Elora
-¡Elora, Elora, Elora!
Mi cerebro aun dolía por cualquier ruido y Ayrton no paraba de chillar dando saltos a mi alrededor, quizás estaba alucinando o todo lo que me había dicho Louis había sido algo demasiado para mí, pero ahora mismo todo me parecía abstracto; me sentía como Alicia en el país de las maravillas y por el momento Ayrton se había ganado el puesto del conejo.
-Ayrton… -Dije yo intentando mantenerme en calma. –Me duele mucho la cabeza y te agradecería que no chillaras, ¿sí?
-De acuerdo. –Me dio un beso a la mejilla y se marchó hacia el jardín.
-Elora…
Me gire encontrándome a Louis con una maleta en la mano derecha y en la otra mano una bolsa pequeña de una marca de calzados carísima. Su posado era serio y eso hacía que quisiera esconderme entre los cojines del sofá haciéndome pequeña, pequeña hasta ser microscópica y que solo el polvo pudiera verme.
-Esto es tuyo, supongo… -Dijo dándome la bolsa pequeña. –No lo abras, no aun.
Yo solamente asentí, su mirada hacia mi reflejaba tristeza y asco a la vez. Como si su mirada pudiera transmitirme una frase “me has fallado”.
-¿Te vas…? –Fue lo único que pude decir, ya que tenía un nudo enorme en la garganta. Pero uno de aun más grande en el corazón.
-Sí, es lo mejor. –Dijo el revolviéndose el pelo nervioso. –Me vuelvo con los chicos, y bueno cuando volvemos… bueno mejor marcho ya.
Abaje la mirada, me sentía sucia y fría a la vez, parecía como si mi cuerpo hubiera estado toda una semana dentro de un congelador. Solo hacía falta un martillo para romperme en pedazos, y las palabras de Louis eran peor que un martillo.
-Lo siento… -Dije yo mientras una lagrima traicionera se escapaba. –Lo siento mucho… yo…
-No quiero explicaciones. –Dijo el subiendo la voz. –No quiero saber nada, de nada.
-Lo entiendo… -Dije yo en un hilo de voz.
-Lo dudo…
Un silencio invadio el salón haciendo que Louis y yo nos pusiéramos tensos y estuviéramos incomodos.
-¡Louis, Louis, Louis! -Chillo Ayrton corriendo hacia él.
-¡Ayrton!
Louis levanto a Ayrton del suelo dándole una vuelta en el aire, haciendo que empezara a reír de forma muy adorable. En otras ocasiones me hubiera puesto a reír o incluso hubiera ido y les hubiera abrazado a los dos, pero no hice nada. Me quede observando como yo ya no formaba parte de ese universo, nunca jamás volvería a serlo.
-¿Dónde vas?
-Me vuelvo con los chicos.
-¿Con Niall también?
-Claro.
-Dile que me he comido sus galletas. –Dijo Ayrton divertido.
-Uy… ya se le diré. –Dijo Louis haciéndole cosquillas a la barriga. –Adiós pequeñajo pórtate muy bien.
-¡Sí! –Dijo Ayrton poniéndose recto y sonriendo.
-Adiós Elora. –Dijo cambiando de cara, a una muy seria y dándome la espalda.
-Adiós… -Dije notando una puñalada en el corazón.
…
-Si… estoy bien… -Dije yo pero mi voz quebrándose me delato.
