Capitulo 20

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Lentamente bajó las escaleras asegurándose de no pisar los escalones que lo delatarían. El sol ya había salido pero aún era temprano. Había logrado escaparse de su habitación sin que nadie lo notara.

En el medio mes que había pasado desde que habían comenzado las vacaciones había tenido lo que consideraba el sueño más provechoso hasta la fecha. Ignorando sus protestas, Tom había entrado a la habitación de Harry el primer día, cuando Harry se estaba preparando para dormir.

El chico había logrado silenciarlo señalándose que igual terminarían en la misma cama debido a las pesadillas. Harry simplemente se acostó en la cama con Tom. Aunque por dentro había estado más que contento de compartir la cama con el chico.

Con la escoba en la mano, Harry se coló hacía la puerta. Ya que no había podido dormir era mejor que hiciera algo para calmar su mente, aunque fuera sólo un poco.

Antes de que pudiera abrir la puerta a la libertad la luz se encendió.

- ¿A dónde crees que vas?

Lamiéndose los labios y con un nudo en el estómago, Harry se dio la vuelta e intentó lucir inocente.

-Buenos días, Tom. No pensé que te levantarías tan temprano.

El mago más joven todavía estaba en pijama parado en la escalera. La mirada que le dirigió casi igualaba a las del profesor Snape.

-Y todavía estaría dormido si tú no te hubieras colado de la habitación para salir a volar en tu escoba.

Harry se estremeció. Sabía que Tom era malhumorado en las mañanas. Ser despertado más temprano de lo normal no parecía ayudar mucho. Pero no significaba que el tono que había utilizado no había dolido.

-Lo siento, es sólo que no podía estar acostado más tiempo, me volvería loco.

¿Por qué se sentía como un niño que habían pillado con las manos en la masa? Él era mayor. Pero a veces era como si Tom lo fuera.

Tom suspiró y se sobó los ojos.

-Ahora que estamos despiertos será mejor que comencemos con el día. Ve a preparar el desayuno mientras me visto. De esa forma tendremos tiempo suficiente para tu reunión de la tarde.

Cuando Tom ya no estuvo a la vista Harry rodó los ojos antes de entrar a la cocina. Sabía que no servía de nada tratar de discutir con Tom tan temprano en la mañana. Cuando el chico estaba cansado tenía la cabeza más dura que de costumbre.

Mientras cocinaba sintió correr el agua de arriba. Tom tenía que seguir cierta rutina si quería despertar bien por las mañanas. Primero tomaba un largo y buen baño. Después bebía varias tazas de café en el desayuno antes de considerar unirse al mundo de los vivos.

Mientras ponía el último plato en la mesa entró Tom. Se había ido el nido que llamaba cabello aunque nunca era tan horrible como el suyo. Tom parecía listo para asistir a una comida o fiesta. No sabía cómo el chico podía siempre mantenerse tan pulcro.

Debido a la extraña necesidad de limpieza de tía Petunia, Harry le tenía una fuerte repulsión a la suciedad. Pero aún así lo niños debían actuar como niños. Eso incluía ensuciarse y meter bulla.

Comieron en silencio. Tom ya iba en su tercera taza de café, ¿o era la cuarta?, y Harry aún picoteaba su comida. Aunque estaba demasiado nervioso para tener hambre sabía que lo lamentaría después si no entraba algo en su estómago ahora.

-Si terminaste de comer, ve a arreglarte. Hoy no es un día apropiado para llegar tarde.

Harry se levantó y cuando salía de la cocina le hizo un ligero saludo.

El comienzo del comienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora