★17★

2.4K 170 7
                                    

Leonardo se para de la cama y noto que solo lleva puesto unos boxers gris, siento mis mejillas tornarse rojas al verlo así y al recordar lo sucedido anoche.

—¿Que vamos hacer? —Preguntó parándome de la cama envuelta en una sábana.

—Antes que nada, vístete, no quiero que te vea desnuda, lo tendría que matar—Habla serio.

—No le puedes decir que se valla.

—¿crees que no le intente? quiere hablar conmigo en persona y dice que es muy importante.

—Entonces dile que te unos minutos para vestirte que ya le abres.

Recojo toda mi ropa y me la pongo rápidamente mientras que Leo hace lo mismo, segundos después estoy escondida en el closet de Leonardo.

Escucho la puerta abrirse y a la voz de Willy resonar por la habitación. Me asomo por las rejas que tiene el closet y Willy está sentado en la cama mientras que Leo está parado frente a este.

—¿Que me querías decir?—Pregunta rápidamente.

—Seré claro, se lo que pasa entre tú y Jace.

—No se ha que te refieres—Responde haciendo el tonto.

—Se de la relación entre tu y ella.

—y…? Aún no entiendo.

—Jace puede parecer la mujer más fuerte pero yo la conozco bien, he estado siempre con ella, y la verdad es que es una mujer muy sensible.

—¿A dónde quieres llegar?

—Si la lastimas te irá muy mal, no te preocupes por mí, yo solo te golpeare, pero José y Kim, creeme, que te mataran.

—No le haré nada. Nunca lo haría, la quiero demasiado.

—Confiare en ti—Habla Willy mientras se levanta y sale de la habitación. Salgo del closet y me acerco a Leo.

—No tiene por qué meterse en nuestra relación—Le digo enojada.

—Intenta protegerte.

—No le hagas caso, sé que no me vas a lastimar.

—Si está en mi nunca lo permitiré. Por cierto no te he dado los buenos días —Su sonrisa se ensancha mientras se pega a mi.

Doy varios pasos atrás pero rápidamente Leo me atrapa y me da un beso rápido que hace que no me importa lo malo que pasé hoy, nada cambiara mi felicidad, nada.

—¿Quieres dar una vuelta conmigo?

—Si, ¿a donde me llevaras?

—No lo sé, supongo que donde los novios llevan a las novias—Contestó obvio.

No pude evitar que mi corazón dieran un salto al escucharlo decir la palabra “novia”, definitivamente él no sabe todo lo que provoca e n mi, no tiene mínima idea, y si la tuviera no entendería el porque, porque yo tampoco lo entiendo.

********

Al final Leonardo termino llevándome a comer un helado porque según él hay era donde los novios llevaban a sus novias, al principio me enoje mucho por su idiotez pero luego me di cuenta de su buena intención.

Estamos en la puerta de la casa tomados de la mano mientras yo intento controlar mis miedos, me siento como una adolescente que por primera vez va a llevar a su novio a casa, Leo por el contrario parece disfrutar de mis nervios, ya que solo me mira y no para de reír.

—Deja de reirte idiota.

—Es que te muy linda así nerviosa.

—Estoy nerviosa porque no quiero que cuando José se entere te mate.

—¿Tu dejarías que maten a tu hermoso novio?

—punto numero 1: si —Respondo burlona—punto 2 y el más importante: ¿cuando me pediste que sea tu novia?

Leo hace una mueca que me parece chistosa, su cara parece concentrarse para recordar algo, luego abre los ojos tan grandes que creo que se le romperán. Me suelta y corta una rosa de las que tenemos en la entrada de la puerta, se arrodilla frente a mi y siento como mi cerebro manda impulsos a mi corazón.

—amor, ¿quieres darme la oportunidad de ser tu novio?

—Claro que sí—Respondo sin dudarlo, me da un beso y vuelve a entrelazar su mano con la mía.

—Ahora si soy tu novia, ¿entramos?

Abrimos la puerta y nos ademlntramos a la sala, yo por mi parte ni siquiera siento las piernas, me caería sino fuese por Leonardo que me trae sujeta.

Al entrar no veo a nadie; solo a Kim con cara de pocos amigos y a Willy; él intenta tomarla pero ella se suelta bruscamente.

Me encamino hacia ella rápidamente hacia ella quitando a Willy del camino.

—¿Que sucede?

—No pasa nada—Explica con voz quebrada.

—¿Cómo que no pasa nada?

La suelto y me dirijo a Willy enojada.

—¿Que le hiciste?—Le grito mientras lo empujo.

—¡No le hice nada!, ¿por qué crees que le haría algo?

—José se fue de la casa y Willy lo ha ayudado.

Me separo de Willy y salgo corriemso hacia la habitación de mi primo; entró y no hay nada en su habitación, ni su ropa ni sus cosas, solo la cama.

Salgo de ahí y voy a  sal la donde deje a los chicos.

—¿Por qué se fue?—Nadie sice nada, solo se encogen de hombros.

Leo me toma de los hombros en señal de apoyo, la puerta suena y José va entrando con unas mujer que nunca había visto.

—¡No puede ser!—Escucho a Leo gruñir detrás de mi, se separa de mi y se acerca a la mujer.

JaceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora