Elora
Noté como Louis estaba algo confundido por mi petición; me sentía como cenicienta con la última oportunidad de la noche, de besar a mi principie azul, pero ya se acercaba la hora de irme y no podría volver a verlo.
-Elora creo que mejor no… -Dijo Louis negando con la cabeza y abajando la mirada. –Tú tienes a Jason y sé que él te hará feliz, no quiero que eso se rompa por mi culpa, me dolería demasiado.
Un enorme nudo formándose en mi garganta y dejándome sin habla se apodero de mí. Observe a Louis, notando como los ojos se me humedecían, ¿Por qué todo era tan complicado?
-No quiero verte llorar por un gilipollas como yo Els… -Me dijo Louis acariciándome la mejilla delicadamente. –De verdad, para de llorar… estarás mejor sin mí…
-Te necesito… -Dije en un suspiro ahogado, en un último aliento antes de empezar a sacar todos mis sentimientos en forma de lágrimas, antes de soltar la verdad. La pura verdad, no estaba bien, estaba rota y mis heridas se abrían lentamente junto a las de Louis.
Louis me levanto de la cama donde me encontraba sentada y me cogió en brazos, haciéndome que rodeara su cintura con mis piernas. Apoye mi cabeza en el hueco entre su cuello y su hombro, aspirando su aroma. Lo había echado tanto de menos, era un aroma que me daba la sensación de “hogar dulce hogar”.
Yo seguía llorando en silencio mientras Louis hacia círculos en mi espalda y me susurraba cosas para que me tranquilizara en el oído. Levante la cabeza y observe a Louis que tenía los ojos algo húmedos y rojos, estaba a punto de llorar.
-Elora… -Susurro haciendo que nuestras frentes se tocaran y nuestro labios estuvieran a escasos centímetros. –Yo también te necesito…
No hacían falta palabras, solo hechos, movimientos, sentimientos y suspiros para que incluso un tonto se diera cuenta de los sentimientos que sentíamos el uno por el otro. Había una sensación en mi pecho, de saber que lo volvería a perder y volvería a estar mal durante mucho tiempo, odiaba esa sensación. No me dejaba disfrutar del momento junto a Louis,y necesitaba todo de él en aquel instante.
Louis soltó su primera lágrima y no pude pensármelo más, me lancé a sus labios enroscando mis brazos a su cuello. Cerré todo el espacio que podía separarnos y profundice el beso; necesitaba saber que era real, no un sueño como tantos que tenía cada noche al dormirme. Nuestros labios algo fríos y salados por las lágrimas seguían encajando tan bien como en una primera vez hacían, y eso en parte me reconfortaba.
Al separarnos del beso nos quedamos en silencio, yo aún seguía sujeta por Louis y eso hacía que la distancia fuera poco entre nosotros. Nuestros pechos subían y bajaban nerviosos y parecía que mi pulso fuera a 1000.
-Els… será mejor que vaya a buscar al médico y te dejen marcharte… -Dijo Louis dejándome en la cama otra vez.
-De acuerdo… -Dije algo nerviosa mientras enroscaba repetidas veces mi dedo en mi pelo.
Louis me dedico una última sonrisa y salió de aquella habitación dejándome sumida en el silencio. Un silencio que a la vez era el más profundo caos, no podía estar un segundo sin quitarme de mi mente los labios de Louis y a la vez, Jason. Había vuelto a hacerlo, me había besado con otro chico mientras tenia novio. Sabía que no era lo mismo, ya que la primera vez fue con Harry y contra mi voluntad y ahora… ahora lo pedí yo a gritos.
“Que zorra llegas a ser”, me chillo mi subconsciente.
-Señorita, lo siento por la tardanza. –Dijo el médico que me atendió por el pie entrando en la habitación. –Tenga esto es una medicina que tiene que ir a buscar a la farmacia para que no le duela el pie, y ya podrá irse.