30 Contra la ley

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- ¡Naiara! ¡¿en qué estabas pensando?! - La castaña se encontraba sentada en uno de los sillones de la sala personal de Abril. Donde además de esta, se encontraban Liz, Zack, y Nicolas. Este último regañando a la chica.

- ¿por qué abandonaste la misión?, gracias a eso Raúl logró huir del país y con él perdimos nuestra oportunidad de descubrir el paradero de Ghilmort - Naiara se mantenía de brazos cruzados un poco cabizbaja y apenada por estar siendo reñida

- Bueno, no creo que solo por que me fruí habiendo treinta hombres más, es la razón por la que Raúl logró huir - justificó ceñuda

- Naiara... - Liz la vio con advertencia

- La vida de Abril está en juego por esto, ¿acaso no te importa? - Esas palabras hicieron enfurecer a Nai en segundos, se levantó con semblante amenazante

- ¡¡No te atrevas a decir que no me importa!! - gritó la encolerizada castaña. Abril se acercó a la chica, tomándola de los hombros para calmarla y hacerla sentarse nuevamente.

- Vale, perdón - Se disculpó el chico - Aún así dime, ¿donde estabas y haciendo qué?. Desde que te despedí no te vi hasta el siguiente día por el medio día, pensé que te había pasado algo -

- ¿Estabas preocupado, Nicolas? - cuestionó sugerente. Nicolas entrecerró los ojos molesto - Perdón. Pues, me encontré con un viejo amigo... -

- ¿quién? -

- Un viejito amargado que conocí por ahí antes de llegar a Myriad -

- ¿por eso dejaste huir al fugitivo? - las palabras del chico hicieron sentir culpable a Naiara, pero lo disfrazo con una pequeña sonrisa apenada

- Bueno, se formó una fea tormenta y el me ofreció un techo - se justificó levantándose de hombros. Nicolas suspiró

- De acuerdo, pero que no se vuelva a repetir -

Naiara asintió con vehemencia - ¡Si, señor! -

Más al rato, cerca del ocaso, Naiara paseaba por las calles del reino, disfrutando de la tranquilidad del momento... cuando entonces a la distancia divisa al Nicolas saliendo de un bar. Naiara lo miró curiosa y corrió hacia él.

- ¡Hey!, ¡¿que tal Nicolas?! - Saludó enérgicamente

- Naiara, ¿que haces aquí? - preguntó sorprendido, empezando ambos a caminar en dirección devuelta al castillo

- Solo paseando un rato, ¿y tú? ¿que hacías dentro del bar? -

- Buscaba algo de información sobre Ghilmort -

- ¿en un bar? - levantó una ceja

- Puedes encontrar a muchas personas en un bar y recopilar valiosa información - Naiara se encogió de hombros y suspiro

- Vaya, por un momento pensé que solo querías divertirte un rato, ¡vamos!, aún eres muy joven, ¡deberías de despreocuparte un poco del trabajo y disfrutar un poco! -

- No tengo tiempo para eso -

- Claro que no, por que eres un amargado - Nicolas bufó molesto

- Apenas nos conocemos Naiara, y te estás tomando muchas libertades conmigo -

- Uhm, por eso no tienes amigos... - murmuró

- ¡Oye! - Naiara sonrió divertido viendo al chico rabiar. Cuando entonces su sonrisa desapareció, mostrando un semblante asustado. A lo lejos divisó una columna de humo denso y negro salir de entre las casas, algo se estaba incendiando.

La Travesía de NaiaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora