CAPITULO 4 HOGWARTS

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Se había hecho pública la renuncia del trono de mi abuela en los diferentes periódicos, nadie sabía que era yo y eso me daba cierta tranquilidad, estábamos sentados en uno de los vagones del tren de regreso a Hogwarts.

-Mione, ¿qué vas a hacer cuando llegue octubre y se haga pública que tu eres la heredera? - me pregunto un tanto preocupada Ginny.

-Pues supongo que lo mismo que siempre, es decir lo mismo que hago desde que abdicó mi abuela, en resumen intentar que Cornelius no ponga más patas arriba el mundo mágico, más de lo que ya está.

De repente se abrió una puerta y apareció una cabellera rubia platinada.

- Grang...lefay, puedo hablar contigo un momento por favor.

-Claro, Malfoy, me imagino que quieres hablar a solas - asintio - no hay ningún problema, vamos.

-Escucha yo solo quiero emm... agradecerte lo que has hecho por mis padres y pedirte perdón por cómo te he tratado.

-Draco, te voy a decir lo mismo que les dije a tus padres, no tenías otra opción lo que verdaderamente importa es que te disculpes ahora, se que es por mi prodigiosa posición, pero aún así las acepto y te perdono.

-Escucha es verdad que me sorprende que ....- guardó silencio ya que pasaban varios estudiantes de tercero de Huffelpuff - ya sabes que seas quien eres en realidad, pero te agradezco de verdad que liberaras a mis padres de Azkaban, gracias de verdad - y sin que pudiera decir nada se fue.

Pero ¿qué acababa de pasar?, estaba en estado de Shock pero bueno, me gustaba ver a Draco feliz, lo que más nerviosa me tenía, era como iba a ocuparme de dirigir un país ya que el señor ministro no era capaz de hacer nada bien y de cómo llevar a día todas las asignaturas y no saltarme ninguna clase.

-¿que quería Malfoy?-pregunto Harry.

-Nada de importancia solo agradecerme lo que hice por sus padres cuando los detuvieron, en fin, iremos a ver a Hagrid no, hace mucho que no se de él.

-Oh, Mione, es una magnífica idea, podremos ir mañana y tomar el té con él, ¿qué os parece chicos? - todos asentimos.

-Chicos, creo que deberíamos cambiarnos estamos muy cerca del castillo y aun estamos sin nuestros uniformes - nos cambiamos y a los diez minutos apareció ante nuestra vista el imponente castillo.

Bajamos todos y se montaron en los carruajes, yo me tenía que quedar para ayudar a los de primer año a bajar del tren, y dejarlos con Hagrid, una vez finalizada mi tarea de prefecta me subí a la única carroza que quedaba, por lo menos estaría sola y podría repasar una ley que no estaba muy clara la ley 1530 sobre hechizos y encantamientos, creo que esa ley habría que aclararla ya que podía interpretarse de varias formas.

Subí a la carroza que era tirada por los thestrals y comencé a leer, pero antes de que me adentrara en la lectura alguien me interumpió

-Vaya señorita Granger, comenzando ya a estudiar - mierda Snape y no de buen humor.

-Buenas noches profesor, si comenzando a estudiar - buenos mal que no me puede leer la mente ya que algo bueno tiene ser descendiente de Morgana, sólo espero que no le hayan contado los malfoy sobre mi linaje, me gustaría mantenerlo en secreto un poco más.

-Señorita Granger, mañana comienza su castigo, por ser tan maleducada con un profesor en el ministerio este verano.

-Profesor, siento contrariarle pero en verano no era mi profesor, así que no tiene razón para castigarme - ahora si que sí me he ganado el castigo.

-Es usted una insufrible sabelotodo y como ahora sí que soy profesor, mañana después de la cena comienza el castigo y dígale a su casa que ha sido la primera en perder 15 puntos para su honorable casa.

Pedazo de capullo se las ha arreglado para castigarme, que bien empiezo el curso con un castigo y nada más ni nada menos que con Snape, que mala suerte tengo.

