Capitulo 8

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Ji le habia dado una lista de lo que Kaito tenía que comprar el cual agarró la lista para luego salir de la casa aún medio ensimismado en sus pensamientos.

Cuando llego al phonex mall se dirigió de inmediato al supermercado a comprar los ingredientes, tras salir sus ojos captaron a Harumi en una tienda de musica con unos audífonos puestos y una sonrisa adornando su rostro.

Se acercó silenciosamente detrás de ella sin que le notasen y puso sus manos tapando sus ojos.

Kaito: ¿Quien es? -Preguntó con una voz fingida

Harumi: mmmm ¿Oni-sama? O tal vez~ -dice con un tono risueña y de diversión que divertía a Kaito- ¿Kaito Kid?~

Aquello tenso y preocupo un poco al chico pero se recupero rápidamente al ver como su amiga se volteaba y le regalaba una sonrisa.

Harumi: oh, parece que no atine a ninguna~ -dice aun risuña- hola Kaito~

Kaito: Hola, ¿que haces aquí? Al parecer nos encontramos en donde sea -Dijo acercándose pícaramente a la mujer- ¿Tal vez el destino nos quiere juntos?

Harumi: -ríe suavemente ante aquello- eso crees? -pregunta siguiéndole el juego- aunque yo prefiriria a Kid, sin ofender~  -dice con una sonrisa- y contestando a tu primera pregunta, vine a comprar un regalo para uno de mis hermanos -responde con una sonrisa.

Kaito: je~ ¿Y que piensas darle? -pregunta curioso

Harumi: un CD de musica  clásica, es el genero favorito de Ren-niisama -responde con una sonrisa

Kaito: je~

Harumi: y tu que haces por aquí?

Kaito: pues haciendo recados -mostrando la lista de la compra-

Harumi: oh soka -responde mientras ve la lista.

Ambos fueron por un café luego de salir de aquella tienda, donde entre algunas bromas por parte del chico quien se divertía junto a ella y le devolvía su alegria.

Estuvieron un rato así, hasta que el chico tuvo que despedirse ya que debía hacer las compras a lo que ella le dijo que si gustaba podría esperarlo y así regresar juntos al edificio a lo que el acepto con gusto, sin contar que le dijo que así la cuidaría.

Tomaron caminos por separado y Kaito caminaba por los pasillos del mall hasta encontrar el supermercado, ingreso en el lugar y no le tomo mucho tiempo comprar todo en la lista y una vez pagó y salio del estaba le cimiento busco un mapa del lugar para encontrar la tienda dond dijo Harumi que estaría, a la vez que se ponía sus audífonos y emprendía rumbo a su nuevo destino.

Miraba las tiendas curioso, veía algunas con potencial y elementos que le servirían en algún nuevo show cuando volviera a robar, así como miles de ideas se le vinieron a la mente al pensar aquello, se divirtiria mucho.

Iba tan absorto de la realidad que no se fijo que lo estaban llamando hasta que al sentir una mano en su hombro y hacerlo voltear la sonrisa que había en su rostro se desvaneció al verla.

Kaito: Aoko...-susurro su nombre a la vez que sentía un fuerte dolor en su corazón. La joven culpable de su corazón herido estaba portando un lindo y sencillo vestido azul cielo, todo su conjunto la hacia ver hermosa para sus ojos.

Aoko: ¡Bakaito! ¡Llevo un rato llamándote! ¿¡Donde demonios te has metido!? -empezó a gritarle y cuestionarle y siguió así al ver que su amigo no le respondía, la chica estaba preocupada por el, ya que desapareció de la nada, se cambio de Instituto y no sabia el porque.

El castaño levanto la mirada para poder decirle algo a la joven frente a el, pero sus fuerzas de callarla o decirle algo se fueron al desagüe al ver que no andaba sola en el centro comercial, no muy lejos de donde estaban pero exactamente detrás de la chica estaba el hombre por el cual perdió a Aoko, frente a el, ignorando la presencia de la Nakamori estaba...

Kaito: Hakuba...-susurro su nombre

Aoko: ¿Huh? A cierto...olvide que andaba con el...-dice parando su interogatorio-...y bueno ya que te volví a ver, quiero darte una noticia -dice con una sonrisa.

Kaito: ¿Noticia? -repitió con cierto temor, y de la cual no quería saber nada al respecto.

Aoko: ¡Suguru y yo somos novios! -exclama con cierta felicidad en sus palabras y mirada.

Mas en la del chico no mostraba lo mismo, el podía sentir como su corazón se crujía mas hasta el punto de hacerse añicos, y sin aguantar mas y ver como el caballo se acercaba a ellos salio corriendo de ahí como un cobarde.

Aoko: ¡Kaito! -grito la Castaña confundida ante la reacción de su mejor amigo.

El castaño corría lo mas rapido que podía para alejarse de ahí, se sentía un cobarde y lo sabia pero no le importaba, siguió corriendo sin rumbo fijo, solo quería estar lo mas lejos posibles de ese par y así fue hasta que choco con alguien.

Kaito: L-Lo siento...-dice disculpándose de inmediato con quien choco.

___: ¿Kaito? -escucha su nombre salir de la persona con quien choco y levanta su mirada para ver de quien se trataba.

Kaito: Harumi...parece que nos estamos encontrando frecuentemente, ¿Acaso sera obra del destino? -dice de forma coqueta y con una risa, siguió hablando hasta que sintió algo cálido en una de sus mejillas siendo aquello la mano de la chica, así como veía como la joven frente a el lo miraba fijamente y con preocupación- ¿Que pasa Harumi? -pregunto debido a su mirada, mas no obtuvo respuesta por parte de ella, ya que sintio algo descender en su rostro. fue ahí que se dio cuenta que estaba llorando y sin poderlo aguantar mas y rompiendo su poker facer se abrazo a la chica mientras aguantaba el llanto, sintiendo así las suaves caricias de la chica en su espalda.

Se fueron a sentar a una banca para que el castaño se calmará. Una vez se calmo ella no le pregunto nada en cambio lo jalo a varias tiendas para que se distrajera y aquello fue buena idea, ya que el chico pudo divertirse un rato olvidando el mal rato que paso momentos atrás.

Regresaron a casa después de entretenerse con algunas cosas tras acabar las compras y charlaron durante su camino...Kaito se divertía a su lado, aun después de lo sucedido en el centro comercial y con el tema de Aoko, ella lo ayudo a esconderse y no lo cuestiono por huir de ella, es mas ni le preguntó al respecto, le dio su espacio y es lo que mas agradecía.

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Bueno eso es todo, espero que les guste y lo disfruten.

Por Ella Te ConociDonde viven las historias. Descúbrelo ahora