SEVERUS
Estaba en el ministerio ya que iba a visitar a mi amigo Lucius el cual siempre que puede el alcornoque que tenemos como ministro lo molesta no ha conseguido perdonarlo ya que según él sus heroicidades son inexistentes.
Había conseguido que le devolvieran todo su patrimonio el cual estaba retenido, una vez de enfrentarme a esos chupatintas me despedí de Lucius y me dirigía a hablar con el ministro para que le entrara de una vez en la cabeza que ellos eran inocentes.
Al llegar me choco con alguien, y para sorpresa mía era la Señorita Granger, pero que hacía en el ministerio y más saliendo de la dirección donde estaba el despacho de Fudge.
- Buenos días profesor, si me disculpa - parecía enfadada, que habrá pasado con ella y los alcornoques que tiene como amigos
-Señorita Granger ¿qué hace en el ministerio?, no me diga que la han llamado por el incidente que tuvo el año pasado cuando invadieron sus amigos y usted el ministerio utilizando cierta poción. - la verdad es que me hizo gracia cuando me enteré, seguro que fue ella, la insufrible sabelotodo
-No profesor, para nada, si me disculpa, llego tarde he quedado y me estoy retrasando, lo veo en clases, que pase un buen verano - que carácter que se gasta, levante una ceja pero ni me vio se giró sin más y salió por la chimenea, pero quien se cree Granger que es para hablarme así.
La verdad es que el encontronazo con Granger me había puesto de más mal humor y no quiero ni imaginarme después de hablar con el alcornoque como saldré, ahora sí que si me podrían llamar murciélago de las mazmorras o maldito bastardo o cualquier mote que me tenían puesto esos que se llaman a sí mismo brujas y magos.
Entré sin llamar al despacho del ministro
-Snape, a que se debe el placer de su visita, por favor tome asiento.
-No tengo tiempo, quiero dejarle las cosas claras desde ahora en adelante, quiero que dejes a la familia malfoy en paz, me entiende, ellos fueron exonerados - no dijo nada solo asintió, y me fui por donde había venido.
Mi paciencia hoy había llegado a su límite así que me fui a la mansión Prince y abrí una botella de Whisky de fuego, y así pase el reto del día.
no pasó nada significativo en los siguientes días salvo cuando me entero que habían retenido a mis únicos amigos y que les iban a celebrar un juicio, me enteré por Draco que estaba desesperado, no me podía creer lo que me decía, sin decir nada me dirigí al ministerio y esta vez sacaría el mortifago que llevaba dentro contra Cornelius.
- Deseo hablar con Cornelius a cerca del juicio que se va a celebrar hoy a las 17.00 de los señores Malfoy - me indicaron donde estaba y abrí de nuevo la puerta de ese despacho-
-¿qué pasa Snape? - se veía molesto, me di cuenta que estaba hablando con un miembro del Wizengamont - Quiero que sueltes a los Señores Malfoy.
-Eso ya lo hicimos joven - hablo el miembro del Wizengamont - no por querer si no porque la joven lady Lefay nos obligo y de una manera un poco osca - me sorprendió que un miembro de la realeza intercediera por ellos - pero un momento la joven lady Lefay no fue Arista.
-No fue la nieta, parece ser que ha abdicado a favor de su nieta y se hará público el próximo mes - ¿quién rayos sería la nieta de lady Arista? pero para poner en su sitio al tribunal y al ministro es una persona que no me gustaría verla enfadada.
Una vez salí de ahí, me dirigí a casa de Lucius y Narcisa, quería saber como estaban tanto ellos como Draco.
-Padrino, ¡qué alegría verte!, ven mamá y papá están en su despacho, hablando entre ellos - hablando entre ellos, conociendo a Lucius estarían más que hablando.
-Draco, sabes quién es la nieta de Lady Arista- le interrogué pero no obtuve respuesta clara, la verdad es que estaba intrigado.
-Si lo sé, pero no te lo puedo decir, lo siento, mis padres me revelaron su verdadera identidad pero no puedo decírtelo, según me contaron la casa real lo prefiere así, por lo menos para mantener un poco la privacidad de la joven Lefay, por lo menos hasta que hagan la ceremonia de abdicación.
El resto del verano fue como todos alguna cena con Lucius, que me molestaba diciendome que ya era hora de que encontrara el amor y esas chorradas, eso sobre el amor y la felicidad me lo recalcó Albus diciéndome que tenía que olvidar a Lily y que buscara a otra persona, la verdad es que ya hacía tiempo que no veía a Lily como mi único amor la veía como una amiga nada más-
En agosto salió la noticia en que la honorable Lady Arista Lefay de Camelot abdicaba a favor de su nieta la cual seguía en el anonimato y que la fiesta de subida al trono tendría lugar en octubre.
Después de esta noticia, no hubo nada más interesante en los periódicos, llego otra vez septiembre y con él el inicio de las clases, cada vez aguantaba menos a los descerebrados de mis alumnos.
Estaba montado en una carroza y me aliviaba estar solo sin tener que aguantar a Albus ni a Lucius, pero claro cómo no, mi suerte no duró mucho alguien abrió la carroza y era Granger la cual ni se dio cuenta que estaba dentro y me ofendí, pero ¿por qué?, no lo comprendía.
-Señorita Granger, mañana comienza su castigo, por ser tan maleducada con un profesor en el ministerio este verano.- no iba a dejar pasar por alto la forma que me hablo la insufrible sabelotodo
-Profesor, siento contrariarle pero en verano no es profesor, así que no tiene razón para castigarme. - mierda tenía razón.
-Es usted una insufrible sabelotodo y como ahora sí que soy profesor, mañana después de la cena comienza el castigo y dígale a su casa que ha sido la primera en perder 15 puntos para su honorable casa.
-Como usted quiera, si me permite, creo que ya hemos llegado y tenemos que bajar, un placer tener una conversación con usted.- sin más abrió la carroza y se fue al castillo, yo también hice lo mismo, esa niña me había puesto de mal humor y eso que todavía no habíamos comenzado el curso.
Llegué al gran comedor ya estaban todos los profesores y todos los alumnos a excepción de los alumnos de primero que entrarían con Minerva para ser seleccionados para cada casa.
Después de la ceremonia comenzó el banquete, desvié la vista hacia la mesa de los Griffyndors y ahí estaba el zanahorio tratando de escaparse de la señorita Brown y como sus amigos lo cubrían.
-Severus, se puede sabes que ha hecho mi casa para perder puntos - me interrogó Minerva.
-Fue tu alumna favorita, me ha contestado mal así que mi en la necesidad de restarle puntos y de castigarla.
-Hijo no crees que te estás pasando con la Señorita Granger.
-Albus, que sea Heroína de guerra y orden de Merlín no le exime de perder las formas y la educación ante un profesor.
-Hijo, creo que te vas a arrepentir, sinceramente creo que este año va a ser muy Interesante no crees Minerva - puse los ojos en blanco y no espere que terminara la ceremonia y me fui a las mazmorras.
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SOY LA HEREDERA
FanfictionSEVMIONE, DESPUES DE LA GUERRA, DONDE HERMIONE RESULTA QUE NO ES HIJA DE MUGGELS SINO LA HEREDERA DE UNA DE LAS MEJORES BRUJAS DE LA HISTORIA