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Me estremezco pero no pasa nada, Jev está frente de nosotros con una pistola en la mano, no logro entender que pasa, solo veo a Leo a balancearse encima de Jev y gritarme que corra.

Sin pensarlo dos veces hago lo que me pide, corre y sin darme cuenta estoy frente de la casa en llamas, me detengo frente a esta buscando una salida .

No encuentro por donde salir y mis fuerzas se van reduciendo a nada.

—¡Ahh!—Grito al sentir un fuerte tirón de cabello hacia atrás.

—Sueltala—escuchó a leo pedir.

Mierda, me ha alcanzado.

Leo tiene un arma en la mano apuntando a Jev y por ende a mi.

—Vamos dispara—Le aconseja Jev a Leo.

—Sueltala.

—¿Que me pasaría si hago esto?

Vuelve a halarme del cabello y acerca mi cara al fuego, siento todo el caliente del fuego y todo el miedo dentro de mi. Solo unos centímetros más y yo estaré ardiendo en llamas.

Leo vuelve a pedir que me suelte pero Jev hace caso omiso al pedido de Leo respondiendo acercándome aún más.

—Vamos Leo, sabias que esto iba a pasar. ¿Tú no habras pensado que le iba a perdonar la vida solo porque a ti te guste?

—Cierra la boca, tu no sabes nada.

Vuelvo a sentir otro fuerte tirón de cabello pero esta vez me aleja del fuego y me tira al piso con fuerza propinandome un fuerte golpe.

Seguido de esto Jev saca otra arma y me apunta a la cabeza. Esta jugando con nosotros.

—Suelta el arma—Le ordena a Leo.

Puedo ver la ira, la impotencia y todos los sentimientos de culpa pasar por la mirada de Leo, todo esta perdido, Jev nos matará a los dos, eso esta escrito.

Leo solo tiene dos opciones, la primera es soltar el arma y quedarnos en las manos de Jev y la segunda es dispararle.

—Jev por favor no le hagas daño—La voz de Leo suena desgarrada.

—La voy a matar y punto.

Dentro de la casa se olle una pequeña explosión de algo y aprovecho esa distracción para salir corriendo, corro sin dirección hasta alejarme de la escena donde deje a leo con mi primo.

Llego a una parte donde esta oscuro, hay un pequeño bosque, no se si ir por ahí o quedarme en la oscuridad, no obstante unos disparos hacen que quiera volver hacia donde leo .

Intento regresar sin embargo no de como volver, doy vueltas en círculos hasta que mi cerebro empieza a pensar y me guió por el humo del incendio.

Corro hacia el humo hasta ver a lo lejos la casa ya casi destruida por el fuego, corro hacia ella pero no veo a Leo ni a Jev, al parece estoy del lado opuesto de la casa, doy la vuelta más larga de mi vida para encontrarme con una de las peores escenas de mi vida.

Leonardo está sentado en el piso sangrando de su pecho, Jev al parecer tiene un balazo en un muslo y no para de sangrar.

Sin darme cuenta ya estoy llorando y mis sollozos alertan a Jev, sin pensarlo corro hacia Leo posicionándome delante de él, quiero curarlo y decirle que todo estará bien pero él no me lo permite y en cambio me recibe dandome un fuerte empujón que me hace caer en la grama.

No me he recuperado bien del golpe cuando escucho otro disparo, todo mi cuerpo de tensa esperando el dolor pero no llega, sin embargo presiento que algo malo paso, me levanto rápidamente y busco a Leo que esta tirado en el piso con dos balazos en su cuerpo, uno de su pecho y el otro de su estomago.

Me apresuró a enacaminarme hacia él y verlo, solo eso pido verlo y asegurarme de que esta bien, de que sus ojos no se han cerrado y su corazón no se ha detenido, que sus pulmones aún andan oxígeno y aun le queda vida.

Me arrodillo frente se su cuerpo y noto que aún respira, toco sus heridas tiñendo así mis manos de sangre.

—Que patética—Masculla Jev agarrandose el muslo.

Quiero gritarle y decirle todo lo que siento pero sé que eso no funcionara.

Observó mi alrededor y el arma de Leo esta a su lado, sigilosamente la tomo y enfrento a Jev.

—Si Leo muere te voy a matar—Le dijo apuntándole con el arma.

—Pues hazlo, porque Leo seguro en estos momentos esta muerto.

No se como pero un disparo sale del arma hiriendo a Jev en el hombro, este cae hacia atrás callendo en la casa en llamas y encendiéndose .

Sus gritos de dolor inundan lo que me doy cuenta es una finca, tapo mis oídos y contengo mis lágrimas ante la escena, en este momento solo quiero una cosa y es que Leo esta bien.

Vuelvo a caer de rodillas delante de Leo y paso mis manos por su rostro dejando así caer mis lágrima contenidas.

—Leo, Leo no te vallas—Suplico delante de su cuerpo que respira con dificultad.

—No llores por mi y escucha, toma las llaves que tengo en mi bolsillo y vete en él auto que viste en la entrada.

—No te dejare aquí.

—Si lo harás, esto me lo busque yo mismo—Me explica con sus ojos cerrados.

Abrazo su cuerpo y saco las llaves de su bolsillo, vuelvo a pasar mis manos por su rostro y por primera vez el habre los ojos para mirarme.

—Vete de aquí pero no te olvides de mi; ¿Ok?—Asiento—Perdoname—Seguido de esto cierra los ojos y no soy capas de ver con claridad.

Me levanto sin querer seguir viéndolo sin vida, no quiero verlo así, sin su sonrisa puesta en su rostro o sin sus ojos abiertos irradiando alegría, quiero recordarlo como antes, como el Leo del cual me enamore.

Sin ganas de seguir camino hasta él auto y subo hacia él dejando atrás todo, mis ganas de vivir, mi vida y mi amor.

          

                          Fin


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