Capitulo 50

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Elora

Miré nerviosa las chicas que habían a mi alrededor, todas se veían muy jóvenes, altas, delgadas, tan perfectas que yo a su lado parecía un gran orco. Apoye todo mi peso en el codo y recorrí cada milímetro de aquella sala rectangular con grandes sofás y decoraciones.

Una mujer vestida de forma impecable y con un alto moño en la cabeza se posiciono en frente mío. La miré esperando alguna palabra o algo pero ella solo me analizaba con la vista, estaba segura que podía leerme la mente y estaba sabiendo que nunca había tenido tanto miedo de alguien en mi vida.

-Sígueme. –Dijo al fin.

Me levanté cogiendo las muletas y seguí a la mujer que iba recta como un palo, por un estrecho pasillo lleno de fotos en blanco y negro de distintos chicos y chicas, hasta llegar a un amplio despacho perfectamente distribuido todo. Se podía oler la limpieza en todo el lugar.

-Bien, siéntate. –Me dijo señalándome dos sillas que habían al otro lado de su gran mesa. -¿Elora, cierto?

-Sí, sí. –Dije haciendo una media sonrisa.

-Bien, supongo que ya sabes lo que implica que estés aquí, ¿no?

-Bueno yo, la verdad…

-Tú mandaste una solicitud de entrar aquí para modelar.

-Sí, es cierto, pero de eso hace ya unos 3 años… -Dije bajando la voz a medida que terminaba la frase.

-No me importa cuando fue. –Me dijo echándome una mirada fría. –Me gustas, tu forma de ser me gusta para una modelo de mi encargo.

-¿Yo? –Dije abriendo ligeramente los ojos y sin creerme lo que estaba escuchando.

-Si cariño. –Me dijo cogiendo una carpeta de un cajón. –He estado investigando sobre ti, cógela.

Cogí la carpeta entre mis manos y la abrí, encontrándome con diversas fotos y reportajes de distintas revistas, hablando de mi como la supuesta novia de Louis Tomlinson; también habían otros trozos de revista de nuestra ruptura y fotos algo recientes junto a… Jason…

-Veras, te lo contare. Cuando me enviaste esa solicitud me hizo gracia que solo me dijeras tu nombre, ni un apellido. Y me guarde tu solicitud aquí, en mi cajón. –Dijo ella señalándome el cajón de donde había sacado esa carpeta antes. –Un día en la radio hablaron de una chica peli azul que se llamaba Elora y descubrí que eras tú, y entonces empecé a buscar sobre ti, hasta hoy.

-No lo entiendo, no tengo nada de modelo…

-Eres guapa y de estatura media eso sí, pero con unos tacones se soluciona todo. Y si por peso te preocupas tendrás entrenadores que te ayudaran a ser la envidia de todo el país.

-Esto es muy precipitado…

-Lo sé, pero te necesito. En dos semanas haremos la pasarela más importante de Londres y quiero que tú aparezcas en ella.

-No entiendo porque tantas molestias habiendo tantas chicas que…

-Escúchame, me gusta tu mala fama, y tú estilo; el pelo azul, una modelo no lo haría nunca y al romper las reglas hace que seas innovadora y gustes a la gente. ¿Qué me dices?

Mordí mi labio nerviosamente mientras su mirada no se quitaba de mí, estaba dudando mucho. Era cierto que mi sueño de pequeña era ser modelo, pero ahora que lo tenía delante de mis narices no sabía que hacer o decir.

-Creo que sí. –Dije al fin haciendo una media sonrisa. –Pero tengo el pie…

-Genial querida. –Me dijo sonriéndome. –Lo del pie no es ningún impedimento, me gusta romper con las reglas en las pasarelas.

LA CHICA DE PELO AZULDonde viven las historias. Descúbrelo ahora