Close your eyes

CAPÍTULO 1

- DULCE VOZ -

"¿Lauren? ¿Lauren me puedes oír?"

De nuevo retumbó aquella dulce voz, inundando mi mente. No sabía el origen de la persona, tan solo que era una mujer. Hacía semanas de que empecé a oír esa voz desconocida, pero por mucho que intentara abrir los ojos para saber a quién le pertenecía, me era imposible. Al principio solo veía un montón de luces cegando mis ojos, el resto era totalmente oscuro. Me era bastante difícil ser consciente de lo que pasaba a mi alrededor. Lo único que podía apreciar era aquella voz, hablándome.

Durante todos esos días estuve bajo un trance. Como si al dormirme hubiera desconectado del mundo exterior y no pudiera volver a despertarme. Era tan extraño todo. Tampoco podía moverme. Me sentía tan impotente, pero a la vez con tanta paz en mi interior. No se como explicarlo exactamente. Lo único que sé es que cada día esperaba con más impaciencia aquella voz.

Aquella voz que me cautiva. Con tan solo oír esa risa retumbando en todo mi ser, puedo jurar que mi corazón dejaba de latir. Como si mi cuerpo pidiera que el tiempo se parase, para poder disfrutar de esa melodía por siempre. Y así poder grabarla en mi memoria.

Pero no podía. Nada impedía el hecho de que no podía. Ya que era incapaz de abrir los ojos. Era demasiado frustrante.

— Buenos días preciosa. — Y ahí estaba la razón por la que no eran vacíos y fríos mis días. — Sé que odias el que te digan cosas bonitas, pero es algo que no puedo evitar hacer.

"¿Es algo que odio el que me halaguen?"

Si estuviera despierta lo más seguro es que tendría la cara roja como un tomate y estaría sonriendo como una estúpida. Pero es algo que no podría evitar hacer.

— ¿Has pasado buena noche Lauren? — Conforme decía la pregunta, acomodaba mi almohada para así poder incorporarme y estar más cómoda.

"Si es a tu lado entonces si".

Eran algo impulsivos mis pensamientos hacía las respuestas que le daría a esa dulce voz. Aunque realmente me gustaría el haber podido sentir su calor corporal sobre mi cuerpo en aquel momento.

— Bueno cariño. Espero que te guste el nuevo libro que te he traído especialmente para ti hoy. Se llama; La ladrona de libros.

"No creo que haya un solo libro de los que me has hablado que no me guste".

Cada día, la dulce voz, me traía un libro diferente. No me los leía, ya que en un día sería imposible terminarlos, tan solo me contaba la historia de cada uno de ellos. Me era increíble la manera en la que se sumergía en ellos, como si realmente viviera y sintiera lo mismo que el protagonista de cada libro.

— Para serte sincera este es mi libro favorito entre todos los que te he traído, aunque eso es algo que ya sabes...

Esta chica era sorprendente. Además de que algunas veces me había cantado canciones escritas por ella misma. Me quedo corta diciendo que sus cuerdas vocales sonaban como el arpa de un ángel.

"Y espero que no sea el último. Quiero conocer más historias a través de ti".

— Hoy has tenido suerte. También me he traído mi guitarra. — Noté como agarraba mi muñeca y con el dedo índice acariciaba suavemente mi mano. Seguro que se me erizó la piel con tan solo ese pequeño gesto.

"¿Eso quiere decir que disfrutaré de una de tus melodías que me hace sentir como si tuviera alas?"

— Esta canción es nueva. No te rías si te confieso que la compuse pensando en ti mientras estaba en el cuarto de baño de un hotel. — Una débil risa escuché escaparse de sus labios.

"Si sonrío es por el hecho de que lo hicistes pensando en mí. Y eso me hace estúpidamente muy feliz".

— Hello, how are you? How you've been?

Lately I wonder how it feels to steal your kiss.

Nothing much, just fine I'm doing well.

And you can't read between the lines, but God, I fell.

Escuchar esa voz cobrando vida era uno de los mejores privilegios que nunca antes haya tenido. No entendía el por qué no lo hacía en público. Su voz realmente merecía ser escuchada.

— I only told the moon, tonight up on the roof.

I told her that I'm scared that all my thoughts they look like you.

I only told the moon, about the way you move.

I asked her to please tell me if you tell things to her too.

Tras acabar esas estrofas al ritmo de las notas de la guitarra, sentí como su agarre en mi muñeca se intensificó aún más.

— Aún no está acabada, pero quería que lo escucharas de todos modos, ya que es para ti.

"Te quiero".

Sí. Sin más. La quería. Para que lo iba a ocultar. Esa dulce voz me hechizó desde la primera vez que entró en mis oídos y se adueñó de mi mente.