Faltaban solo cinco minutos para que el timbre avisara la entrada y todos aquellos estudiantes se amontonaran por los pasillos. Cassandra me acompañaba en ese instante, paradas en las escaleras que nos permitían subir al segundo piso, nadie más estaba dentro de la universidad pues preferían esperar afuera.
Me excusé con mi amiga diciéndole que sentía frío como para estar fuera, la neblina del día anterior había dado paso a un clima espantoso, pero en realidad quería estar lejos de todas aquellas personas, quería poder divisar a Kaden en la entrada y saber que la persona con la cual pasamos unos inquietantes minutos aún estaba aquí. Después de que se esfumara sin decir nada intenté conciliar el sueño, me costó como nunca pues no dejaba de recordar y de pensar, tratando de sacar conclusiones pero realmente nada encajaba. ¿Quién era aquella persona? ¿Por qué tenía una actitud tan salvaje? Parecía completamente loco y sin cordura. Cada vez que lo recuerdo no puedo evitar estremecerme del miedo. ¿Debería llamar a la policía? Aunque eso implicara a Kaden debido que nos encontrábamos en esa cabaña juntos, interrogarían absolutamente todo, yo no tenía nada que esconder pero, ¿y él? Bah, eso no me implicaba a mí en lo absoluto en realidad, así que no estaría haciendo nada más que ayudar a la ley si él estuviese escondiendo algo.
Había sido el único que vió lo que yo, ¿qué tanto me convenía que desapareciera? Nada, joder, nada.
Podía sentir la mirada de Cass sobre mí cada segundo, sé que mi argumento es muy flojo como para convencerla pero no quería dar explicaciones de lo ocurrido y ella de momento no las necesitaba, aunque pronto me lo exigiría. En verdad no quería contárselo a nadie, ni siquiera yo estaba segura de lo que había visto y deseaba confirmarlo con Kaden.
—¿Segura que te encuentras bien, Venus?—preguntó mi amiga inclinando su cabeza para observarme y yo simplemente asentí con la cabeza, ella suspiró y no pudé evitar sentirme mal, nunca le oculté nada ni a Cassandra ni a Shannon, pero lo ocurrido era como despertarse de una pesadilla, poco a poco comienzas a dudar de si fue real o no, hasta que realizas que era una simple producción de tu mente.
¿Y lo era así también con lo ocurrido?
El ruido del timbre rebotó entre las paredes y mi corazón comenzó a latir, mis ojos se dirigieron a la puerta principal donde los estudiantes comenzaban a entrar, de pronto el sitio se encontraba repleto de personas, me paré de puntillas apoyándome en el hombro de Cassandra. Busqué con la mirada a Kaden pero era imposible entre tanta cantidad de alumnos. Quizás fuera más fácil encontrarlo en el salón aunque hablar allí sería una complicación.
—Vayamos a clase—le dije y ella asintió, subimos las escaleras y nos despedimos con un «nos vemos en el receso», ella entró a su salón y yo continué por el pasillo hasta uno de los últimos salones. Me quedé parada en la puerta observando a quienes llegaban, saludando a algunas personas que me dedicaron una sonrisa—la chica del libro a la cual había defendido fue una—. Divisé al grupo de muñecas acercándose por el pasillo, maldije en voz baja, tendría que lidiar con sus molestas provocaciones. Llegaron hasta la puerta y no me pasaron por alto.
—Vaya, pero si es el Yeti ¿no te gusta estar fuera? Creí que era lo tuyo estar en bajas temperaturas pero al parecer no, ni siquiera un buen hombre de las nieves puedes ser—dijo la Ashley y sus copias rieron ante tal ridiculez. No esperaron a que contestara y entraron con aire de superioridad. Patéticas.
La profesora se acercaba con paso acelerado hacia la clase, cargaba con libros en una mano y un bolso en otra, me ofrecí a ayudarla y ella sonrió tendiéndome sus libros. Los deposité en el escritorio y me giré hacia la puerta nuevamente, me quedé parada allí unos segundos pero no veía a nadie más, Kaden no había venido. Traté de no ponerme nerviosa, quizá se sentía cansado como para venir, o le hecho de que no había encontrado un lugar donde dormir le había impedido llegar en hora. A lo mejor lo encontraba en la cafetería, en los pasillos, o simplemente no lo encontraría.
¿Qué me impedía hablar con la policía?
