Cuando me desperté, me encontraba sola en la habitación, me envolví en las sabanas y me metí a bañar, podía sentir como el cuerpo se me iba relajando a media que el agua corría, aún sentía el cuerpo cansado, pero no lo suficiente como para seguir durmiendo.
Cuando me terminé de bañar, salí al carto para vestirme con un short y la camiseta de James, terminé por secarme el pelo con el toallon y salí del cuarto.
Al llegar al final del pasillo, lo veo sentado en el sillón viendo las carreras de motociclismo con un plato con comida en la mesa frente a él.
Entro en la cocina y comienzo a calentarme lo que cocinó Miriam.
Cuando está listo, agarro todo lo que necesitó y me voy donde mi novio y luego de darle un beso tierno, me siento a su lado.
-Hola cariño, ¿Cómo dormiste? -Me pregunta mientras me ayuda a tender las cosas sobre la mesa.
-Bien amor, ¿Por qué no me despertaste para almorzar? -Le pregunto mientras como un bocado de mi almuerzo.
-No quise molestarte, me pareció que estabas bastante cansada.
Realmente me conocía, a pesar de que el baño me había despertado, aún tenía cansancio corporal.
Cuando termino de almorzar, llevo lo que use más el plato de James al fregadero. Al terminar de lavar todo, vuelvo al sillón y él busca alguna película para ver juntos.
Mientras mirábamos una película de terror, mi móvil comienza a sonar.
-¿Alo ma? -contesto después de ver el identificador.
-Hola hija. ¿Cómo estás? ¿Cómo está James? -Pregunta desde el otro lado.
-Bien ma, estamos bien. James está acá al lado mio.
-Bueno, mandale saludos de nuestra parte. Llamaba para avisarte que este fin de semana es el cumpleaños de tu padre.
-Justo te iba a decir que mañana iremos para allá a visitarlos, y depaso nos quedamos para su cumpleaños ¿Está bien?
-Si, claro. Ya aviso que esta semana no voy y tu padre también.
-Perfecto. Mañana cuando salimos para allá les aviso.
-Okay. Los esperamos.
Luego de cortar nos volvimos a concentrar en la película.
Cuando comenzó a anochecer, Miriam estaba en la cocina preparando la cena.
-Miriam. -La llamo mientras me acerco a la barra y me siento en una de las sillas altas.
-¿Qué sucede mi niña? -pregunta girándose un momento.
-Era para avisarte que esta semana no vengas por que James y yo iremos a Madrid a pasar unos días con mis padres volvemos el domingo a la noche.
-Oh, que buena noticia, esta bien, usted no se preocupe.
Una vez que rodeo la barra ella me abrasa y yo le correspondo el abrazo. En este tiempo nos hemos vuelto muy cercanas.
Mientras esperaba que la cena estuviera lista, me fui hasta el dormitorio que usaba como guardarropa y comencé a armar mi valija puesto que mañana saldríamos. Mientras acomodaba la ropa, escuche a James aclararse la garganta. Al levantar la vista lo veo a mi novio apoyado contra el marco de la puerta..
-¿Mmm, alguien te dijo alguna vez que te vez hermosa cuando éstas concentrada? -preguntó acercándose y sentándose en el filo de la cama al lado de mi valija.
-Mmm, dejame pensar... -Mientras decía esto me apoye el dedo índice en la pera y comencé a hacer como si pensara - No, ahora que lo pienso no.
Mientras digo esto él me toma por la cintura y me coloca entre sus piernas.
-Me alegra ser el primero. -Mientras dice esto me agacho un poco y apreso sus labios en un dulce beso logrando que su respiración se acelere.
Cuando me aparto aún no encuentro mi voz.
-No me vas a decir que la deje sin palabras señorita De Franco.
-Debo admitir que si señor Gonzalez. -Y ambos comenzamos a reír- ¿Tú armaste tu valija ya? -pregunto mientras vuelvo a mi tarea.
-Si, la acabo de dejar en la sala.
-¿En que iremos, en tu auto o en tren? -pregunto cerrando el cierre de mi valija.
-La verdad es que no lo pensé ¿Tú que dices?
-Mmmm, me da lo mismo, aunque podríamos ir en tren así podrás descansar tú también.
-No se hable más. Iremos en tren. -Dijo volviéndome a apresar entre sus brazos- Cuando lleguemos allá alquilaremos un auto.
Cuando estuvo la cena lista, cenamos los tres puesto que James invito a Miriam a cenar.
Conversamos animadamente.
-Cuentanos de ti Miriam ¿Tienes hijos Miriam?
-Si mi niña, dos hijas mujeres y un varón.
-¿Viven contigo? -No debí preguntar, yo y mi curiosidad.
-Los cuatro vivimos con mi hermana ya que hace poco quedó viuda.
-Lo... Lo siento. -Digo agachando la cabeza arrepintiéndome de haber preguntado.
-Ni tanto mi niña. -Pude ver que hacía una mueca de disgusto- El muy maldito le hizo pasar un infierno durante su matrimonio, la mayoría de los días llegaba a la casa ebrio a pegarle. Murió hace tres meses de cirrosis.
-¿Y tu hermana cómo está? -Pregunto una vez que el nudo de mi garganta se suavizó. No me imagino lo que debe de ser sufrir violencia doméstica. Yo creo que a la primera que me ponen una mano encima armo mi bolso y me largo como sea por más qué llore y ruegue por que vuelva a su lado no le daría otra oportunidad.
-Se puede decir que tranquila, por lo menos sabe que ya no le puede hacer más daño. -Responde depositando su tenedor en el plato.
Una vez que terminamos, ayudé a Miriam a secar los platos y luego ella se marchó.
Luego de dejar todo acomodado, fui a prepararme para tomar un baño.
Estaba masajeandome el cabello con el shampoo cuando escucho la puerta del baño abrirse.
-¿Necesitas ayuda? -me pregunta mi novio desde el otro lado de la mampara, logrando ponerme nerviosa. Nunca me había bañado junto a alguien.
-¿Q... Qué? -no lograba articular.
-Qué si te puedo ayudar. -Dice, pero esta vez asoma la cabeza por la mampara.
-Bueno, si quieres... -Le digo haciéndome la sexy.
Tardó tan solo un minuto en deshacerse de la ropa que traía puesta.
Al llegar junto a la ducha, corrió el panel corredizo y una vez que estuvo a mi lado, tomó el jabón y comenzó a pasármelo por la espalda. Cuando terminé de lavarme el pelo me di vuelta de cara a él para enjuagar mi pelo y mi espalda. Mientras permanecía en esta posición le pasé los brazos por el cuello y me estire para poder besarlo.
Al principio fue un beso dulce, nos separamos solo unos segundos para recobrar el aliento al volver a unir nuestros labios el beso se tornó mas salvaje.
Salimos de la ducha envueltos en toallas y nos tiramos en la cama donde nos seguimos besando durante algún tiempo más. Nuestras manos recorrían el cuerpo del otro, haciendo que nuestras terminaciones nerviosas reaccionaran con cada caricia, una vez que estuvo dentro de mi comenzó a hacerme el amor, tan tiernamente como solo él sabe hacerlo.
Cuando ambos terminamos, se levanto solo para apagar la luz y volvió a tumbarse a mi lado y yo me acurruqué contra él. Mientras esperábamos que nuestras respiraciones volvieran a su normalidad, comenzó a acariciarme el hombro, haciéndome sentir mis párpados cada vez mas pesados hasta que me quedé profundamente dormida.
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Mi mejor decisión®✔
Teen FictionLaura trabaja para una de las constructoras más importantes de España, abocada a su carrera hasta que conoce a James, uno de los directores de la empresa para la que ella trabaja, quien irrumpe en su vida de la noche a la mañana. Así comienza esta h...