-Como usted quiera, si me permite, creo que ya hemos llegado y tenemos que bajar, un placer tener una conversación con usted. - sin que me pudiera decir nada, baje del carruaje y me adentre en el castillo.

-Mione, a que viene esa cara de pocos amigos - me pregunto Ginny.

-el profesor Snape, digamos que soy la primera a que le restan puntos y en castigas - todos se rieron pero con una mirada asesina que les lancé se callaron.

-Pero, si eso será un record ni Fred ni George, consiguieron se castigados tan pronto - otra vez risas - que has hecho.

Les conté lo que pasó en el ministerio antes de que llegaran y lo que sucedió momentos antes en el carruaje.

-Bueno Mione, tu solo piensa en la cara que pondrá cuando se entere que eres...-se cayó - Merlín esconderme de Lavander no me deja tranquilo - ahora sí que si nos reímos todos.

-Venga Ronald has sobrevivido a una guerra y no puedes soporta a Lavander para decirle que te deje en paz - antes de decir nada Ron se escondió bajo la mesa para no toparse con Lavander, cuando llegó al lugar donde nos encontramos sentados y no lo vio se fue sin decir nada.

Al poco dio comienzo la celebración de bienvenida con el discurso inaugural del profesor del profesor Dumbeldore el cual estaba lleno de esperanza y de luz, se dio la bienvenida a los nuevos estudiantes.

-Soy yo, o cada vez son más pequeños los de primero - interrogó Ron.

-Ron, es solo que nosotros hemos crecido, acuérdate como eras tú a la edad de once años.

-Quef tefenof fara mñanaf - dijo Ron con la boca llena de puré de patata.

-Mañana, espera que lo mire a ver a si transformaciones dos horas un descanso de media hora antes de encantamientos y a continuación comida, pero por el amor de Merlín no tienes el horario, siempre se te olvida Ronald.

-Hermano, tiene toda la razón.

-Mis disculpas mi Lady, por ser tan irresponsable como para no saber el horario.

Después de la cena acompañe a los nuevos estudiantes a la torre de Griffyndor y yo me fui a mis aposentos los cuales estaban al lado, me cambie el uniforme por un camisón de seda tipo romántico de color blanco y me puse la bata de lino de color blanco y con flores estampadas, me puse en una mesa que había en el recibidor apunte con mi varita a la chimenea prendí fuego y me puse a leer el libro de leyes, para discutirlas en la próxima cita con el ministro.

-estúpido y asqueroso libro, hay que volver a realizar nuevas leyes, estan todas anticuadas, pero el problema no son las leyes como voy a convencer al cabeza hueca de formular nuevas leyes y redactar una constitución, si al menos consiguiera lo segundo todo sería más sencillo.

-Adelante - oí que alguien llamaba a mi puerta, esta se abrió y vi una barba plateada que entraba - Director, que grata la visita, por favor sientese, disculpe por recibirle en pijama.

-No se preocupe Hermione, viene a felicitar por tu trabajo por poner en la cuerda floja a Cornelius, necesita que le abran los ojos y que no es adecuado para realizar el cargo de ministro, pero deberías relajarte en la manera con la que te expresas, aunque yo la encuentro muy divertida

-Pero, pero..- no me salían las palabras -¿usted estaba en el juicio de los señores Malfoy?

-Si, querida, recuerda yo soy miembro de Wizengamont, y como tal tengo que acudir a los juicios entre otros asuntos, la verdad es que siempre me aburro con los asuntos del ministerio pero desde que estás tú y haces sudar a Cornelius me divierten bastante, así que venía a darte las gracias por permitir que me divierta en tan insidiosa tarea.

Sin que pudiera decir nada más se fue, dejándome sola en mi sala de estar, por lo que después de ante sorprendente noticia volví al estudio de las leyes del mundo mágico, no me di cuenta de la hora que era cuando quise darme cuenta eran las cuatro de la mañana por lo que decidí que era hora de ir a dormir.


SOY LA HEREDERADonde viven las historias. Descúbrelo ahora