Capitulo 7

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La luz del sol se filtraba por las cortinas abiertas, calentando el rostro de ______. Se dio la vuelta, cubriéndose sus ojos con su brazo. Por un momento, se olvidó que no estaba en la comodidad de su propia cama. Y entonces la revelación la golpeó. Estaba en una cama matrimonial del Grand Hyatt y en la suite nupcial.

Cuando se dio la vuelta, se encontró con que Justin ya se había ido y sin despedirse. Una punzada de tristeza hizo camino a través de su pecho, pero trató de razonar consigo misma ya que era casi milagroso que él se hubiera quedado durante la noche. No podía esperar que alguien como él la despertara y le diera un beso de despedida. Estaba más allá de su campo y entendimiento.

Echó un vistazo al reloj y vio que eran más de las siete. Si quería llegar a tiempo al trabajo, sabía que necesitaba ponerse en marcha. Deslizándose en su vestido de la noche anterior, se lamentó de no haber pensado antes en llevar algo más para vestir. A los casi treinta años, nunca antes había experimentado una caminata de la vergüenza, y ahora tendría una. Después de todo, ¿quién demonios usaba gasa a las siete de la mañana?

Afortunadamente, el pasillo estaba en silencio mientras se apresuraba por la alfombra floral de los ascensores. Cuando llegó a la planta baja, solo el personal del hotel se arremolinaba en el vestíbulo. Trató de sostener la cabeza en alto mientras los pasaba de largo. Se las arregló para mantener su dignidad hasta que le dio su boleto al valet. Él le echó un vistazo a su traje, al cabello despeinado, y una sonrisa de complicidad pasó por su rostro.

—En un momento, señora.

Interiormente ______ gimió y se obligó a nunca olvidar una bolsa de viaje de nuevo.

Apenas pudo llegar a su oficina antes de que Casey irrumpiera dentro y cerrara la puerta de golpe.

—¡No puedo creer que no me hayas llamado!

Levantando su mano, ______ advirtió:

—Todavía ni siquiera he bebido café. Me mantendré fuera de la Inquisición durante al menos treinta minutos.

—Uhm, alguien está irritada. ¿No dormiste lo suficiente anoche? —preguntó Casey, moviendo las cejas.

—No, obviamente no lo hice.

Casey chilló y luego se dejó caer en la silla.

—¡Detalles, ___! ¡Necesito desesperadamente detalles!

—Entonces ve a ser una buena amiga y consígueme un café —gimió ______.

Con un bufido, Casey se levantó de su silla.

—Está bien. ¡Pero será mejor que me des cada detalle erótico cuando vuelva!

Mientras Casey salía por la puerta, ______ colocó sus cosas y encendió la computadora. En medio de la lectura de sus citas del día, sonó el teléfono en su bolso. Ella lo agarró y se desplazó a través de sus mensajes. El ver uno de Justin provocó que su corazón saltara hasta su garganta.

Lo siento, no me despedí. Parecías demasiado tranquila para despertarte. Ansioso porque llegue el miércoles… J

______ no podía luchar contra la tonta sonrisa que llenaba sus mejillas. Después de todo no era un idiota. Él realmente se preocupó lo suficiente como para enviarle un mensaje y ver cómo estaba.

Rápidamente, sus dedos volaron sobre el teclado.

Gracias. Yo dormí bien anoche… bueno, después de todo. También estoy ansiosa porque llegue el miércoles.

Casey entró por la puerta con una humeante taza de café y se la pasó a ______.

Mientras ______ soplaba pequeñas olas en el líquido oscuro, los labios de Casey se curvaron en un puchero.

La Proposición - Justin BieberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora