Capitulo 49

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Elora

Mientras subía por el ascensor pensaba que excusa le podría servir a Jason. Pero nada, nada podía cubrir el hecho de que había estado toda la noche a fuera, que llevaba el pelo todo revuelto y aun un poco húmido y que encima tuviera el pie vendado y tuviera que andar con muletas; todo redondo vamos.

Saque la llave y abrí lentamente la habitación temiendo lo peor. Entre haciendo bastante ruido pero todo allí estaba en orden, la cama echa, la ropa bien puesta encima de ella y las maletas a punto para ser hechas. El único ruido proveniente de esa habitación era el del agua de la ducha, tenía suerte que aun podía prepararme un poco el dialogo que iba a tener con Jason.

Me senté dejando caer todo mi peso en la cama y saqué todo el aire que tenía retenido, dejé a un lado las muletas y me tumbé con los brazos hacia arriba y las piernas colgando. Necesitaba algo que calmara mi cabeza, una tila o una manzanilla me irían bien o yendo a lo efectivo, un buen sedante que me dejara dormida durante unas semanas. No quería utilizar la cabeza, ya que en lo único que podía pensar era en Louis, y sabía que tenía que olvidarme de él lo más rápido posible. “Misión imposible” chillo mi subconsciente, a lo que yo me tumbe boca abajo queriendo morir ahogada.

-¿Els?

Como un gran flashback todos los recuerdos de las últimas horas junto a Louis volvieran a mí, haciéndome tardar un poco en responder a Jason que de seguro me estaba observando y dudando si había evolucionado a morsa o algo por el estilo, ya que me encontraba tumbada en una posición de lo más morsa. ¿Por qué solo hago que pensar estupideces? La respuesta, estoy nerviosa.

-Hola. –Dije levantando la cabeza y encontrándomelo con el pelo húmedo.

-¿Qué diablos te ha pasado en el pie? –Dijo acercándose a mí.

Piensa, piensa, piensa. Mierda, tantas cosas que te imaginas a veces y ni una puta respuesta en momentos de apuros.

-¿Y bien Els?

-Me caí, intentando salir de la piscina.

-¿De la piscina? –Dijo Jason frunciendo el ceño.

-Sí, fui a relajarme un poco durante la noche y bueno soy algo patosa… -Me sentí mínimamente tranquila ya que era un poco cierto lo que le estaba contando.

-Podrías haberme despertado y hubiéramos ido juntos. –Dijo Jason sentándose a mi lado y acariciándome la espalda.

-Bueno, como pude… -Dije soltando una risilla nerviosa.

-La cuestión es que estas bien. –Dijo Jason acercándose a darme un beso.

Pero no sé lo que fue, que le aparte la cara. No me di cuenta hasta que Jason me miraba algo enfadado e indignado a la vez.

-¿Ocurre algo? –Dijo un poco molesto.

-No, no… estoy cansada y me duele mucho el pie eso es todo…

-Ah… -Dijo el revolviéndose el pelo y dejando caer unas cuantas gotas al suelo.

Otra vez aquel flash back recordándome a Louis, con su pelo goteando esas frías gotas de agua. Las estrellas de la noche, su figura mojada, sus palabras, sus labios húmedos pero tan… tan… ¡YA BASTA! Sacudí la cabeza ligeramente y me levante con ayuda de las muletas.

-Me voy a comer algo, ahora vuelvo. –Dijo Jason saliendo de la habitación dando un portazo.

Volví a respirar con normalidad y me fui hacia fuera en el balcón, me senté en una silla y observe en silencio la gente saliendo, de un lado al otro. Entonces vi como mucha gente iban corriendo hacia la entrada del hotel, fruncí el ceño y forcé un poco la vista para distinguir las personas que habían allí. Vi una mano alzarse y saludarme y entonces me di cuenta de que esa mano con esos tatuajes solo podía ser la de Louis. Por muy lejos que estuviéramos nos reconocíamos el uno al otro. Le devolví el saludo y pude notar su sonrisa y sus palabras en mi oído “te quiero, te quiero…”.

LA CHICA DE PELO AZULDonde viven las historias. Descúbrelo ahora