Él

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(Esta es la carta que Leonardo escribió para ponerla en el regalo de Daniela)


¡Feliz cumpleaños! 

Espero que te guste mi regalo. Pensé que es demasiado común los osos cafés, por eso decidí regalarte un oso panda. También los chocolates y una playera. Recuerdo que nos habías enseñado una foto de esa playera y decía que te gustaba mucho. Es de tu banda favorita.

No sabes cuánto me costó decidirme en tu regalo. Sinceramente quería que sea perfecto. No quería que faltara nada. Tenía la sensación de que me olvidaría de algo en el último momento, así que por eso preparé todo dos semanas antes.

Hay algo que te he querido decir desde hace un tiempo, pero me daba mucho miedo lo que pensarás de mí. Ahora lo que me da miedo es que no nos volvamos a ver y que no te pudiera decir lo que siento.

Me gustas. Me gustas desde la primaria. Cuando el profesor nos puso en el mismo lugar me emocioné. En ese momento ya me gustabas un poco, pero cuando te empecé a hablar y te fui conociendo, me comenzaste a gustar más. Los siguientes años dejaste de gustarme. En ese momento te consideraba mi mejor amiga. 

No sé porque, pero cuando estábamos en el último año me volviste a gustar. No estaba seguro de decirte que me gustabas. Pensaba que ya casi terminábamos la primaria, ya no tendría sentido decirte si de todas formas ya no te iba a ver. Cuando me enteré que iríamos a la misma secundaria me alegré que nos seguiríamos viendo.

Cuando salimos de la primaria por alguna razón no dejaba de pensar en ti. Sinceramente me sentí muy estúpido. Tenía ganas de enviarte un mensaje, pero me daba pena. Por suerte Sebastián tuvo la grandiosa idea de reunirnos unas semanas antes de entrar a la secundaria. 

Por suerte te dejaron ir. La pasamos genial ese día. Jugamos, fuimos al cine, comimos. En serio la pase genial. Estábamos casi todos. Quedamos en vernos otro día, pero no pudiste ir. Sinceramente sentí que ese día estuvo más aburrido. 

Justamente ahora estaba recordando los últimos días en la primaria. Hacíamos tontería de todo tipo. Le hacíamos bromas a los demás, jugábamos... ¿Recuerdas la vez que Sebastián descompuso una de las computadoras? Yo siempre le dije que meterse a páginas raras no era una muy buena idea, pero él nunca me hizo caso... En fin. 

O cuando todos te insistíamos para que jugaras con nosotros. El último año me molesté con uno de mis amigos. Supongo que tenía celos de que estuviera todo el tiempo contigo. Estaban muy juntos. Hacían los trabajos juntos, cuando tocaba educación física también estaban juntos. Hasta que un día, cuando salimos de la escuela, lo vi abrazándote. Después él me explicó que no le gustabas, sólo estaban jugando. 

Cuando estuvimos en la fiesta que rentaron un salón, fue lo mejor de todo. Te veías hermosa. Pude acercarme más a ti sin levantar sospechas, todos bailaban con todos así que no sospecharías nada. Todavía conservo las fotos que nos tomamos. A veces me gusta verlas y recordar esos momentos. 

Ahora en la secundaria te volviste más tímida. Casi no hablabas con nadie. Bueno, hasta que cambiaron a Abraham junto a ti. Desde entonces comenzaste a hablar más con todos. Todos saben que le gustas a Abraham desde primer año. Muchas se ponían celosas de ti porque según ellas Abraham era el más lindo, inteligente y amable de todos.

En realidad parecía que todos sabían que le gustabas a Abraham menos tú. No sabes cómo empecé a odiar a ese tipo. Sobretodo ahora, el último año. Sinceramente tenía miedo de que en cualquier moment te pidiera ser su novia y que tú aceptaras. Por suerte eso no sucedió. No te imaginas lo deprimido que estaría ahora si algo así hubiera pasado.

En segundo me gustaste aún más. Lo bueno es que ahora me tocó sentarme junto a ti. Por desgracia no fue todo el año porque hablábamos demasiado y el profesor nos cambió de lugar. Al menos no te pudo poner tan lejos porque no había muchos lugares. 

Recuerdo cuando empezamos hablar por papelitos. No sé como, pero nos salvamos de que la profesora nos reclamara porque justo sonó el timbre para salir de la escuela. Menos mal que son dos turnos, sino seguramente nos hubiera dejado ahí hasta que le entreguemos los papeles y nos pusiera a escribir mil veces algo como "no debo distraerme en clase".

También las veces que nos pasábamos la tarea justo antes de que entrara el profesor que nos tocara. O cuando en los exámenes finales creamos señas para pasarnos las respuestas. 

Sinceramente me gustaría que pudiéramos quedarnos un año más en la secundaria. Para poder vivir por última vez esos momentos. Poder seguir viendote todos los días. Lástima que no se puede.

De verdad te voy a extrañar. Creo que después de tres años llegué a amarte. Supongo que es por eso que me pongo tan celoso cuando te veía con Abraham. Jamás creí que yo me comportaría así. Jamás pensé que yo estuviera escribiendo estas cosas... Ni siquiera me imaginaba que me llegaría a gustar alguien en la secundaria. Yo pensaba que en la Preparatoria sería cuando me empezaron a llamar la atención las mujeres, tuviera novia... Definitivamente las cosas no siempre salen como las planeamos.

No sé lo que estés pensando en este momento. Quizás estés llorando de la emoción que te estará dando mi carta o estés llorando de la risa por lo ridícula que has de pensar que es mi carta. (Realmente espero que sea la primera) Al menos ahora me siento mejor de poder expresar mis sentimientos de alguna manera. 

No sabes la cantidad de veces que hice historias raras en mi cabeza cuando te veía llegar o te acercabas a mí. Imaginaba que me dirías que te gusto y yo te iba a decir lo mismo, seríamos novios... Ya sé, un poco tonto, pero es la verdad. Incluso una vez soñé que nos habíamos casado. Me sentí tan especial. Por desgracia sonó la alarma. 

A veces me pongo a pensar en que hubiera pasado si yo también te gustara. Que te hubiera gustado todo este tiempo. Si me hubiera declarado... Quizás ahora no estaría escribiendo esto. Seguramente tú y yo estaríamos felices paseando por el parque. Como las típicas películas románticas.

Bueno, espero que hayas llegado hasta esta parte y que no estés bostezando. Tenía que encontrar alguna manera de desahogarme y creo que Sebastián tuvo la mejor idea de todas. Escribir cartas. Es tu "especialidad", por eso creo que fue la mejor idea de todas. 

Sé que nunca te entregue esas cartas. Tenía demasiado miedo... Pero ahora ya no importa. Pondré todas las cartas en la caja también. Esas estarán hasta abajo y pondré una advertencia para que las leas cuando termines de leer esto. Espero que hayas seguido mis indicaciones...

Una vez más, Feliz cumpleaños.

De verdad espero que seas feliz con alguien que de verdad te quiera, con alguien que seas feliz. Odiaría que estés con alguien que no sepa valorarte. Me odiaría por no estar contigo, pero creo que ahora ya es demasiado tarde...


— El chico cobarde que te amo por tres años. 

Cartas Sin Fecha De EntregaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora