Algo andaba mal.
Aun no estaba seguro de lo que era pero Tom tenía la fuerte sensación de que algo andaba mal.
La sensación lo acosaba desde que había regresado de su visitar a Evan y sin importar lo que hacia la sensación no lo dejaba. Había estado brusco e irritable y las ganas de maldecir a alguien crecían cada vez más.
Sus seguidores parecían sentir su ánimo oscuro y trataban de evitarlo lo más posible sin hacerlo obvio para que nadie fuera de Slytherin lo notara. Tom también trataba de evitarlos y pasaba más tiempo en la Cámara de los Secretos de lo que era seguro. Era un milagro que no lo hubieran atrapado.
No ayudaba que el profesor Dumbledore observara cada uno de sus movimientos. Tom no entendía aun por qué el subdirector no le quitaba los ojos de encima. Suponía que tenía algo que ver con Grindelwald. Aun no olvidaba que el profesor le había dicho sobre su familia pero no podía ver como eso calzaba en el rompecabezas.
Tom estaba sentado en el Gran Comedor, desayunando. Alrededor, los demás Slytherin hablaban en voz baja entre ellos. Las demás Casas, especialmente los Gryffindor, eran bulliciosos y Tom podía oírlos a través del Gran Comedor.
Ninguno de los profesores hacia nada sobre el ruido. Conversaban a través del bullicio o comían en silencio. Parecía que no querían molestarse con los estudiantes tan temprano.
Tom se concentró en mantequillar su pan mientras ignoraba los ojos que estaban posados en él. Ya sabía quién era, así que no quería perder energía mirando alrededor para encontrar al culpable. El Profesor Dumbledore podía ahogarse con sus malditos caramelos de limón por todo lo que le importaba.
Sólo cuando oyó el sonido característico de alas de las lechuzas levantó la mirada de su desayuno.
No le tomo mucho encontrar a Ares entre las otras lechuzas y no pudo evitar sonreír. Una carta de Evan siempre le mejoraba el ánimo, aunque su amante hubiera hecho algo estúpido o escribiera cartas contándole absolutamente nada.
El pensar en Evan hizo que Tom frunciera el ceño. Una vez más tuvo la sensación de que había olvidado algo importante. No sabía lo que era pero tenía esa sensación cada vez que pensaba en Evan.
Ares aterrizó entre el pan y el jugo de calabaza. La lechuza fulminó con la mirada a la gente a su alrededor antes de girar su cabeza hacia él, ululó de una manera que no podía ser llamada amistosa. Sólo Tom llamaría amistosa a la lechuza, incluso Evan parecía dudar antes de acercarse a ella.
Tom tomó el sobre y le dio a la lechuza un trozo de tocino. Ares no daba nada sin algo en retorno. Sabiendo que los demás miraban al profesor Dumbledore esperando ver una nueva broma, abrió la carta y comenzó a leer.
Quien había escrito la carta no era Evan.
Sr. Ryddle.
Creo que no es necesario que le diga mi nombre. Si los rumores sobre su inteligencia son correctos habrá figurado mi nombre antes del final de la carta.
Creo que eso es suficiente con las formalidades. Quiero algo de usted, y lo que quiero lo consigo. Otros han tratado de detenerme pero desaparecen antes de poder hacer daño verdadero. ¿Así que qué puede hacer un simple escolar como usted? Nada de nada.
¿Quizás es tiempo de que le informe lo que quiero?
Evan James.
La mayoría de las personas creen que ese hombre no es nada más que su tutor pero yo tengo pruebas de lo contrario. ¿Qué creen que dirán las personas cuando sepan qué tipo de relación comparten? Una cosa es segura: usted volverá al orfanato antes de que pueda decirlumos. Y no crea que no revelaré la información que tengo a las personas adecuadas.
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El comienzo del comienzo
FanfictionEsta historia no me pertenece, le pertenece a HuskyWalker de fanfiction en inglés y a fadamaja en español. Tomarry La continuación de la historia se llama "decido mi propio destino"