-Ponte recta. –Me dijo cogiéndome la barbilla y levantándomela, a la vez dándome golpecitos en el estómago. –Barriga hacia adentro.
-Sí, si… -Dije ya cansada de su irritante voz y del gran odio que tenía hacia mí.
-No me vuelvas a contestar. –Dijo Chad señalándome amenazantemente. –Vete hacia el gimnasio, ahora.
Me cruce de brazos enfadada, travesé el pasillo y me dirigí hacia el gimnasio, allí habían unas cuantas chicas que hacían la pasarela de la siguiente semana, al igual que yo. Todas seguían mirándome mal, rumores decían que era familiar de la jefa. Me hacían gracia esos rumores porque no tenían nada de sentido, solamente lo decían porque no encontraban ningún motivo por el cual yo, una chica del montón estuviera entre las personas más envidiadas de todo el mundo, las modelos.
-¿Ha vuelto a ser tan gilipollas contigo? –Me dijo Ashleigh sonriéndome mientras apartaba el sudor que había en su frente con su antebrazo.
-Si, como siempre. –Dije aburrida recogiéndome el pelo en un moño mal hecho.
-No le hagas caso, odia a todas las modelos nuevas. –Dijo ella rodando los ojos.
-Pues si las odia a todas creo que a mí un poquito más.
Las dos nos pusimos a reír, chicas nos echaron miradas amenazantes. En sus ojos se podía leer “Trabajad zorras o le diré a la jefa”
La verdad no sabía cuál era el nombre de mi jefa, algo muy raro. Todos allí la nombraban así y ella no daba información, era como si ocultara toda su vida, su pasado…
…
-Me duele el culo… -Dije dándome un masaje por encima de mis pantalones de deporte. –No me acordaba lo mucho que odio hacer deporte y sudar.
-Pues acostúmbrate bonita. –Me dijo Ashleigh guiñándome un ojo. –Por ahí viene Jack, adiós.
Un coche aparco delante de nosotros pude observar por fin al tan nombrado Jack. Me sorprendió encontrarme con un chico con el pelo despeinado hacia la cara, unas gafas de pasta grandes y hierros, se veía que no era muy alto y tampoco era gran cosa, era muy delgadito. Para nada era el Jack creado por mi mente. Era una cosa que mi cerebro le costaba de asimilar.
Ashleigh se subió al coche, pude observar cómo se daban un corto beso en los labios. Se despidieron de mí con las manos y me quede allí plantada, aun asombrada. Tenía en mente que las supermodelos como ella salían con el típico estereotipo de modelo masculino, moreno, ojos claros, pelo perfecto, lleno de músculos y cara 10.
Me puse a andar sin prisa, disfrutando del viento que hacía que mi pelo volara libre; quizás parecía un león pero eso no quitaba lo gratificante que era la sensación de tu pelo volando al viento.
Aún me quedaba bastante camino hasta llegar a mi nuevo piso, pero tenía tiempo para hacer un paseo por algún centro comercial, o incluso ver alguna película en el cinema; ya que Ayrton se encontraba con Jason y Mag todo el fin de semana en un pueblo en la montaña.
