Toda la semana estuviste muy triste. Incluso lograste que yo me pusiera triste. Sigo preguntándome porqué estás así. También quiero saber si discutiste con Natalia, no se hablaron en toda la semana, incluso se evitaban.
Te pregunté varias veces que te pasa, pero todas la veces me dijiste que no te pasaba nada, sólo estabas preocupada por los examenes.
Sé que parezco idiota, incluso puede que lo sea, pero no tanto para saber que me estás mintiendo.
Siempre he tenido mucha curiosida por saber lo que piensas. Por saber que te preocupa, que te hace feliz, que te gusta, que no... Me da mucha curiosidad porque de repente sólo estás mirando a la pared y empiezas a sonreir. Pero en otras ocasiones es muy diferente. Parece que estás bien, pero de repente te pones triste.
Me dan ganas de saber de donde sacas tantas ideas para escribir tantas historias.
¿Sabes que había pensado yo? Que soy un perdedor. Ya no puedo seguir así, debo de decirte la verdad. Decidí esperarme hasta un fin de semana o un día que no tuviéramos clases el viernes o lunes. Y ese día es hoy.
El Lunes no tenemos clase y seguramente para el martes ya podré estar más tranquilo. Mañana lo primero que haré será agarrar el celular y enviarte un mensaje. Seguro me estaré muriendo de nervios, pero no importa. Aún así te lo diré.
Yo creo que para motivarme, esta noche veré películas románticas, escucharé canciones, leeré poemas, miraré imágenes y soñaré contigo y sobre el lindo futuro que podríamos tener si fuéramos novios. También soñaré en que nos casamos y tenemos muchos hijos.
Bueno, creo que fue demasiado cursi y demasiado irreal. Creo que al menos por el momento me conformo con que yo te guste a ti y podamos estar juntos.
Yo sé que puedo hacerlo, sólo tengo que dejar de pensar tanto en que dirás...
— Leonardo.
ESTÁS LEYENDO
Cartas Sin Fecha De Entrega
RomanceDos adolescentes enamorados uno del otro, pero ninguno se atreve a decir lo que realmente siente. A ella le daba pena declararse. A él le daba miedo ser rechazado. ¿Su solución? Escribir cartas. Cartas que no entregaron jamás.