HERMIONE
El domingo por la noche llegué junto con Severus al colegio, entramos por la chimenea del director, ya que tenía que informar de que había llegado, para reincorporarme a la mañana siguiente a las clases.
Antes de irnos del castillo, nos despedimos de mi abuela y por supuesto de Eileen la cual se quedaría como invitada en el castillo de Morgana, antes de que me fuera de nuevo al colegio mi abuela me deseó buena suerte para los exámenes los cuales estaban muy próximos, y que como siempre le informaría de que había llegado correctamente al colegio.
Cuando salimos de la chimenea del despacho del director, ahí estaba esperándonos Dumbeldore.
-Buenas noches, señor
-Albus
-Señorita Lefay, Seveurs, veo que habéis pasado un bonito fin de semana, me alegro de ver a Severus así de nuevo, Señorita Lefay, gracias - no sabía que decir, pero del apuro me sacó mi acompañante de mirada penetrante, Severus que le fulmino con la mirada y le dijo que se callara que no era hora de hacer bromas, pero antes de irnos - Venga hijo dale un beso de buenas noches, no me callaré hasta que no os lo deis.
-Está bien, viejo loco - se acercó a mí y me dio el beso que demandaba el director - y no digas ni una palabra Albus.
-No hijo, delante de ella no, pero ya estará curada de espantos después de la comida y excursión a Londres con Lady Arista y con la familia Malfoy, más concretamente con Lucius.
Antes de que continuaran con sus típicas reyertas, salimos del despacho y me acompaño a mi habitación, ahí si que nos pudimos despedir sin que el director ni nadie nos interrumpiera.
Al entrar en la habitación estaban mis queridos amigos incluyendo a Luna y Draco.
-Herms, que bonita ceremonia, había mucho Puygs, eso significa que estabas enamorada, me alegro por ti.
-Mione, ahora como te tenemos que tratar, ahora que es oficial, oyes, tienes derecho algo, como por ejemplo ir a ese restaurante que siempre hay que pedir reserva con dos meses de antelación para conseguir un sitio, y que sirven ese filete de dragón tan rico.
-RONALD BILLIUS WEASLLY, siempre pensando en comer, de verdad - Ginny se acercó a mí y me susurro - me tienes que contar eso de que estas con Snape, y no hay escusa - ya me imagine que ella se había dado cuenta - tranquila el glotón de mi hermano y Harry que es ciego en esos asuntos no se han dado cuenta, pero no puedo decir lo mismo que Draco y Luna, es Luna calla más de lo que dice.
Posteriormente se estableció un pequeño petit comité en el cual hablamos de todo con los intrusos de mi habitación.
-Hermione, sabes le debo a mi padre cinco galeones, por culpa tuya y de mi padrino
-Draco, ¿de qué hablas? - pregunto seria, sé que puedo confiar en él y que no dirá nada ya que con el paso de los días y meses ha crecido una gran confianza entre él y yo, además le estaba ayudando para decirle a Luna sus sentimientos hacia ella.
-Cielo, hay que estar ciego para no darse cuenta de cómo te comía con la mirada Snape en la ceremonia de coronación y claro después lo confirmé cuando os pille hablando muy acaramelados en los jardines de tu casa, tranquila no diré nada, solo me molesta perder ante mi padre, siempre que apuesto con él pierdo.
-Draco, gracias de verdad, eres buen amigo - le doy un abrazo el cual me corresponde, después nos reímos ante el secreto, que de momento en Hogwarts solo lo conocían Ginny y Draco
Pronto dio paso a la madrugada eran las dos y media y el sueño y cansancio se hacían presentes por lo que decidimos que lo mejor sería ir a dormir ya que mañana había clases a primera hora y no queríamos llegar tarde.
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SOY LA HEREDERA
FanfictionSEVMIONE, DESPUES DE LA GUERRA, DONDE HERMIONE RESULTA QUE NO ES HIJA DE MUGGELS SINO LA HEREDERA DE UNA DE LAS MEJORES BRUJAS DE LA HISTORIA