa. José mira el número y una sonrisa se dibuja en su cara, luego sae de la cocina para que nadie lo escuche.
Kim entra a la cocina con cara de dormida, últimamente a tenido mucho sueño producto del embarazo. Sus ojos me localizan, llega hasta a mi para darme un largo abrazo.
Me suelta para dirigirse a la mesa de comedor donde están Leo y Willy, no puedo evitar sentirme extraña al ver a Kim sentada en las piernas de willy, se siente extraño que tu mejor amiga ya valla a formar una familia algo que tú no podrás tener .
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Las cosas andan bien en el taller, no hemos sabido mucho de Jev eso es algo bueno ya que siempre se la pasaba molestando.
—¡Jace!—Llama kim desde el otro lado del taller.
Me hace una seña para que me acerque a ella y eso hago, llegó hasta ella y me señala a Leo que está con un auto rojo.
—Deberías ayudar a Leo, la está pasando mal con ese auto, no sabe nada de lo que le va hacer—Me señala a Leo.
—Pidele a John o a Willy que lo ayude—Le sugiero.
—Bien. Quiero pedirte otro favor.
—¿Que favor?—Interrogó .
—Quiero que me acompañes mañana a comprarle ropa a el bebe.
—No sabes si es niño
—Siento que sera niño, ¿me acompañas?
—si, como me voy a negar.
—Bien.
—Iré a la oficina; tengo que arreglar algunas cosas.
Me alejo de Kim pasando por el lado de Leo que está luchando contra el auto rojo, ni siquiera lo miro cuando paso por su lado.
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Jace
RomanceArrogante, Odiosa, mal hablada, grosera y violenta es como Leonardo describe a Jace, la mujer que con un golpe le robo el aliento.