Sus ojos chocolate mirando la ventana del auto, el cielo celeste resplandece y las nubes parecen de algodón, sus orbes parecen derramar luz por lo fuerte que brillan.
-Llegaré en unos minutos... ¡Qué!-La voz de Josh sonaba molesta y claro que lo estaba, sus ojos avellanas encendidos en furia... le habían cancelado su entrevista-¡No viajé en vano!-Claro que no lo había hecho, pero nada giraba en torno a esa estúpida entrevista, pero si quiere tener a Tyler sabe que debe conseguir un buen trabajo, colgó cuando la mujer le pidió disculpas y le dijo que le llamaría al siguiente día.
-No siempre puedes conseguir lo que quieres-Los ojos avellana viajaron hasta ver el delgado cuerpo que yace a su lado-... Pero puedes conseguirme a mí...-Josh sonrió de la forma más sincera, salió de su corazón, aunque Tyler no le esté viendo ni sonriendo sabe que el castaño le quiere... quizá como él lo hace.
Tyler está tan sumido en sus pensamientos que no se da cuenta del camino, solo que el auto avanza y avanza, que pasaría si él decide detener el auto y correr, correr sintiendo el viento pasar entre sus hebras, sintiéndose libre, correr lejos de Josh, gritar que le deje libre y volver a casa, volver a casa con ella y luego actuar como si nada y seguir adelante. Su razón grita y llora que debe volver, que no es lo correcto, pero como todo ser humano, tiene dos partes en las que se divide su conciencia, aquella que nos dice lo correcto que nos arrastra por lo bueno y aquella que nos incita a hacer aquello que ante los ojos no es correcto, aquello delicioso para vista y en cierto punto bueno para el cuerpo pero ¿Quién le hace caso a su buena conciencia? Nadie se detiene a razonar en la mayoría de los caso, siempre recurrimos a aquello llamativo, los impulsos de Tyler le dicen que se quede con Josh, que todo aquello que le hace sentir no lo volverá a sentir jamás, que si delata a Josh el va a odiarlo, ¡No! Él no quiere que esos ojos avellanas le miren con odio, no, sería el peor de los castigos, está tan extasiado con esos ojos que no quiere ver otros que no sean esos, cuando sus miradas se conectan parece que el mundo desaparece, Tyler puede sentir las suaves nubes tocar su piel cuando Josh le mira o le toca, todo aquello es insano, olvidan por un momento el problema en el que se está metiendo.
Josh siente que ha regresado años atrás, como si fuese un adolescente de nuevo, fugándose, pero esta vez ha llevado todo demasiado lejos y ni siquiera se da cuenta.
-Llegamos-Una pequeña casa hogareña aparece rente a los ojos del castaño, pintada de color cielo con ventanas de color blanco, un pequeño jardín se encuentra delante de la casa.
-¿Viviremos aquí?-Josh le mira mientras sonríe, quiere darle cosas lindas al castaño, casi tan lindas y resplandecientes como las esferas chocolate que le miran en este momento.
[...]
-¿Terminamos?-Tyler mira con una mueca a Josh.
-Mmm... sí, no hace falta nada por el momento-Tyler sonríe por fin habían terminado de acomodar sus cosas. Un tocadiscos yace en una mesa de su ahora sal, Tyler lo mira con curiosidad, Josh con una sonrisa toma un disco, ese pequeño tocadiscos siempre estuvo en su camioneta junto con algunos discos que alguien importante le regaló. La música no tarda en llenar la habitación "Unchained Melody" llena sus oídos, la suave música es capaz de hacer sonreír a Tyler. Josh toma su mano con dulzura mientras que Tyler le mira con las mejillas rosas, las cuencas del castaño comienzan a derramar estrellas de lo brillantes que están, siendo el mejor espectáculo que Josh puede presenciar
"Oh, my love, my darling,
I've hungered for your touch
A long, lonely time . . ."
Tyler sonríe siendo lo mejor que puede darle a Josh a no tener nada más, solo eso, solo puede regalarle sus sonrisas, caricias besos, solo eso, no tiene más, pero lo que no sabe es que a Josh le basta eso, con tan solo tenerlo Josh se siente completo.