Born To Die [Joshler]

Ocho

Josh observo el chicle pegado en el periódico, lo desechó y caminó hasta la habitación, sacó una pequeña libreta, color café, se sentó en el escritorio y tomó una pluma para comenzar a escribir. Desde muy pequeño a Josh le había fascinado escribir, gracias a su falta de amigos ya que le costaba relacionarse encontró la escritura como un pasatiempo para desahogarse.

"Me fascinas, me cautivas, tu sonrisa inocente me hace delirar, con tu tan sola presencia me puedo deleitar, me vuelves loco, loco, estoy loco, sabes como encenderme, sí, tú me vuelves loco, loco, loco por ti ¿Qué puedo hacer? Me siento como el color azul. Estoy perdiendo la razón, porqué me estoy volviendo loco por ti"

—Josh—Le nombrado cierra con rapidez la libreta y la guarda ennun cajón.

—Si—Su voz tiembla por la intromisión de la mujer.

—¿Qué estabas escribiendo?—Trago saliva notoriamente y sonrió, divaga antes de hablar.

—Nada importante… cosas ya sabes trabajo y eso—La mujer le miro dubitativa, es más que obvio que por su nerviosismo no era eso… pero… por qué sentiría desconfianza hacia él.

—William—El teñido levanto sus ojos nuevamente despegando su mirada avellana de sus manos—Tyler se irá al campamento mañana—El tintado le miró sorprendido y su vista se perdió entre la pared y sus pensamientos…—William—Eso significa ya no ver a su pequeño castaño de ojos chocolates—¿William me estás escuchando?—Sacudió su cabeza levemente y sonrió para fingir que todo estaba bien—El viaje es largo—La anterior rubia le depositó un beso en la mejilla y después salió de la habitación dejando a Josh con solo con sus pensamientos.

En que momento el teñido se metió en todo esto, después de los problemas que pasó y por los cuales tuvo que pasar más tiempo en la Universidad se había prometido no volver a meterse en problemas, y aquí estaba, sentado en la habitación, cuestionandose el por qué, Kelly es una mujer joven, sus labios rojos y tez blanca y de cuerpo delgado, hace poco se tiñó el cabello de negro, es joven, está llena de vida, pero no le atrae en lo absoluto a Josh, la presa de Josh es Tyler…

[…]

—¡Tyler!—El castaño bajo las escaleras corriendo mientras que se debatía a gritos con su madre la cual terminaba de arreglar su cabello—¡Espero que tengas todo listo! ¡Nos vamos en unos minutos!—Josh sentado en la silla del comedor mientras leía el periódico, se sentía abrumado por el grito ensordecedor de la mujer.

Josh decide tomar el periódico e irse a la pequeña habitación que había tomado como despacho, se sento en la silla que quedaba cerca de la ventana, vio como Tyler discutía con su madre mientras subían unas maletas a el auto, y como si de una vieja película se tratase los ojos del hombre se conectaron con los del adolescente, una sonrisa pícara atravesando el lindo rostro joven, un rostro que parecía angelical, pero que escondía los más sucios deseos de un adolescente desenfrenado, gritos, regaños y quejas se hicieron escuchar mientras que Tyler corrió de regreso a la casa con la excusa de haber olvidado algo, Josh extrañado observó la puerta abierta de la habitación, pasos fuertes y estruendosos se escucharon por las escaleras, la silueta se hizo ver y en un acto reflejo Josh tuvo que tomar los muslos del menor para evitar que ambos cuerpos cayeran al suelo, sus labios se fusionaron, colisionaron entre sí, Josh sintió los pétalos rojos que el menor tenía por labios moverse sobre los suyos, un tacto tan simple pero infernal para la conciencia de Josh, el menor lo llevaba a sacar sus pensamientos más sucios y egoístas, Tyler separó sus labios de Josh y le sonrió mostrando sus pequeños y desaliñados dientes, los gritos de la madre del castaño volvieron a escucharse, Tyler se bajó del cuerpo de Jish y corrió de nuevo hacia el auto dejando a Josh sorprendido.

Aunque el tacto fuese igual que tocar el cielo, aunque besar sus labios fuese como tocar una rosa, al final, el costo del cielo a veces es el infierno y toda rosa tiene sus espinas.