Empiezo a salir de la casa pero una habitación me llama la atención; la habitación de Leonardo.
Sin darme cuenta ya estoy abriendo la puerta, me sumerjo en la habitación y todo sigue igual, como si él estuviese ahí, su cama perfectamente arreglada, los cojines tirados en el piso, incluso su fragancia seguía aquí, en este lugar todo era de él.
La sensación de dolor explotaba en mi pecho como una bomba, el saber que ya no estaba y que no iba a volver a verlo, que mis ojos ya no notarán esos pequeños detalles de su cara, esos que me enamoraban, esta situación me superaba, hacía que mi alma derramara dolor por donde pasara.
Me odiaba a mi misma por quererlo cerca de mi a pesar de lo paso, no era algo que yo quisiera sentir era algo que yo simplemente sentía y ya, sin ninguna razón, sin ninguna lógica porque al final los sentimiento no tienen lógica y solo son eso, simples sentimiento.
Caigo en la cama donde solía dormir leo y donde hace días dormí yo, hundo mi nariz en esta recordando cada parte de esa noche, todo pasa por mi cabeza como una película, como si la mujer que hizo todo aquello no hubiese sido yo.
Paso mis manos por las suaves sabanas hasta ponerla debajo de la almohada donde toco algo que llama mi atención.
Agarró lo que creo es un papel y en definitiva es eso, un papel amarillento doblado.
Poco a poco la desdobló sintiendo como las manos empiezan a sudarme y el corazón acelerarse, termino de abrirla y puedo reconocer la caligrafía de Leo.
Jace
ya sé que no es la forma correcta de empezar una carta, debería comenzar escribiendo “querida jace”pero en estos momentos no se si eres una persona querida o amada para mí, ahora mismo mis sentimientos son un torbellino.
No debería ni estar confundido de si te quiero o no, porque yo no puedo quererte, no debería quererte, quererte sería causarnos un daño a ambos, ¿pero como no quererte si cada vez que volteas a mirarme con esos ojos grises me dan cinco paros cardiacos? Sería imposible no quererte.
¿A quien quiero engañar? Si estoy escribiendo esto es porque ya caí y te quiero, te quiero Jace, y no sabes lo liberador que se siente admitir que te quiero, mi cazadora, espero algún día poder llamarte así, mi cazadora.
También espero que me quites ese nombre de niño rico, no me gusta.
Con amor Leonardo.
Observo la fecha de la carta y es de hace dos meses atrás, vuelvo a leerla sintiendo como las lágrimas caen de mis ojos.
¿Como todo cambio tan rápido? Mese atrás éramos dos desconocidos con direcciones errantes y hoy no somos ni eso, no somos nada.
¿Por qué llorar por algo que ya no existe? No lo sé, si lo supiera no estuviese llorando por una bill actuación, por una mentira, por un engaño.
Me quería pero lo nuestro solo fue un espejismo por la necesidad de ahuyentar la soledad, una fantasía producto de la imaginación, lo nuestro no existió, solo fue algo que queríamos que fuera verdad como la antártica hundida en el mar.
Rompo la carta a la mitad, luego en tres, luego hay miles de pedacitos regados en el piso de la habitación. Me incorporo y secó mis lágrimas, ya no voy a llorar más, no permitiré que esto me afecte.
Salgo de la habitación para seguir mi camino, hoy por fin dejaré a Leonardo atrás.
**********
Término de atarnos los zapatos y vuelvo a ponerme en marcha, gracias a Kim ahora todos los días salgo a correr y no voy a mentir, al principio era cansado, sin embargo con los días me he ido acostumbrando a despertarme en la mañana y ver como el solo se levanta.
Sigo mi camino de todos los días y sintiendo como las gotas de sudor resbalan por mi espalda.
El cielo está nublado y gotas amenazan con caer, apresuro mi paso para ver si puedo hacer todo mi recorrido antes que llueva.
Dentro de todo esta pesadilla lo único bueno es Kim, cada día su panza esta mas grande, Willy al igual que yo está ansiosos que nazca, poder verlo o verla aunque Kim asegura que será niña, en algunos meses se mudaran y estaré sola, sin embargo estoy feliz por ellos, es lo normal.
Observó las grandes nubes grises que están encima de mi a punto de empaparme, me distraigo mirando la gran nube y chocó con un cuerpo, retrocede hacia atrás a ver con quien he chocado y me llevo la sorpresa cuando veo a Roberto delante de mí.
Sus ojos me miran de la misma forma que me miro aquella vez, de una forma que sólo me produce asco.
—Hola Jace—saluda sonriente.
Intento responderle pero alguien me sujeta por detrás sin dejarme mover, su mano tapa mi boca y parte de mi nariz sin dejarme respirar.
Mis pulmones empiezan a arder por la falta de aire, retira la mano un poco de mi nariz, inhaló pero ya no puedo ver nada, todo se ve negro, no puedo ver a Roberto, no siento nada, ya no soy yo.
*******
Disculpen si ven alguna falta ortográfica 😥.
Si ven una no duden en avisarme.
Con amor Zamdeé 😘
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Jace
RomanceArrogante, Odiosa, mal hablada, grosera y violenta es como Leonardo describe a Jace, la mujer que con un golpe le robo el aliento.