Que tenía cero pruebas.
(...)
Avancé hacia las escaleras acompañada por Cassandra y Shannon, las tres manteníamos una animada charla sobre compañeros de clase aunque noté a Cass un poco extraña, quizás lo ocurrido antes de entrar le había afectado un poco por lo que luego hablaría con ella para aclararlo. En caso de que no fuera eso no podía hacerme una idea de por qué estaba así.
Descendimos al primer piso para ir hacia la cafetería, el gran pasillo parecía haberse vuelto angosto por la gran cantidad de personas que estaban, algunos se dedicaban a pasar el receso allí intercambiando chismes, pero la gran mayoría iban a la cafetería. Las voces de mis amigas resonaban a mi lado pero yo no participaba de la conversación, miraba a cada una de las personas que por allí pasaban hasta que mi mirada chocó con un grupo, reconocí a alguien y me encaminé sin dudarlo hasta aquellas personas apoyadas contra los casilleros. Fue un impulso que no pude retener.
Al llegar varios de los presentes desviaron su mirada hacia mí, no sabría identificar como me miraban, algunos comenzaron a observar otras cosas en el segundo que me vieron aparecer y otros no sacaron sus ojos de encima mío. Quería dirigirme a esa persona pero realmente no sabía su nombre, no sabía nada acerca de él pero necesitaba de su ayuda.
Sus ojos me analizaban con confusión y curiosidad, sé que se acuerda de mí.
—¿Podemos... hablar?—pregunté con firmeza y el chico asintió levemente, no sin antes mirar a sus amigos, excusándose.
Por el momento era la única persona que había visto acompañando a Kaden, en la primer clase me salvó de una segunda incómoda situación, se trataba de aquel chico al cual había saludado, con quien se sentó y con quien rió. Nos alejamos un poco de su grupo y me giré hacia él, no me dio tiempo a hablar.
—¿Qué sucede? Es extraño que quieras hablar conmigo, no nos conocemos y bueno...—comentó.
—No, no es sobre ti, es sobre... Kaden—simplifiqué con un poco de incomodidad.
—¿Qué hay con él y qué tiene que ver conmigo?—indagó con cierto tono que me hizo sentir insegura.
—Eres la única persona con la cual lo he visto y me preguntaba...—tomé aire—, me preguntaba si sabías por qué no vino.
Bajó sus comisuras demostrando que no tenía conocimiento acerca de eso, sus cejas se alzaron levemente, parecía rebuscar en sus pensamientos. Mi estómago se apretó por el temor.
—No habló con él desde el primer día de clases, después de tu encuentro con él se molestó con el mundo—confesó pasando una de sus manos por su cabello.
—¿Qué hay de la fiesta? Los vi bajando las escaleras—respondí un tanto confusa.
—Estaba intentando hablar con él pero me ignoró, de todas formas, ¿por qué te interesa él?—alzó su ceja izquierda, como si querer saber sobre Kaden fuera una pérdida de tiempo.
—No tiene importancia, realmente—mentí y él se alzó de hombros—. ¡Ah! ¿Tienes idea de dónde vive su madre o algún familiar?—me observó extrañado, casi dudando de si darme esa información ya que no le concernía, pero aún así respondió.
—Eh, sí... No muy lejos vive Janette, la madre. En la calle Kingdom, número 453. Aunque hace tiempo que no la visito—confesó y yo formé una línea con mis labios, supuse que él y Kaden eran amigos desde pequeños.
—Gracias por decírmelo, ¿cómo te llamas?
—Alex, me llamo Alex—sonrió y le devolví la sonrisa.
—Gracias, Alex.
—De nada, Venus y si sabes algo de Kaden te agradecería que me lo dijeras, aún me preocupa lo que haga de su vida—asentí levemente y después de despedirnos de manera extraña volví con mis amigas.
Aún así, por el resto de las clases no deje de pensar que Alex me llamó por mi nombre y tampoco recordaba habérselo dicho. Aunque fue sumamente raro, me limité a creer que fue una simple coincidencia y disfruté lo que quedaba de tiempo en la universidad.

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POSESIÓN LETAL
Misteri / ThrillerEn la ciudad donde Venus nació y vive, comienza a surgir un extraño temor hacia lo paranormal, las personas se tratan de locas entre sí porque afirman sentir como un insólito ente posee control sobre sus cuerpos. Ella no da mucho interés en los suce...